jueves, 27 de agosto de 2015

ROSARIO Unánime reclamo de justicia por el crimen del arquitecto Sandro Procopio

Una muerte sin respuestas. Trabajadores de la construcción, distintas cámaras y el Colegio profesional manifestaron ayer frente a la obra donde lo mataron.
La Capital | 
Unánime reclamo de justicia por el crimen del arquitecto Sandro Procopio
 Los aplausos acompañando el clamor de justicia resonaron ayer a la mañana durante varios minutos en la esquina de Cerrito y Constitución, donde el martes a la tarde el arquitecto Sandro José Procopio fue asesinado tras ser emboscado por dos hombres que le robaron el celular y la billetera. Quienes reclamaban mayor seguridad y el esclarecimiento del caso eran obreros de la construcción, representantes del Colegio de Arquitectos, la Asociación de Empresarios de la Vivienda y Desarrollos Inmobiliarios de Santa Fe, la Cámara Argentina de la Construcción, colegas y amigos del profesional asesinado, vecinos.
El crimen del arquitecto de 48 años ocurrió a plena luz del día, a 30 metros de la obra a la que se dirigía a trabajar, en Cerrito al 3600, y a la vuelta de la comisaría 13ª. En ese mismo lugar se congregaron unas 500 personas, muchos de ellos albañiles que sostenían banderas argentinas y de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra). En tanto, una tela amarilla tenía la leyenda "Perdón familia Procopio", y llevaba la firma ONG, aunque nadie pudo explicar de qué entidad se trataba.
Queremos vivir en paz.PUNCTUATION_SPACEEl presidente del Colegio de Arquitectos de la ciudad, Aureliano Saruá, se sumó a la concentración y expresó: "No sólo el Colegio sino toda la comunidad tienen que estar tristes ante un hecho de estas características. Murió un trabajador. Por eso la Uocra también le rinde un homenaje y convocó a sus afiliados. Nosotros no aguantamos más, queremos vivir en paz. Nuestros gobernantes son los que tienen que tomar el toro por las astas. Nosotros simplemente tenemos que demostrar nuestra indignación. Este es un barrio muy tranquilo y este tipo de cosas no pueden pasar ni en una villa. Algo está fracasando en nuestra sociedad, en nuestros gobernantes y en la Justicia que no hace lo que debe".
Saruá fue enfático al afirmar que la convocatoria se daba porque murió "un trabajador nuestro, pero también un ciudadano de Rosario. Hoy somos todos la familia Procopio porque de la misma forma en que se atacó a este arquitecto se ataca permanentemente a diferentes personas en la ciudad".
En tanto Carlos Vergara, secretario general de la Uocra Rosario, dijo con tono calmo pero firme: "Lo que pasó con Procopio es un hecho lamentable. A nuestros trabajadores les roban las bicicletas, las motos, los autos, o lo esperan en una esquina, les pegan y les sacan el celular y las herramientas. Esta es una marcha por la vida y el trabajo. Queremos pedir justicia por este hombre que mataron. Salimos a trabajar para llevar el pan de cada día a nuestra familia y estamos en manos de cualquier delincuente que termina tu vida en un segundo".
Vergara adelantó que "hay que hacer una gran movilización" y dijo que la van a planificar con los empresarios. "Estas cuestiones deben tener soluciones políticas porque se le puede reclamar a la policía, al juez o al fiscal pero si no hay una decisión política seria de cuidar nuestras vidas ésto no va a cambiar. Le pedimos disculpas a la familia de Procopio por hablar por ellos, pero lo hacemos con el corazón y para defender la vida".
Desesperado.PUNCTUATION_SPACEFrente a la obra en construcción estaba César Berta, un amigo íntimo del arquitecto asesinado. "Estoy desesperado. Quiero que se haga justicia. Hay muchas personas que nos dicen que ahora se ocupan porque era el hermano de un periodista y eso me parece injusto. Se tienen que dar cuenta de que le puede pasar a cualquiera. Que esto sirva para que todo el mundo se ponga las pilas y exiga seguridad a las autoridades", dijo entre sollozos.
Finalmente Fernando, el dueño de la propiedad cuya obra conducía Procopio, dijo que "si alguien mata a una persona a cien metros de una comisaría es porque sabe que es mínimo lo que le puede pasar". El hombre agregó que "el viernes pasado, en Presidente Perón y Castellano, a doscientos metros de la seccional 13ª hubo un feroz tiroteo; y el fin de semana hubo una entradera en Cerrito al 3200, a cuatro cuadras de la comisaría. Es decir, todo pasa alrededor de la seccional y nunca hay una solución".
