Hoy se reunirán en la puerta del Superior. Reclaman la intervención del rector Maiorana. Aseguran compartir la exigencia salarial docente, pero advierten sobre las consecuencias.
La Capital |
En medio de un conflicto que amenaza con extenderse, los padres de los alumnos de las escuelas secundarias que dependen de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) empezaron a manifestar públicamente su malestar. Aunque aclaran que entienden e incluso apoyan el reclamo salarial docente, consideran "lamentables" los efectos que el paro por tiempo indeterminado imprime sobre el ritmo de cursado y el desarrollo de los contenidos y sus evaluaciones. Hoy a la mañana se reunirán en la puerta del Superior de Comercio y ya redactaron una nota para entregar a las autoridades del rectorado.
El viernes pasado, los profesores agrupados en la Coad decidieron rechazar la propuesta de aumento escalonado, que en noviembre alcanza el 32 por ciento promedio, presentada por el gobierno nacional en la quinta reunión paritaria. De ese modo, el paro por tiempo indeterminado lanzado por los docentes entrará en su cuarta semana y todo indica que se extenderá hasta el inicio del receso invernal el 7 de julio próximo (ver aparte).
La medida es parte de una protesta que comenzó el 28 de marzo con una huelga de 24 horas y fue escalando en medidas de fuerza progresivas que ya restaron al primer cuatrimestre más de un mes de clases. Y a diferencia del dispar acatamiento en algunas facultades, en los tres colegios preuniversitarios el paro contó con una adhesión total, al punto que obligó a reprogramar actividades académicas, como por ejemplo suprimir las evaluaciones cuatrimestrales.
"Desde que empezaron las clases, los chicos tuvieron apenas dos semanas de clases completas. En el resto siempre hubo algún día de huelga", advirtió Mariana, madre de un alumno de 1º año del Superior de Comercio.
La mujer señaló que las consecuencias de las medidas de fuerza se sienten particularmente entre los chicos que recién empiezan a cursar la secundaria "y no tienen continuidad, hábitos de estudio ni capacidad para abordar solos los contenidos" de las materias, sobre todo aquellas que ni siquiera se desarrollan en el nivel primario.
Con esa preocupación en común, un grupo de padres de los primeros años del Superior pidieron la semana pasada mediante una nota una entrevista con las autoridades del colegio. Y hoy, a partir de las 7.45, se juntarán en el edificio de Balcarce al 1200 para volver a solicitar la cita con el objetivo de "pensar alternativas que no dejen a los chicos a la deriva".
Mariana aclaró que no se trata de meter presión a los profesores. "Los padres no estamos en contra del reclamo, es más, nos solidarizamos con ellos, pero no nos parece la manera en la cual se manifiestan. Se debería buscar otra alternativa más inclusiva que no reste tantas horas de clase".
Juntan firmas. En tanto, otro grupo de padres, empezó a juntar firmas para una carta que proyectan entregar el próximo miércoles al rector de la UNR, Darío Maiorana. En el escrito, que llevarán a la portería de los colegios, manifiestan su preocupación por las consecuencias que la medida de fuerza tiene en el ritmo de cursado, el desarrollo de los contenidos y las evaluaciones.
"No queremos coartar el reclamo, apoyamos a los docentes, pero como padres, necesitamos que las autoridades y ellos puedan arribar a un dialogo constructivo y favorable para todos", aseguran.
Viviana Waisman es parte del grupo de padres de alumnos de 3º año del Superior que está al frente de esta movida. "Han sido muchos días sin clases. Por lo menos queremos mostrar que estamos presentes y que no da lo mismo si los chicos tienen clases o no", indicó.
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