Con su hermano, que fue apresado, y otra pareja, robaron en una orfebrería cuyo dueño se resistió.
/La Capital |
Al menos dos rosarinos integraban la gavilla de ladrones que el
viernes a la tarde desataron un pandemónium de sangre y fuego en medio
del asalto perpetrado contra un taller de orfebrería de la ciudad de
Pergamino. El resultado fue trágico. El orfebre Rubén Ricardo Avendaño,
de 81 años y padre del saxofonista de la banda de reggae "Los Pericos",
recibió un balazo en el abdomen con un revólver calibre 38 y murió
minutos más tarde en el hospital San José. Su esposa Elsa fue alcanzada
por un proyectil en la cadera y debió ser internada fuera de peligro. En
tanto, uno de los maleantes, identificado como Víctor Damián Ferreyra,
falleció en la misma escena del atraco después de recibir cinco balazos,
uno de ellos en la cabeza, con una pistola Magnum calibre 357.
Horas después del mortal asalto, la
policía bonaerense detuvo a un hermano del delincuente muerto cuando
conducía el Peugeot 307 blanco, patente EBG901, que utilizó la banda
para dar el golpe. Ese dominio, dijeron los pesquisas, corresponder a un
Volkswagen Gol radicado en la localidad santafesina de Las Parejas. La
investigación quedó en manos de la Fiscalía 1ª de Pergamino, a cargo de
Horacio Lasarte, quien la caratuló en principio como homicidio en
ocasión de robo y ordenó la captura de al menos dos prófugos, entre
ellos una mujer.
Reconocido. Rubén
Ricardo Avendaño era un personaje conocido en Pergamino, a 110
kilómetros al sudoeste de Rosario. Era un orfebre de prestigio, además
de ser padre de Horace, el saxofonista de la popular banda "Los
Pericos". Toda su vida vivió en la esquina de Mitre y Rivadavia, en el
centro de esa localidad de 95 mil habitantes. Allí Avendaño tenía el
taller en el cual trabajaba artesanalmente alhajas y joyas. Quienes lo
conocían aseguran que era reservado y que el público no accedía con
facilidad al lugar que no funciona como local comercial.
El viernes, pasadas las 18.20, un
Peugeot 307 blanco se estacionó en cercanías de la casa de los Avendaño.
De acuerdo a la versión oficial, tres delincuentes lograron ingresar a
la propiedad. Cómo lo hicieron aún es materia de investigación. Es que
el fiscal Lasarte aún no le pudo tomar declaración a Elsa, la única
testigo de lo ocurrido. En ese sentido, no se descarta que los maleantes
aprovecharan la salida de alguna persona de la casa para ganar el
interior.
Se resistió. Lo cierto
es que los ladrones portaban al menos un revólver calibre 38 corto y
que mucho de lo ocurrido entre las cuatro paredes del lugar se sabrá
cuando la mujer pueda hablar. Por ahora sólo se conocen los trazos
gruesos de la mecánica del fatal episodio. Al respecto, trascendió que
al verse amenazado, el joyero tomó una pistola calibre 357 y entonces se
desató una lluvia de plomo dentro de la habitación en la que Avendaño
tiene montado su taller. En ese marco, el hombre de 81 años tuvo tiempo
para defenderse a plomo candente.
Rubén Ricardo Ferreyra, un maleante
rosarino con reputación de escruchante en las seccionales 3ª y 13ª de la
Unidad Regional II recibió cinco impactos con la 357, uno de ellos en
la cabeza. Su cuerpo quedó tendido en el piso del taller. Con el correr
de las horas desde la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI)
de Pergamino se comunicaron con la Jefatura de policía de Rosario
pidiendo los antecedentes del del muchacho. "Fijate si le falta la
falange de un dedo", le dijo uno de los pesquisas rosarinos a su par de
la bonaerense y así confirmaron la identidad del muerto. También les
dijeron que Ferreyra estuvo detenido hasta enero pasado en la cárcel de
Coronda y que en algún momento fue investigado como parte de "la banda
de los uniformados" que dio varios golpes durante la segunda parte del
año pasado.
Avendaño, en tanto, recibió un balazo
calibre 38 en el abdomen. Dos horas después murió en el hospital de
Pergamino al que también fue trasladada Elsa con un plomo en la cadera.
Los investigadores dijeron que antes de
que el olor a plomo se disipara del ambiente, los ladrones se
desbandaron. Los dos que ingresaron con Ferreyra al taller salieron a la
carrera. Un testigo aseguró que había entre ellos una mujer. El hermano
del ladrón baleado, en tanto, salió del lugar en el Peugeot 307 blanco
por calle Monteagudo en dirección al arroyo Pergamino, buscando los
caminos de tierra que conectan a esa ciudad con la provincia de Santa
Fe. Pero la angustia por saber qué había sido de su hermano lo maniató y
en lugar de fugar se quedó dando vueltas hasta que fue detenido.
En cuanto a los prófugos, fuentes
cercanas a la pesquisa no descartan que sean oriundos de Pergamino ya
que no utilizaron el auto para escapar sino que se fueron a pie. Una
mujer, que sería la concubina de Ferreyra, fue demorada por la policía
en Pergamino cuando fue a preguntar qué había sucedido con su pareja.
Investigan extraño robo de una avioneta
Una avioneta utilizada para
entrenamiento y práctica de vuelos fue robada ayer del aeródromo de la
localidad bonaerense de General Rodríguez, según informaron fuentes
policiales y el propio dueño de la aeronave.
Rodolfo Bielli, propietario de la
máquina, explicó que se trata de un Cessna 150 color beige, biplaza y
con un solo motor que tiene una autonomía de 400 kilómetros. En
declaraciones periodísticas el hombre dijo que la nave, fabricada en
1974, estaba en el aeródromo "Comodoro Ildefonso Durana" de General
Rodríguez y que testigos le dijeron que la vieron despegar alrededor de
las 7.45 de la mañana. "Desconocemos quién la ha sustraído y hacia dónde
se puede dirigir. Es un avión que vuela no más que 400 kilómetros de
distancia y es muy pequeño, así que usarlo para un ilícito me parece muy
raro", consideró Bielli.
También sostuvo que "la gran mayoría de
los robos de avionetas han sido a mano armada para poder transportar a
alguna persona o una carga, pero en este caso fue alguien que sabe muy
bien el horario en el cual se usa el vehículo", por lo que calificó el
hecho como "muy extraño".
Por su parte, fuentes policiales
manifestaron que están interviniendo "de oficio" porque se enteraron del
robo por la prensa y que el propietario no se había presentado hasta
ayer a formular la denuncia. No obstante, dijeron que al concurrir al
aeródromo testigos aseguraron que vieron despegar la avioneta entre las
7.30 y las 8 y contaron que el sereno trabaja allí de 19 a 7, por lo que
en ese horario ya se había ido. En ese sentido, creen que quien robó la
aeronave conocía los movimientos y horarios del lugar. Y acotaron que
el avión estaba frente al hangar y atado con una soga.
Tras conocer el episodio, la policía
pidió la colaboración de la Fuerza Aérea y de los aeródromos cercanos
para ubicar el destino de la avioneta.
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