Más que institucional, fue un acto partidario

Después de la bendición de monseñor Mollaghan, empezó el discurso de la presidenta. Con la excusa de que quería que el acto fuera corto, pasó algo inédito: no tuvieron la oportunidad de hacer uso de la palabra ni el gobernador ni el intendente, que antes habían protestado por la politización del acto.

Discurso de CFK

La presidenta decretó que la Bandera se mantenga enarbolada los 365 días del año

De a poco, con entusiasmo, la gente se fue acercando este lunes a la mañana al Monumento, para los actos por el Día de la Bandera. La presidenta Cristina Kirchner, acompañada por casi todo su gabinete y el gobernador Hermes Binner, que la fue a recibir al aeropuerto de Fisherton, subió al palco después de las 12.45. Allí esperaba el intendente Miguel Lifschitz.

La llegada de Cristina fue celebrada por miles de militantes K y de sindicatos oficialistas, que también abuchearon a Binner. Además, cantaban por la reelección de la jefa del Estado.

Cristina aterrizó en el aeropuerto de Fisherton a las 12.05. Pocos minutos después bajó del avión Tango 01, toda vestida de negro. Allí la recibió el gobernador y ambos partieron por vía terrestre, ya que no estaban las condiciones climatológicas para ir en helicóptero, rumbo al Parque a la Bandera.

El acto comenzó con la entonación del Himno Nacional. Luego el gobernador y el intendente entregaron a la Jefa de Estado decretos que la declararon huésped de honor de la provincia y la ciudad. Monseñor Mollaghan fue el encargado de realizar la primera intervención.

Con la idea de tomar la primera fila, temprano llegaron varias agrupaciones kirchneristas, como los movimientos Evita, Martín Fierro y La Cámpora, que llevaron sus banderas partidarias. Un poco más tarde empezaron a arribar rosarinos y también visitantes de distintos puntos del país. La mayoría de ellos buscaba la bandera de Alta en el Cielo, la más larga del mundo, con la intención de llevarla durante el desfile.

Lifschitz, en diálogo con una emisora radial rosarina, expresó temprano un deseo: "Ojalá nadie quiera utilizar partidariamente este acto".

También Binner habló del tema, cuando fue pasada las 8 al Monumento y ya vio que había carteles kirchneristas: "Me gustaría que haya todas banderas argentinas en lugar de banderas partidarias", le dijo.