Ocurrió en Escocia. La mujer lo llevó 300 metros en el capot al escapar de un guardia de seguridad de un shopping. Su abogado dijo que reaccionó así "porque pensaba que estaba embarazada".
Una mujer arrastró a un hombre con su auto a lo largo de 300 metros en la ciudad de Falkirk, Escocia, porque dijo que tenía sus hormonas alteradas. O al menos esa fue la excusa que utilizó Suzanne Gilchrist para explicar su imprudencia al volante.
Gilchrist estaba escapando de un guardia de seguridad de un shopping que la perseguía porque supuestamente se había robado un frasco de perfume. En ese momento apareció Stuart Morris, un peatón que simplemente estaba cruzando la calle, y oyó cómo la mujer increpaba al guardia.
Entonces ocurrió lo impensado. Ante el primer impacto, Gilchrist aceleró y salió disparada, con Stuart Morris colgado de su capot. Una cámara de seguridad grabó todo el incidente.
La mujer se declaró culpable del atropello pero no de robar el frasco de perfume. Su abogado dijo que reaccionó como lo hizo "porque pensaba que estaba embarazada y obviamente sufría de una alteración en sus hormonas".
Morris no tuvo heridas de consideración en el incidente, aunque sí se pegó un buen susto. La mujer fue condenada a cuatro años de prisión.
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