El fármaco, llamado Truvada, no reemplaza a las terapias y cócteles pero los complementa. La agencia de salud estadounidense decidió que su uso es seguro y lo aprobaría el 15 de junio.
El medicamento no reemplazará a los actuales medios utilizados
para prevenir infecciones con el VIH, pero puede ser un buen complemento
según los expertos.
El comité antiviral de la Agencia del
Medicamento de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) decidió
ayer que el fármaco Truvada, que se usa para el tratamiento del virus
del sida, debe ser aprobado como método preventivo contra la infección
entre las poblaciones de riesgo.
Es la primera vez que los asesores de Salud del
gobierno de EEUU respaldan administrar un medicamento antiviral a las
personas sanas expuestas al VIH a través de las relaciones sexuales. Con
una amplia mayoría de votos a favor, el medicamento avanza un paso más
hacia la acreditación definitiva ya que la última palabra la tiene la
propia FDA. La decisión final se espera para el próximo 15 de junio,
según informó el diario The Washington Post, aunque desde la agencia
gubernamental no han confirmado la fecha.
El fármaco fue aprobado en 2004 y su composición es
una combinación de dos fármacos antirretrovirales, denominados tenofovir
y emtricitabina. La revisión al Truvada realizada esta semana por la
FDA concluyó que era seguro y efectivo para su uso como método
preventivo de la infección por VIH.
La FDA dijo que "la gente sana tolera bien este
medicamento", aunque entre los efectos secundarios se encuentran las
náuseas y el dolor abdominal durante las primeras semanas, aunque estos
síntomas disminuyen con el paso del tiempo.
El fármaco, elaborado por los laboratorios Gilead
Sciences (California) no reemplazará a los preservativos u otras medidas
que permiten relaciones sexuales seguras, sino que se usará como método
complementario.
Según los estudios previos, el medicamento disminuye
el riesgo de una nueva infección en un 42 por ciento entre los hombres
homosexuales sanos cuando se combinaba con otros métodos preventivos, y
en un 75 por ciento en las parejas heterosexuales en las que uno de los
miembros estaba infectado por el VIH. También, puede reducir el riesgo
de infección hasta en un 94 por ciento en personas que toman diariamente
esta pastilla. La primera vez que hubo indicios de que Truvada podía
evitar que las personas contrajeran el VIH fue en 2010, según informó la
agencia AP.
Una herramienta
El Truvada puede ser una herramienta muy útil para
mujeres que se dedican a la prostitución o que tienen parejas con VIH y
que no pueden negociar con estas el uso del preservativo, por ejemplo.
Pero, según algunos expertos, este nuevo paso podría
afectar a que se obstaculicen todos los esfuerzos en prevención que se
han hecho hasta ahora. Otros, en cambio, son claramente partidarios.
"Cuando un medicamento es seguro y efectivo para un uso particular, y
hay una necesidad obvia, me parece que la gente debe tener acceso a él",
sostiene en la revista Time Chris Collins, vicepresidente y director de
Seguridad Pública de la Fundación para la Investigación del Sida.
Otra contra es que el Truvada es caro. El coste en EE
UU es de más de 10.000 dólares al año, y podría ser accesible solo para
un pequeño grupo de personas.
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