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sábado, 29 de diciembre de 2012

STA FE: Roldán despidió los restos de una víctima de la dictadura


Fue asesinado en 1977 y recién en 2004 fue hallado en un cementerio de Merlo. Familiares y compañeros de militancia lo recordaron. Envuelta en una bandera argentina y con su imagen, la urna llegó a Roldán.
La Capital | 

Roldán despidió los restos de una víctima de la dictadura
Visiblemente emocionada, María del Carmen Ramallo despidió en una emotiva ceremonia los restos de su padre Santos Hilario, gremialista y defensor de los trabajadores de la construcción, asesinado en 1977 por la dictadura militar. La despedida la hizo en su casa de barrio Talleres donde colocó la urna con los restos de su padre sobre una bandera argentina, ramos de flores y la remera estampada con la foto de Santos que María del Carmen y su familia utilizaron para buscarlo y pedir justicia en numerosos actos.
La acompañaron en la ceremonia unas 200 personas; entre ellas, su madre, hijos, tres hermanos de Santos Hilario, sobrinos, compañeras de la escuela Juan XXII, el intendente José Pedretti, su gabinete municipal, compañeros de la Secretaría de Promoción Humana y Comunitaria que ella dirige y numerosos vecinos que se acercaron espontáneamente. También estuvieron militantes de distintas agrupaciones, representantes de organizaciones defensoras de los derechos humanos, de Hijos, Madres y Abuelas, autoridades y agrupaciones políticas, de la Secretaría de Derechos Humanos y familiares de otros secuestrados y asesinados.
En la entrada estaba su mamá, repartiendo una tarjeta con la historia del esposo y sonaron canciones que recordaron esos momentos tan duros del país. Sobre la calle se armó un palco desde donde hablaron todos los que querían decir algo.
Los que lo recordaron. La primera en hablar fue Angie, hija de María del Carmen, quien agradeció a los que trabajaron para poder encontrar el cuerpo de su abuelo: "Si no hubiera sido por la incansable búsqueda de mi mamá, que le puso tanta garra, no hubiéramos llegado a este momento. Estoy muy feliz porque todos los que estamos acá militamos y construimos un país mejor y más justo y sin exclusiones. Mi abuelo no desapareció porque hoy los jóvenes estamos luchando como él. Estos orgullosa de mis padres que siempre me hablan de Perón y Eva y nunca voy a dejar de agradecer a los compañeros que dieron la vida por esta patria", agregó la joven.
Luego, María del Carmen dijo que más allá del dolor sentía "júbilo y paz". Luego pidió cantar el himno argentino a capela "porque representa a mi papá, a 30 mil desaparecidos y a los argentinos. Tuve el orgullo de conocer a esa generación de amor a la cual pertenece mi papá. Sabía que muerto ya lo buscaban y tenía miedo de que estuviera vivo y no lo buscaran", resaltó y agradeció a las personas que la acompañaron "en esa locura" que le demandó 35 años de lucha. Ahora tengo sus restos pero comienza otra parte de su historia porque faltan muchos por encontrar y no tenemos que bajar los brazos hasta que aparezca el último y los culpables paguen por lo que hicieron. Quisieron destruirnos como país pero nos volvimos a levantar, estamos en pie los hijos y nietos de los desaparecidos y vamos a defenderlo como sea".
En referencia directa a como era Santos dijo: "Nos enseñó a compartir porque la generación a la que perteneció tenía un pensamiento colectivo y latinoamericano. Fue cementista carpintero y defendió a los trabajadores de la construcción, muchos los recordaron siempre con mucho cariño. Nos desmembraron pero la semilla de mi papá quedó tan latente. Nunca tuve miedo y eso me llevó a buscarlo siempre y acá estamos, fortalecidos, orgullosos, agradecidos con el Equipo Argentino de Antropología Forense", se expresó.
Para ella, que Santos Hilario Ramallo este reconocido es "un premio, porque vino a dar vida". Por eso, agradeció también a su madre "por haber permitido que siempre la postergara", y a sus hijos, que la "bancaron siempre con mis estados de ánimo y los padres de mis hijos".
"Me quitaron la alegría". Seguidamente habló una sobrina de Santos que expresó que cuando su desaparición significó perder parte de su alma. "Me quitaron a la alegría de la familia, se lo llevaron el día de mi cumpleaños y pasé muchos años esperando encontrarlo vivo como mi prima".
Y el militante Juan Carlos Ramos resaltó que tuvo la posibilidad de conocer "al Cholo, como le decían, porque militaba con mi viejo en la construcción. Formaba parte de la agrupación 22 de Abril de la Uocra, de la estructura sindical de la organización montonera. Se lo llevaron porque defendía un proyecto político que hoy vemos representado en Cristina, el mismo que lleva adelante el juicio y castigo, la memoria y las reivindicaciones de inclusión social. Peleaba por muchos derechos que hoy tienen adquiridos los trabajadores de la Uocra".
Con el grito de "presente" por los 30 mil compañeros desaparecidos y la marcha peronista se cerró el acto para dar paso al traslado de los restos al cementerio municipal de Roldán donde finalmente descansa uno más de los muertos recuperados, victimas de represión dictatorial que vivió el país.
El derrotero que llevó a reconocer a la víctima
Además de pedir a todos los presentes que transmitan a quienes tengan dudas de su identidad o buscan a un familiar desaparecido que colaboren con su ADN, María del Carmen Ramallo, hija del desaparecido, hizo una crónica del derrotero que la llevó a reecontrar los restos.
Así, recordó que al padre “lo secuestraron el 23 de octubre de 1977 y el 23 de noviembre lo mataron simulando un enfrentamiento. Apareció en el 2004 en un cementerio de Merlo, junto con cuatro compañeros más. En el 2006 me hice el ADN y había un gran porcentaje de compatibilidad, pero faltaba que un hermano de mi papá diera su muestra de sangre. Este año, Miguel Nievas, del equipo de antropología forense, le sacó la muestra a mi tío Tito, y a los 15 días me confirmaron que esos restos eran de mi papá”, contó.
Nuevo caso
La inhumación de los restos de Santos Hilario Ramallo se suma al reciente acto en el que se despidieron en la vecina ciudad de Pérez los de Alicia Tierra, la joven de 27 años secuestrada en 1976.

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