Fue hoy a las 0.30 en la sucursal de avenida Luján al 2.400. Los vecinos escucharon ruidos y llamaron a la policía. Cuando los vigilantes llegaron, los ladrones escaparon, pero sin llevarse un escarbadientes.
Constatación. El responsable comercial de la firma supermercados Petrelli de Santo Tomé, confirmó que no hubo faltante.
Policías del tercio de guardia del comando radioeléctrico, la 7° inspectoría zonal y de la comisaría de distrito 12°, UR 1° La Capital de la policía santafesina, concurrieron hasta las dependencias del local comercial y minutos después uno de los responsables de la firma comercial, abrió la puerta de acceso, ingresó y prendió las luces. Había un gran charco dentro del local, las chapas estaban levantadas y una soga que media más de 12 metros pendía de uno de los cabrestantes del techo, evidencia de la presencia de delincuentes que vieron interrumpida su faena criminal por la llegada de los policías alertados por los vecinos.
Aprovecharon la tormenta
Varios llamados telefónicos de vecinos que viven sobre la avenida Luján al 2.400 de la ciudad de Santo Tomé, alertaron a los policías sobre la ocurrencia de algún anormal y fueron a verificar cual era la situación en el local comercial del supermercado Petrelli. Inmediatamente convocaron a uno de los responsables de la firma comercial para que pudiera abrirles la puerta e ingresar sin ninguna dificultad.
Levantan las chapas del local
Llegaron juntos, policías y responsable comercial, éste último abrió la puerta del local cuando arreciaba la tormenta de agua y viento que arreció en toda la región litoral durante la madrugada, y cuando prendieron las luces y caminaron por el local se dieron cuenta de la presencia de un gran charco de agua en un sector, y cuando levantaron la vista vieron una soga colgada de un cabrestante que pendía penperdicularmente hacia el piso, denotaba la presencia de delincuentes que fueron sorprendidos a mitad de camino de su faena criminal.
No pudieron robarse nada
A toda la situación descripta sobre vino la constatación de la existencia de la mercadería del lugar, las cajas registradoras y las oficinas de la administración adonde no se observó faltante alguna, y eso fue trabajo del responsable comercial.
Como rata por tirante
Los policías por su lado hicieron un operativo en toda la zona para dar con dos delincuentes o más que abandonaron el local comercial escapando por los techos del vecindario ante la llegada de la policía con sirenas y con balizas encendidas. En el apuro se olvidaron un par de mazas y uñas de albañilería, usadas para levantar las chapas.
Algunas conjeturas
Los delincuentes que tenían decidido el golpe, aprovecharon que se desató la violenta tormenta, levantaron las chapas del local, y ingresaron al interior del local ayudado por una soga de más de 12 metros, que fue secuestrada finalmente por la policía, y se ayudaron en todo el trámite del ingreso por linternas.
Pero los ladrones no contaron con el buen oido de los vecinos y mucho menos con los reflejos para llamar a la policía y ponerlos en fuga.
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