domingo, 20 de mayo de 2012

NAC. A 14 años de la muerte de Alfredo Yabrán

En 1998 el empresario postal fue señalado como instigador del crimen de Cabezas y lo buscaba la Policía. En 1995, Cavallo lo acusó de ser "jefe de la mafia enquistada en el poder" y lo sacó del anonimato. Crónica de una de las muertes menos creída

 

Un escopetazo en la boca convirtió hace 14 años a Alfredo Yabrán en uno de los muertos más cuestionados y controvertidos de todo el país.
A los 53 años, el poderoso empresario postal se descerrajó ese disparo fatal en una de sus estancias de Entre Ríos donde permanecía prófugo de la Justicia, acusado de ser instigador del crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, asesinado en Pinamar el 25 de enero de 1997.
Con el rostro irreconocible por la deflagración, el cuerpo de Yabrán apareció en el baño de la estancia San Ignacio, situada a unos 30 kilómetros de Gualeguaychú, el 20 de mayo de 1998 en horas del mediodía.
La noticia generó inmediatamente una ola de sospechas acerca de la veracidad y comenzó a rodar en la sociedad la hipótesis de que se trataba de un suicidio fraguado.
Cinco días antes, el juez de Dolores que investigaba el crimen del fotógrafo, José Luis Macchi, había librado la orden de captura internacional, luego de que Silvia Belawsky -la esposa de Gustavo Prellezo, un ex policía acusado de haber disparado contra Cabezas- acusara a Yabrán de haber planificado el asesinato.
La mañana del 20 de mayo de 1998, "Don Alfredo" -como le decían sus empleados- estaba absolutamente tranquilo y se dispuso a preparar una abundante picada para compartir con sus caseros Leonardo Aristimuño y Andrea Biordo, como antesala de un asado que nunca llegó a la mesa. El arribo de una comisión policial que pretendía detenerlo fue el detonante del desenlace fatal.
Yabrán se escondió en el baño con su escopeta preferida y ni bien escuchó que un agente tocaba el picaporte de la única suite del casco, lanzó el disparo que resonaría en el país entero.
Yabrán había logrado mantenerse casi en el anonimato hasta el 23 de agosto de 1995, cuando el ex ministro de Economía Domingo Cavallo lo responsabilizó ante el Congreso de ser "jefe de una mafia enquistada en el poder".
A partir de esa acusación, la imagen del enigmático empresario era el objetivo más codiciado de distintos medios. Y fue José Luis Cabezas quien capturó a Yabrán junto a su esposa caminando por la playa en Pinamar. Esa foto, que ilustró la tapa del 3 de marzo de 1996 de la revista Noticias, fue la primera que hizo público el rostro del enigmático empresario. "Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente", había dicho Yabrán a sus allegados, dando a entender que para hacer oscuros negocios era necesario tener un rostro desconocido.

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