Acerca de Procopio, Fernando dijo que "era una excelente persona y un gran profesional. El lunes vino a la obra a hacer su trabajo y terminó muerto. Lo conocí a través de mi hermano y empezamos a trabajar en diciembre. Era una persona cordial y amigable más allá de lo profesional. No se merecía esto", agregó casi quebrado por el dolor. Y desmintió que el arquitecto haya tenido en su poder dinero para pagar a los obreros. "No pagamos en efectivo. Los albañiles tienen su tarjeta y cobran por cajero. Nunca vi movimiento de dinero en la obra".
Buscan determinar si el ataque realmente fue un hecho al voleo
La investigación que busca dar con los delincuentes que asesinaron al arquitecto Sandro Procopio a plena luz del día y en la calle, sumará otra ronda de declaración de los operarios que trabajan en la construcción que el profesional supervisaba y a dónde se dirigía ese día, además del dueño del inmueble. Es para determinar si ese día debía realizar pagos o movimientos de dinero para descartar que no haya sido blanco de un robo planificado.
La pesquisa del homicidio busca hilvanar datos para determinar si la extrema agresión ocurrió en el marco de un robo al voleo o tuvo cierta planificación a partir de algún dato erróneo recibido por los delincuentes. Más allá de que hasta el momento se confirmó que el profesional fue despojado sólo de su billetera y un celular (no llevaba maletín o bolso), las imágenes de una cámara apostada en una vivienda ubicada a unos 30 metros de la escena del crimen muestra que los agresores lo encaran directamente, como sabiendo que podía trasladar un botín importante.
Después de realizar las primeras actuaciones, la fiscal Marisol Fabbro cuenta con la colaboración de su par de la Unidad de Homicidios Pablo Pinto, quien ayer ordenó la pericia balística sobre un proyectil extraído del cuerpo de la víctima para determinar el calibre del mismo, aunque los informes preliminares dan cuenta de que sería calibre 22. Esa bala ingresó por la cadera izquierda y quedó alojada del lado derecho, a la altura de la cresta ilíaca.
También ayer la fiscal pidió la filmación de la cámara de vigilancia de una mutual ubicada en la esquina de Cerrito y Constitución. Esa grabación está alojada en un servidor de Santa Teresa (Santa Fe), desde donde ayer fue remitida a la fiscalía.
Por otra parte se confirmó que el celular robado a Procopio se activó dos veces luego del hecho y en la zona. Y ese dato, al igual que la identificación de un Volkswagen Gacel o Senda en el cual se presume iban los delincuentes, se valoran con discreción.
Voceros de la Fiscalía confirmaron además que con el objetivo de conocer la verdadera motivación del ataque y si ese día Sandro debía hacer algún movimiento de dinero, se citará a los trabajadores de la obra hacia donde caminaba cuando fue asesinado, y a profesionales y personal que compartía tareas y proyectos con Procopio en su estudio particular.
Por la mecánica del ataque directo, los investigadores quieren descartar que haya sido una batida, es decir un dato liberado a los delincuentes que al final pudo ser erróneo o equivocado, ya que Procopio no llevaba una suma importante de dinero.
Tampoco se puede obviar que justo enfrente del lugar donde sucedió el crimen funciona una mutual (Los Arroyos), cuyo movimiento de dinero podría resultar atrayente paras los maleantes, cuyas verdaderas intenciones sólo pueden deducirse.
Según la reconstrucción del hecho, Procopio recibió un impacto de bala con orificio de entrada sin salida cuando dos delincuentes lo abordaron para robarle mientras se dirigía a la obra que dirigía y luego de un breve forcejeo le arrebataron la billetera y un celular. En las imágenes de una casa de la zona puede verse como un auto oscuro aminora la velocidad por Cerrito antes de que pase el profesional caminando. Luego dobla muy despacio hacia Constitución. Y aunque no se ve, la presunción es que de ese vehículo bajaron los asesinos.

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