INT. Declara en España el yerno del Rey investigado por corrupción

El duque de Palma de Mallorca, Iñaki Urdangarin, comparece ante el juez José Castro, imputado en un caso de malversación, falsedad documental, fraude y prevaricato. Negó la participación de su esposa, la infanta Cristina de Borbón, en las empresas investigadas y acusó a su socio.

Pese a las pruebas en su contra, Iñaki Urdangarin no fue formalmente procesado en el caso de corrupción en el cual se busca esclarecer el destino de fondos públicos entregados al Instituto Nóos, que presidió entre 2004 y 2006. El duque de Palma de Mallorca Es el primer miembro de la familia real en tener que presentarse ante la Justicia, pero lo hace bien cubierto: al menos 60 abogados lo acompañan. El yerno del Rey de España, esposo de la infanta Cristina Borbón, se presenta a declarar hoy, por segundo día, ante el juez José Castro en el marco de una investigación malversación, falsedad documental, fraude y prevaricato. La justicia intenta esclarecer el destino de fondos públicos entregados al Instituto Nóos, una organización sin fines de lucro, que Urdangarin presidió entre 2004 y 2006, y que junto a su socio, Diego Torres, utilizaron para transferir fondos públicos a otras empresas, también a su nombre. Hombre de negocios, el duque de Palma de Mallorca, esposo de la hija menor de los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, declaró ayer ante el juez y explicó que quería \"demostrar su inocencia\". \"Vengo a aclarar la verdad y a defender mi honor\", dijo ante el magistrado, y luego se dedicó a responder a sus preguntas. En su exposición descargó la responsabilidad en su socio Diego Torres y sostuvo que al frente del Instituto Nóos desempeñó siempre un papel institucional, ajeno a las actividades bajo sospecha. Además, reconoció que la Casa del Rey le pidió que abandonara sus negocios con las Administraciones públicas en 2006 y desligo ala Infantade cualquier relación con sus empresas. De acuerdo a la causa judicial, entre 2004 y 2006, la Fundación Noos se encarga de organizar actividades por las que cobraba precios sobrevalorados, y ese dinero era redireccionado a compañías, algunas de la cuales son propiedad de Urdangarin y su socio.