domingo, 27 de abril de 2014

SANTA FE: Taller de cerámica: un rincón que rescata la identidad de la región

Nació en 1960 con el fin de formar a artesanos aprovechando los recursos naturales del lugar. Con materia prima recogida del riacho Santa Fe, alumnos y docentes modelan día a día fragmentos de la propia cultura.

Luciana Dall’Ágata / Diario UNO de Santa Fe








Dentro de un mes, el taller de cerámica artesanal de La Guardia cumplirá 54 años. Se trata de un espacio mítico, fundado el 28 de mayo de 1960 en una zona que fue sede de una importante industria cerámica, que aprovechaba la excelente materia prima lugareña: la arcilla del riacho Santa Fe. Fue Alfredo D’Auría, primer maestro y director, quien en la década del 60 comenzó a realizar las primeras piezas a mano, que luego eran moldeadas para ser producidas en serie y vendidas en Santa Fe, Buenos Aires y en ferias artesanales en distintos puntos del país. Entre otras piezas realizadas por los alumnos, surgió entonces la típica cerámica zoomorfa negra bruñida, que identifica a la ciudad y la región.
En la actualidad, el Taller de Cerámica Artesanal de La Guardia brinda formación, enseña un oficio, con las materias primas y recursos propios de la zona. Su objetivo principal es rescatar la identidad del lugar, investigando, replicando y recreando las formas y técnicas prehispánicas. Es decir, rescata tradiciones de los antepasados, parte de la cultura, con una producción artesanal creativa altamente valorada. Hace pocos años, se creó la Asociación Amigos del Taller de Cerámica Artesanal de La Guardia, con el propósito de contribuir a su sostenimiento y promocionar la actividad de los artesanos.
A través de gestiones de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), integra la Red Iberoamericana de Innovación y Transferencia de Tecnología para el Fortalecimiento Artesanal (Ritfa) del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted).
Esta Red –que integran comunidades artesanales y universidades de Chile, Colombia, Ecuador, México y República Dominicana– tiene como objetivo crear un marco de cooperación internacional de largo plazo entre grupos de investigación y organizaciones del sector artesanal para promover y fortalecer procesos sostenibles de innovación y transferencia de tecnología aplicados a las actividades artesanales.
En este marco, el Taller de Cerámica impulsado por el Gobierno de la Ciudad comenzó en el 2011 a trabajar juntamente con la UNL en un exhaustivo análisis de la institución respecto de las estructuras de funcionamiento y administración de cara a un desarrollo productivo sustentable.

Un trabajo en red

Ritfa surge a partir de reconocimiento que el desarrollo artesanal en Iberoamérica constituye, como actividad laboral genuina, un factor importante en la construcción de una identidad sociocultural regional que permite potenciar ese conocimiento a través de procesos de innovación y transferencia de tecnología con el fin de generar mayor valor agregado, conservar el conocimiento autóctono y compartir prácticas sostenibles que posibilite una exitosa inserción en los mercados.
En este marco, Ritfa se constituye como un espacio de investigación y acción capaz de contribuir al desarrollo del sector artesanal, considerando que para lograr productos competitivos hay que tener en cuenta aspectos tales como la preservación y procesamiento de materias primas, acceso a canales de distribución, gestión empresarial, comercialización y asociatividad, entre otros.
El propósito es crear un marco de cooperación internacional de largo plazo entre grupos de investigación y organizaciones del sector artesanal para promover procesos sustentables de innovación y transferencia de tecnología aplicados a las actividades artesanales.

Técnica y materiales

Los museos Etnográfico y el de Sitio en Santa Fe la Vieja, Cayastá, fueron un eje de inspiración para el espacio, ya que su patrimonio se transformó en fuente de creatividad a la hora recuperar técnicas prehispánicas, aquellas que utilizaban los primeros cazadores y recolectores, que hoy son abordadas por los alumnos asistentes, como la cerámica litoraleña, que es bien autóctona, y la cerámica de los guaraníes, pintadas con motivos geométricos en un inicio, y con figuras florales después, tras la influencia de la cultura hispana.
“Trabajamos lo que es la cerámica negra y aplicamos la técnica del bruñido”, contó Juliana Frías, docente y encargada del taller, quien al mismo tiempo aclaró que el taller está dividido en un área formativa (que tiene un sector infantil y otro de adultos) y otro de producción. Al primero se puede ingresar desde los ocho años, y al segundo sólo si se reúnen las condiciones que las docentes a cargo requieren para el trabajo grupal.
“Aquí se hacen piezas únicas que pretenden reivindicar a los aborígenes de la región, que fueron los primeros que trabajaron la arcilla”, aseguró Juliana Frías, quien también señaló que el sistema de trabajo es similar al de una cooperativa, ya que todos los ingresos se dividen de acuerdo a lo establecido por la Asociación Amigos del Taller de Cerámica de La Guardia, agrupación que se formó con el propósito de contribuir a su sostenimiento y promocionar la actividad de los artesanos.

DIARIO UNO.

No hay comentarios:

Publicar un comentario