martes, 31 de diciembre de 2013

SANTA FE: Un instituto cerró y dejó sin respuestas a unos 600 jóvenes

Los alumnos aseguran que pagaron cuotas y reinscripción, y que sin aviso el establecimiento dejó de funcionar. Los alumnos reclamaron el sábado frente al local desmantelado.
.Diario UNO | 
Un instituto cerró y dejó sin respuestas a unos 600 jóvenes

En la edición del 15 de agosto pasado de Diario UNO de Santa Fe, un grupo de alumnos de la carrera de Auxiliar de Farmacia del Instituto Cecal (Centro de Formación Laboral SA) denunció irregularidades en el dictado de clases, la currícula y el título.


El matutino constató lo señalado por los estudiantes –muchos de ellos provenientes de otras localidades de la provincia e incluso de Entre Ríos– mediante consultas al Ministerio de Educación santafesino y a la Universidad Católica de Santiago del Estero (que negó avalar el título, tal como promocionaba Cecal).


En los últimos días de este mes de diciembre, todos los alumnos se encontraron con las peores noticias. Según señalan los estudiantes en las jornadas previas a la Navidad, el instituto cobró a todos los inscriptos en sus distintas carreras las cuotas atrasadas –con el pretexto de que sin ello no podrían rendir sus materias–, un monto para la organización del acto de colación (a quienes se recibían este año) y la reinscripción para el ciclo 2014.


Horas después, el dueño de la institución (a la cual se ingresaba por la plazoleta de calle Juan de Garay, frente al Teatro Municipal) llegó con un grupo de custodios y la desmanteló. Así cerró sus puertas, cuentan los alumnos, que ahora exigen alguna respuesta.


Este fin de semana, muchos de ellos se manifestaron frente a la sede. Detrás de los vidrios, sólo quedó el cartel que recibía a quienes ingresaban a la carrera de Chef y algunas bolsas de residuos. En la fachada, aún se observa la cartelería de los cursos.


“Actuó con maldad”
En diálogo con Diario UNO, Cristian Álvarez, ex director de la carrera y docente en las especialidades gourmet, relató: “Yo era profesor del instituto en Rosario y vine de director a Santa Fe. Estuve dos años y en 2013 hubo problemas económicos, me debían cuatro meses y, como no me pagaban, renuncié hace tres meses”.


“Comenzaron a contratar para dar clases a personas que no eran docentes y empezaron los rumores de quiebra. Mantuvieron al personal administrativo y docente con excusas estos tres meses para no pagar. El 21 de diciembre llegó Marcelo Laplace, que es quien manejaba el instituto, con cuatro patovicas y empezó a desmantelar todo”, agregó.


En la misma línea, continuó su relato: “Ese mismo día 21, el hombre le cobró dos cuotas a uno de los alumnos para permitirle rendir y un rato después cerró el instituto. Otro alumno le pagó por anticipado y a otros les cobró ese día la reinscripción para el año que viene. Recaudó todo el efectivo que pudo ese último día, cerró todo y desapareció”.


—¿Cuántos alumnos concurrían al instituto?

—Yo era el director de Gastronomía, pero había muchas otras áreas. Sólo en nuestra carrera había unos 250 alumnos. En total eran unos 600 estudiantes los que venían al instituto entre las distintas especialidades.


—¿Qué ocurrirá con ellos?

—Acá hay que aclarar que la Red Cecal, que trabaja a nivel nacional, no tiene nada que ver con lo ocurrido en Santa Fe. Funciona bien en todo el país. Desde el instituto de Rosario, cuando se enteraron lo que ocurrió en Santa Fe, uno de los dueños, Pablo Curto, decidió darle una oportunidad a los chicos para que el 25 de enero rindan su examen final y les otorgará el título a los que se recibieron. En cuanto a los demás, se verá la posibilidad de entregarles un certificado analítico para que puedan elegir otra institución, porque les dijeron que ahora supuestamente los iba a absorber otro instituto local, pero lo bueno sería que puedan decidir dónde concurrir.


La previa
En agosto pasado, Eugenia Patricelli y Carolina Vannay, dos alumnas del curso de Auxiliar de Farmacia del instituto privado Cecal de Santa Fe, se presentaron en Diario UNO para denunciar irregularidades en el mismo. En esa oportunidad, hace cuatro meses, el matutino consultó a uno de los dueños del instituto, Marcelo Laplace, a un número celular de Chaco. Este desmintió los dichos de las alumnas y lo atribuyó a que Cecal venía “ganando mercado frente a otros institutos”.

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