La jueza de Instrucción Nº 5, María Luisa Pérez Vara, imputó anoche a Emanuel Sandoval, un chico de 22 años conocido como “Ema Pimpi”, haber formado parte del grupo que atentó a balazos contra la casa del gobernador Antonio Bonfatti el 11 de octubre pasado. El acusado rechazó los cargos en una breve indagatoria a la que llegó enfundado en un chaleco antibalas y con una importante custodia policial, que lo trasladó para participar de la medida desde la cárcel de Piñero, a la que retornó luego del trámite.
La Capital |
En base a informes policiales, Sandoval fue acusado de los delitos de abuso de armas agravado, portación de arma, daño y amenazas calificadas, imputaciones que se desprenden del ataque en el que al menos desde dos motocicletas, según el reporte contenido en el sumario, efectuaron 14 disparos contra el frente de la vivienda de Darragueira y Gallo. Le atribuyen haber provisto las motos y las armas con las que se concretó el atentado. Es la cuarta persona imputada en la causa de las cuales tres están privadas de libertad.
Marcos Cella, abogado particular de Ema Pimpi Sandoval, señaló que su cliente refutó las acusaciones en su contra, que adjudicó al armado malicioso del jefe de la comisaría 10ª, Ronald Cuñé, a quien lo vinculan una serie de conflictos explícitos. Al igual que el gobernador, Sandoval vive en jurisdicción de esa seccional policial.
“Soy inocente, niego el hecho que se me imputa, todo esto me lo armó Cuñé con su gente”, fue el reporte textual que Cella ofreció respecto de lo que dijo su cliente. Además de la jueza Pérez Vara se encontraban las fiscales Ana Rabín y Natalia Benvenuto, el secretario del juzgado Florentino Malaponte y el defensor del acusado.
Fuentes de la causa señalaron que la imputación en contra de Sandoval “se basa en informes policiales que trascienden la esfera de la comisaría 10ª”. Pero consignaron que los elementos de cargo están en vías de elaboración debido a que las pericias se encuentran en trámite.
El nombre de Ema Pimpi fue enlazado con el atentado al gobernador a doce horas del hecho. Fue buscado en un allanamiento en el que resultó detenido su hermano, Lucas Sandoval, a quien le secuestraron un arma de fuego. Cella señaló entonces que la acusación contra los Sandoval adolescía de evidencia y terminó imponiendo su planteo en el tribunal dado que la jueza le dictó a Lucas la falta de mérito.
El viernes pasado, a las 19, la comisaría 9ª reportó que se había producido un incidente entre un joven y un grupo de cuidacoches en la zona del shopping Portal Rosario. Cuando una patrulla de la 9ª se presentó en el lugar detuvieron al joven que resultó ser Emanuel Sandoval. Se lo conectó de inmediato con la causa del ataque a Bonfatti y por ello anoche fue indagado.
“No entendemos todo este despliegue cuando ofrecí su presentación en el juzgado”, sostuvo Cella. Propuso además que su cliente no fuera llevado a las cárceles de Piñero o Coronda porque está amenazado. Y requerirá hoy que la investigación balística sea realizada en presencia de la defensa, con el resguardo de la cadena de custodia y por peritos de una fuerza de seguridad distinta de la policía provincial.
Fuentes cercanas a la acusación consignaron que “Ema Pimpi” estuvo sujeto a una investigación federal realizada por Gendarmería y que informes de inteligencia policial lo señalan como dedicado a la comercialización de drogas aunque no tiene imputaciones por tal delito. El 14 de septiembre pasado un BMW negro de su propiedad fue incautado por efectivos de la comisaría 10ª. Aquella noche el vehículo fue perseguido por la policía y sus ocupantes exhibieron un arma. El auto de alta gama terminó accidentado y sus ocupantes huyendo según la versión policial.
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