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jueves, 1 de marzo de 2012

Cristina ante la Asamblea Legislativa/"Me mataron" por el tren bala

Hubo minuto de silencio por le tragedia de Once, pero cuestionó que la hayan criticado cuando planteó la megainversión de Alston. Criticó a Macri por devolver los subtes “en conferencia de prensa”.

 



En la apertura del período 130º de sesiones en el Congreso de la Nación, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó que el país está por ley en “emergencia ferroviaria” y le apuntó a la Auditoría General de la Nación porque “nunca hubo pedido de rescisión” de contratos de concesión ferroviaria.

Ante mayoría propia, ante todo el gabinete y con el destituido juez español Baltazar Garzón -rodeado por Hebe de Bonafini y Estela Carlotto-, la presidenta justificó que el abandono ferroviario empezó en los ’60 con el Plan Larquin y pasó por “ramal que para, ramal que cierra”.

Reconoció que desde que se creó la Unirem (gestión De la Rúa) se renegociaron los contratos de empresas de cargas pero no las de pasajeros. También dijo que las tarifas pasaron en el área metropolitana de 0,95 a 1,10 y los salarios aumentaron en el mismo lapso 600 %. Repasó inversiones por $ 7.163 millones concentradas en servicios ferroviarios metropolitanos.

Dijo que “tendríamos los mejores trenes del país si no hubiéramos tenido que pagar” la deuda por la pesificación y ensayó que “cuando propuse con la excelente inversión de Alstom” el tren de alta velocidad “me mataron” por “intentar que hiciera un tren modelo”.

Ombligo metropolitano

Reiteró Cristina que es necesario “tener las pericias terminadas” para luego tomar decisiones sobre TBA . “No me va a temblar la mano para tomar decisiones”, insistió.

Pero en cambio criticó a Mauricio Macri por devolver los subtes cuando el contrato que firmó tiene “principio de ejecución”, porque “aumentó las tarifas 127 %” y la Casa Rosada deposita en tiempo y forma los subsidios.

Cuestionó por “adolescente” al jefe de gobierno porteño y dijo que le dará 30 días más de policía federal para que “pueda organizar” a 240 personas que custodien lo que debe seguir en manos de la ciudad.

Dijo que Macri era “injusto” porque Buenos Aires es la única ciudad que tiene subtes, e ironizó que la intendenta socialista de Rosario o el radical de Córdoba no le piden que “maneje” sus colectivos.

A confesión de parte, la jefa de Estado reconoció los $ 5.743 millones que puso el gobierno nacional en el subte, y los $ 11.785 millones con principio de ejecución para el soterramiento del Roca. Pero dejó el Belgrano Cargas -que recorre 14 provincias- con la remanida promesa “china” con inversiones por $ 2.700 millones en vías, trenes y vagones que llegarán del -lejano- oriente.

Demandas opositoras

Energía. La Coalición Cívica a través de María Eugenia Estenssoro, y la UCR, piden que el ministro de Planificación vaya a dar explicaciones junto al secretario de Energía, Daniel Cameron, por la pérdida del autoabastecimiento energético.

Boudou. Apenas dio explicaciones en la TV oficialista. El vicepresidente es investigado por la justicia por su supuesto “testaferro” al frente de la ex Ciccone calcográfica. El jefe de los senadores radicales, Luis Naidenoff, pidió informes.

Trenes. Victoria Donda planteará al juez federal Claudio Bonadío que no acepte al gobierno como “particular damnificado” en la causa por los 51 muertos en Once. “Sería una vergüenza” que la Justicia lo acepte.

Proyecto X. Margarita Stolbizer, del GEN, planteó una comisión investigadora sobre el seguimiento de líderes sociales por parte de Gendarmería, para saber si se violaron las normas de seguridad y derechos humanos.

Auditoría

El oficialismo logró postergar hasta mañana el nuevo informe sobre la concesión de los trenes estatales. La Auditoría General de la Nación es un organismo constitucional (art. 85) para la asistencia técnica al Congreso, en la función -también constitucional- de control de los actos de gobierno. En una punta del pendiente informe están los $ 1923 millones en subsidios a los Cirigliano durante el kirchnerismo (sin medir 2011); en medio están los trenes deficitarios y los juicios contra el ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, por recibir dádivas de los Cirigliano. Y en la otra punta están los 51 muertos de Once.

Según pasan los años

El 1º de marzo de 2008, Cristina se presentó por primera vez ante la Asamblea Legislativa como presidenta. Por entonces, Julio Cobos era un novedoso vicepresidente transversal del radicalismo “kirchnerista”; en tono “humanitario”, la presidenta pidió a Gran Bretaña que familiares de soldados fallecidos puedan visitar las Malvinas.

En 2009, la mandataria quiso afrontar los efectos de la crisis económica internacional subiendo las retenciones al campo. De ese fallido intento, cosechó la crisis con las entidades agrarias, el voto “no positivo” del vicepresidente y la idea de quien sería a la postre el sucesor de Cobos: fue allí cuando a Amado Boudou se le ocurrió llevar a la Casa Rosada la idea de estatizar las Afjp.

Para 2010, el kirchnerismo ya no tenía quórum propio pero contaba con la plata de la Anses. La recurrente emergencia y los poderes delegados le permitieron capitalizar la reactivación con protagonismo en primera persona y sin que la oposición se organice.

Para la apertura de 2011, la jefa de Estado ya lo había perdido a Él, tal como menciona a Néstor desde su muerte. Pidió entonces a propios y extraños que “no se hagan los rulos” especulando con la reelección.

Este año, Cristina tiene en su espalda el apoyo de una elección histórica, y a su frente -inmediato- el déficit energético, las investigaciones sobre Boudou, el desafío de las muertes de Once, al modelo y la ausencia de los vientos de cola, más allá de la renovada disputa verbal con Londres.

Banco Central e YPF

La presidenta mandó al Congreso “bajo mensaje 291, un proyecto de ley que es la modificación de la ley de la carta orgánica del BCRA y de la ley de convertibilidad”, que concluye con ésta última y solidifica las condiciones de capitalización de las entidades financieras de acuerdo a las normas de Basilea.

La mandataria reivindicó las funciones estatales para orientar el crédito, tal como lo hicieran países como Canadá, Francia, Alemania, Brasil, India, Inglaterra y otros sudamericanos en los dos últimos años. Advirtió que el BCRA debe estar en función de la “economía real” aunque de forma independiente al poder de turno, y que no es necesario reformular la ley de entidades financieras.

Por el lado de YPF la mandataria no despejó dudas ni rumores. Dijo que va a “tomar medidas para asegurar el abastecimiento de los argentinos y la competitividad de la economía argentina en cuanto a las costos de producción”, pero no mencionó cuáles serían sus próximos pasos.

Recordó que “el punto de inflexión de mayor producción de YPF se dio en 1999, el año anterior había sido desnacionalizada”. Reconoció la tarea que hiciera José Estenssoro “pese a que estaba en las antípodas” ideológicas.

Cristina recordó que de todas maneras YPF ya había sido vaciada por los préstamos que tomó durante la dictadura y por los contratistas. Y advirtió a las petroleras que “parte de sus utilidades se deben a los subsidios que reciben”.

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