lunes, 18 de febrero de 2013

NEWELL'S PUSO LA MEJILLA Y LANÚS FUE MUY SUPERIOR Y LO GOLEÓ EN EL PARQUE


Martino optó por rotar de entrada y le salió muy mal. El equipo fue goleado por un rival que juega bien y que le expuso sus debilidades.
La Capital | 

NEWELL'S PUSO LA MEJILLA Y LANÚS FUE MUY SUPERIOR Y LO GOLEÓ EN EL PARQUE
Siempre es más fácil hablar con el diario del lunes, pero a decir verdad, la apuesta que eligió el Tata Martino el sábado contemplaba ya desde el vamos riesgos excesivos e ¿innecesarios? Con apenas dos partidos sobre el lomo en el año, con la competencia recién iniciada, el entrenador rojinegro optó. Y lo hizo mal. Porque la derrota en el Coloso ante Lanús era una posibilidad por el potencial que viene exhibiendo el rival desde hace rato, pero nunca es bueno ofrecérsela en bandeja, dejando además una imagen de debilidad inesperada que, sobre todo, atenta contra la confianza propia. Newell\'s puso ayer la mejilla, fue goleado bien y hasta pudo sufrir una diferencia mayor. Semejante concesión en la formación tuvo su costo, dejando a la vista una segunda lectura: por lo visto en este primer ensayo de prueba y error, este plantel no dispone de material en cantidad suficiente para competir con las mejores perspectivas en dos frentes.
Si esta última aseveración fuera la asumida puertas adentro, entonces podría entenderse que Martino haya elegido ir con todo por la Copa Libertadores, meta sin dudas mucho más seductora con el colchón que hizo en el promedio. Lo llamativo, si fuera el caso, es haberlo hecho tan pronto. Es cierto que la victoria ante Independiente fue bajo la lluvia, que el debut copero ante Olimpia fue intenso. Pero el cansancio, a esta altura, no debería pasar una gran factura, más porque ayer era el estreno de local en el Final y el jueves también se jugó en casa.
Sea como sea, Newell\'s le opuso una formación alternativa a Lanús y este buen equipo de Barros Schelotto lo aprovechó en grande. Por momentos parecía que lo dejaba hacer a Newell\'s, pero siempre estuvo agazapado para aprovechar la inconsistencia de la última línea con graves problemas de sincronización, sobre todo de los ingresados Víctor López y Ferracuti. Así Velázquez cruzó un pase letal para que Romero desparramara a Peratta. Así aprovechó un tiro libre que Regueiro no pudo cabecear entrando solo pero que desconcertó a Cáceres, al punto de llevarse la pelota por delante e introducirla en el arco. Así Pizarro burló la increíble lentitud de Vergini y su torpeza para cometerle penal, con el cual liquidó Regueiro el pleito. Y así llegó unas cuantas veces más como para gritar un cuarto gol.
¿Y Newell\'s? Tres disparos de afuera de Pablo Pérez, el más participativo, poco de Maxi (al final tuvo la más clara, que le sacó Marchesín), que sólo la recibió redonda cuando entró Figueroa, mucho barullo de Orzán y Tonso, subidas sin punch de Cáceres y Ferracuti, nada de Urruti, absorbido por los centrales, y circulación de un extremo a otro sin lograr nunca profundidad. Y enfrente, un adversario sabio que lo lastimó cuanto pudo.
El partido se terminó al inicio del complemento y si Martino tenía alguna duda sobre si mandar a alguno de los pesados a la cancha, no le quedó otra que no variar el libreto. Newell\'s no había podido ponerse nunca a la altura de Lanús y con el 0-3 ya no tenía sentido hacerlo. Perdió feo, se dio un porrazo y sólo queda aferrarse a lo que dijo la Fiera: tal vez sea a tiempo. Que le sobra, claro.

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