jueves, 28 de noviembre de 2013

El Senado le dio media sanción a la reforma del Código Civil y Comercial y lo envió a Diputados

El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo contó con el respaldo del bloque de senadores del Frente para la Victoria y sus aliados. A la hora de votar, el radicalismo, el FAP y el peronismo disidente se retiraron del recinto.
La Capital | 

 La Cámara de  Senadores sancionó esta madrugada la reforma y unificación del  nuevo Código Civil y Comercial de la Nación y lo giró a Diputados,  tras una extensa jornada que se inició la tarde del miércoles 27 y  terminó a la madrugada del día siguiente.
El Senado le dio media sanción a la reforma del Código Civil y Comercial y lo envió a Diputados
El proyecto impulsado por el Poder Ejecutivo contó con el  respaldo del bloque de senadores del Frente para la Victoria y de  sus aliados. Sin embargo, a la hora de votar, el radicalismo, el FAP y el  peronismo disidente se retiraron del recinto.
La votación, que se realizó a las 4.30 de la mañana, tras  casi doce horas de discusión, salió 39 votos a favor y uno en  contra del salteño del Partido Renovador Juan Pérez Alsina.
El debate giró en torno de algunas cuestiones fundamentales,  como la responsabilidad del Estado y el debate sobre el inicio de  la vida, pero también con el acceso al agua, a la tierra o el divorcio.
Sin embargo, antes de que se inicie la discusión, el  radicalismo había pedido que la norma no se votara a "libro  cerrado", algo que a lo que el kirchnerismo se negó.
"Era el final que buscaban. Es una forma de no comprometerse  en esta discusión y hacer aparecer el Código como fruto de una sola  facción política", advirtió el jefe del bloque oficialista, Miguel  Angel Pichetto. Antes, el radical Ernesto Sanz había anticipado que se iban a  retirar del recinto "por respeto" a su "dignidad" y por la decisión  del kirchnerismo de aprobar la norma "a libro cerrado".
También se retiraron de la sala de sesiones las peronistas  disidentes Liliana Negre de Alonso y Sonia Escudero, quienes si  bien anticiparon que iban a votar a favor de la iniciativa gracias  a la modificación del artículo sobre concepción humana, luego de  que el oficialismo anticipó que esa cuestión debería ser modificada  en Diputados, optaron por retirarse.
El presidente de la Comisión Bicameral Especial, el  kirchnerista neuquino Marcelo Fuentes, abrió la discusión a las  cinco de la tarde argumentando que "esta reforma es el recupero del  concepto de la libertad, de la diversidad y del derecho que tenemos  a ejercer en plenitud nuestras posibilidades sin que haya una  visión única".
Por su parte, Pichetto defendió el voto a favor del Código  que impulsa el Frente para la Victoria, aunque dijo que no  compartía su "matriz civilista". "Tengo una mirada positiva de lo hecho, no con la mirada  destructiva. Estamos haciendo avances significativos en otras  cosas", destacó el senador rionegrino. De todos modos, Pichetto dijo que iba a votar a favor, pese a  sus disidencias, por "disciplina política".
"No lo comparto. Lo voy a votar porque tengo obligaciones  políticas, pero hay una estructura de pensamiento y una idea que  liquida la relación del sujeto privado con el Estado y la coloca  dentro del marco del derecho público", describió.
Pichetto también dijo que el artículo 19, sobre la cuestión  de la concepción, tampoco lo satisfacía y que esperaba que la  Cámara baja volviera a la redacción original que hablaba de la  existencia de vida humana a partir de la implantación del embrión  en el seno materno, en las fertilizaciones asistidas.
Varios legisladores criticaron esa reforma, entre ellos, el  radical Sanz, quien dijo que "quienes crean que estamos hablando de  cosas que tienen que ver con laboratorios y manipulaciones se  equivocan, porque estamos hablando de cosas que tienen que ver con  el amor y la vida".
La ausencia de artículos que establezcan el derecho del  acceso al agua también fue parte de la discusión, cuando el radical  tucumano José Cano cuestionó esa decisión.
El oficialista bonaerense Aníbal Fernández le respondió, por  su parte, que "el acceso al agua es un derecho público esencial" y  que por eso "no es imperioso que esté en el Código Civil". Fernández también ponderó que el nuevo Código será “una  solución para la familia" en cuanto a la cuestión del "divorcio".
El socialista Rubén Giustiniani cuestionó que el oficialismo  no haya querido introducir modificaciones al articulado de la norma  y se refirió, entre otros temas, a que se haya quitado del Código  "el derecho al acceso al agua potable como un derecho humano, en  beneficio de las empresas mineras y detrimento de los ciudadanos".
Por su parte, el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá  también criticó el "apuro" del oficialismo por aprobar en un  "trámite express" el nuevo Código Civil y Comercial al sospechar de  la existencia de un "toma y daca entre el Poder Ejecutivo y el  Judicial".
"¿Qué apuro hay? ¿Por qué tenemos que tratar a libro cerrado  y con fórceps el nuevo Código? Antes había que sancionar el Código  antes del 7D. Después se suspendió. Ahora que salió la  constitucionalidad de la Ley de Medios, apuramos el tratamiento",  puntualizó Rodríguez Saá.
El proyecto que consta de más de 2600 artículos e introduce  cambios sustanciales que modificarán la vida de los argentinos,  entrará en vigencia el 1 de enero de 2016 una vez que la Cámara de  Diputados la sancione, presumiblemente, el próximo año.
Entre otros puntos, la sanción del Senado establece que el  comienzo de la existencia humana se produce en la concepción,  modificando la redacción original que incluía en los casos de  reproducción humana asistida, que la vida comenzaba con la  implantación del embrión en la mujer. En ese sentido, aclara que la protección del embrión no  implantado será objeto de una ley especial.
También se eliminó de la redacción actual cuestiones como la  "filiación post mortem" y la regulación de la "propiedad para uso  social". 

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