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domingo, 26 de agosto de 2012

Caen las exportaciones cárnicas

En siete años, disminuyeron 75% y cerraron 121 frigoríficos.

 Un informe elaborado por el ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet, señaló que desde que arrancó la intervención oficial, en 2006, por las ventas al exterior, el sector podría haber generado el doble de ingresos. La Argentina exportará este año sólo un cuarto del volumen de carne vacuna que envió en 2005, el último año en el que esas operaciones estuvieron liberadas antes de que el gobierno nacional impusiera, primero, un cierre total y luego, una cupificación de esos envíos al exterior.

Según Roulet, las exportaciones proyectadas para 2012 arrojan un total de 189.000 toneladas (res con hueso) contra las 775.000 toneladas comercializadas hace siete años. Esto implica que la Argentina exportará tan sólo un 25% de la carne que exportó en 2005.

Actualmente, las exportaciones de carne precisan una autorización que se plasma en los llamados Registros de Operaciones de Exportación (ROE), que otorga la Uscesci (Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al Consumo Interno). Esta entidad reemplazó a la Oncca (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario) en febrero de 2011, cuando el organismo fue disuelto en medio de cuestionamientos por presuntas irregularidades en el pago de compensaciones cuando lo conducía el actual titular de la Afip, Ricardo Echegaray.

Por este control en las ventas, la Argentina “no sólo exportó menos, sino que desaprovechó el enorme aumento que tuvo la tonelada de este alimento”.

En 2005, el valor promedio de la tonelada de carne vacuna exportada desde la Argentina rondaba los U$S 1.790, mientras en la actualidad ese valor es tres veces mayor, ubicándose en U$S 5.260 por tonelada.

Si se hubiese mantenido el volumen de exportaciones de 2005 en los años siguientes, los ingresos totales entre 2005 y 2012 habrían alcanzado los U$S 22.517 millones. El cálculo resulta de multiplicar 775.000 toneladas por los precios promedio de cada año. Pero por la baja de los volúmenes de venta, los ingresos del período, según Roulet, alcanzaron los U$S 11.575 millones. “Es decir que, la pérdida de ingresos de divisas por intervención de los mercados cárnicos por parte del gobierno nacional a partir del 2005 fue de alrededor de U$S 11.000 millones”, concluyó el informe.

Citando datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), Roulet enumeró que en estos años de intervención el saldo fue de un total de 121 frigoríficos cerrados y cerca de 12.600 desempleados; 12,5 millones de cabezas de ganado menos entre 2008 y 2012 y una caída del 30 % de la faena y la consiguiente restricción de la oferta de carne en el mercado.

Con todo, los altos precios consiguientes, que según el informe aumentaron cerca de 150%, recortaron fuertemente el consumo nacional, que pasó de 68 kilos por habitante por año en promedio a los 57,5 kilos actuales.

Gran chaco

Tras más de ocho peses de paralización, el viernes pasado el frigorífico Gran Chaco volvió a faenar ganado vacuno y los primeros cortes cárneos que salen de la planta en Puerto Tirol ya se venden al público en los dos puestos de venta habilitados. El proceso de reactivación de la planta se realiza a través de una intervención del Estado, por medio de un fideicomiso de gerenciamiento, que permitió garantizar puestos laborales y la faena, tanto para abastecer el mercado interno como para la exportación.

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