Colón consumió su séptimo entrenador desde el año 2006 cuando Germán Lerche asumió la presidencia de la institución sabalera. El de mayor eficacia fue Fernando Gamboa, quien paradójicamente fue despedido.
Desde que Germán Lerche asumió como presidente de Colón, ganando las elecciones en junio de 2006 y siendo reelecto en dos oportunidades más en los años 2008 y 2010, pasaron por la institución sabalera siete entrenadores, un promedio de un técnico por año, con resultados dispares pero siempre lejos del objetivo de máxima que es ser campeón o al menos pelear el torneo hasta las últimas fechas.
A excepción de aquellas campañas bajo la conducción de Antonio Mohamed (Clausura y Apertura 2009) en las que sumó 68 puntos y clasificó a la Copa Libertadores, el resto dejó mucho qué desear y la película siempre tuvo el mismo final.
A excepción de aquellas campañas bajo la conducción de Antonio Mohamed (Clausura y Apertura 2009) en las que sumó 68 puntos y clasificó a la Copa Libertadores, el resto dejó mucho qué desear y la película siempre tuvo el mismo final.
El técnico que obtuvo la mayor eficacia pero que dirigió muy poco fue Fernando Gamboa, quien obtuvo el 50% de los puntos en juego pero apenas estuvo 20 partidos en el banco porque luego de una derrota como local ante Olimpo fue despedido por el presidente Lerche, quien esa tarde sintió la reprobación de los hinchas hacia su persona.
Y el que menor porcentaje consiguió fue Julio César Toresani, quien perdió los cuatro partidos que dirigió y fue cesanteado en sus funciones para que asuma Julio César Falcioni. Fue el primer entrenador que despidió la gestión de Lerche, que por ese entonces hacía dos meses que había asumido.
El resto de los técnicos se fueron por su cuenta como los casos de Falcioni, Leonardo Astrada, Mohamed y Roberto Sensini, el restante fue Mario Sciacqua y, más allá de que se intentó maquillar que fue una rescisión de común acuerdo, lo cierto es que Lerche y Gabriel Batistuta, por entonces el secretario técnico, decidieron poner punto final al trabajo de Sciacqua para la asunción de Sensini, quien justamente se hizo cargo del plantel al día siguiente que se despidiera Sciacqua.
El final es conocido por todos, la derrota contra San Lorenzo la falta de respuestas por parte de los jugadores terminaron por obligar a Sensini a decir basta ya que la caída era cada vez más pronunciada. Se cerró la etapa de Boquita y por ahora es una incógnita cuál se abre.
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