El presidente del Ente Administrador del puerto de Santa Fe, Marcelo Vorobiof, comenzó a zafar en una de las dos investigaciones penales en las que está imputado por denuncias de la gerente de Administración y Finanzas del organismo, Victoria Lascurain. El juez Ricardo Favaretto (Correccional 6ª) le dictó la "falta de mérito" en una causa que investiga las "amenazas calificadas" a la denunciante, en la que fue indagado hace dos meses.
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Vorobiof pidió el sobreseimiento, pero el magistrado dispuso la "falta de mérito" porque "las pruebas colectadas" impedían procesarlo, pero también sobreseerlo, lo que hubiera significado desvincularlo del proceso. Ese expediente es la que después derivó -por otra denuncia de Lascuraín- en una segunda causa para investigar la gestión de Vorobiof en el puerto, en la que el fiscal Nº 7, Jorge Andrés imputó media docena de cargos, entre ellos una presunta "administración infiel" y solicitó su indagatoria.
La causa por amenazas se inició por un acoso telefónico a la contadora Lascurain, quien denunció mensajes de textos intimidatorios y una amenaza de muerte desde un celular que también se comunicó con el de Vorobiof. El presidente del puerto santafesino fue indagado el 26 de agosto, en Tribunales, donde negó "los hechos". El 19 de setiembre, su abogado defensor, Roberto Busser, solicitó el sobreseimiento. Y la semana pasada, el juez Favaretto dictó la "falta de mérito" porque "las pruebas colectadas en el sumario no permiten ordenar el procesamiento (de Vorobiof), como tampoco su sobreseimiento", dice la resolución a la que tuvo acceso Rosario/12. La causa está radicada en el Juzgado Correccional de la 6ª nominación, vacante desde que la jueza Jaquelina Ana Balangione asumió como vocal de la Sala IV de la Cámara Penal de Santa Fe. Favaretto actuó como subrogante legal.
En la indagatoria, Vorobiof rechazó las acusaciones. "Niego los hechos en que está fundada la imputación y considero que se trata de un relato falso e infundado", dijo. Explicó que utilizaba dos teléfonos celulares: uno oficial, que le entregaron cuando asumió como presidente del Ente Administrador del puerto, en 2010. Y el otro privado, "de uso personal" que lo tiene desde años. "Recibo innumerables llamadas, muchas de las cuales hasta desconozco el origen", se defendió. Y cuando le preguntaron sobre el celular desde el que amenazaron a Lascurain y después lo llamaron a él, contestó: "El número que se me hace saber no lo registro. No sé a quién puede pertenecer. No recuerdo en absoluto haber recibido una comunicación a través de ese número, aún cuando pueda figurar en el detalle de la prestadora del servicio".
El 19 de setiembre, la defensa de Vorobiof pidió el sobreseimiento. "La investigación sólo ha podido comprobar que desde un teléfono individualizado se le hicieron llamadas a ella (a Lascurain) y a uno de mis celulares", dice el escrito. "Y de las llamadas a uno de mis celulares entre las hipótesis posibles cabe consignar comunicaciones que ni siquiera haya podido atender porque son numerosas y habituales las veces que mi teléfono ha estado fuera de mi alcance personal, en los ámbitos en que me encontraba".
Vorobiof sostuvo que "el tiempo transcurrido desde el comienzo de la investigación", la falta de "verosimilitud" y de pruebas que respalden "el relato de Lascurain, que ni siquiera lleva los acontecimientos narrados al plano de la duda" y "el principio de inocencia" constituyen "las bases legales" para desvincularlo de la causa caratulada "Voroviof, Marcelo s/amenazas calificadas" (expediente 732/2013).
El fiscal Nº 6 Rubén Díaz propuso que antes de cerrar la investigación el juez cite a un allegado a Lascurain que podría aportar otra prueba sobre las amenazas, pero el testigo no se presentó a declarar. El 22 de octubre, el juez Favaretto dictó entonces la "falta de mérito" que benefició a Vorobiof.
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