Las instituciones locales y los
pobladores de esta localidad del departamento Iriondo debaten la posible
instalación de una planta de reciclado de baterías. Las reuniones,
impulsadas por la comuna, debido a que son las autoridades locales
quienes "buscan un debate serio y no fijar ninguna posición previa para
la decisión final sea democrática".
La Capital |
La firma, cuya radicación demandaría
unos 60 puestos de trabajo, se haría a la vera de la ruta nacional 178,
entre Salto Grande y Lucio V. López. Los dueños expresaron —sin
reservas— que el establecimiento tendrá como misión "el reciclado de
baterías usadas".
"Tenemos dudas. Hay mucho para analizar
y no puede ser que detrás de la radicación haya sólo la decisión de un
jefe comunal o de un senador. En los debates se escuchan todas las
posiciones", dijo a LaCapital, el jefe comunal, Juan José Galassi.
Alguien se debe ocupar.
Las pilas son arrojadas con el resto de la basura domiciliaria, siendo
vertidas en basureros, ya sean a cielo abierto o a rellenos sanitarios y
en otros casos a terrenos baldíos, acequias, caminos vecinales y hasta
en causes de agua. Para imaginar la magnitud de la contaminación de
estas pilas, vasta con saber que son las causantes del 93 por ciento del
mercurio en la basura domestica, así como del 47 por ciento del zinc,
del 48 por ciento del cadmio, del 22 por ciento del níquel.
Estas pilas sufren la corrosión de sus
carcazas afectadas internamente por sus componentes y externamente por
la acción climática y por el proceso de fermentación de la basura,
especialmente la materia orgánica, que al elevar su temperatura hasta
los 70º C, actúa como un reactor de la contaminación. Cuando se produce
el derrame de los electrolitos internos de las pilas, arrastra los
metales pesados. Estos metales fluyen por el suelo contaminando toda
forma de vida. El mecanismo de movilidad a través del suelo, se ve
favorecido al estar los metales en su forma oxidada, estos los hace
mucho más rápido en suelos salinos o con PH muy ácido.
En una de las últimas reuniones
informativas, impulsada por el senador Hugo Rasetto, asistió la jefa
comunal de Coronel Domínguez, localidad donde antiguamente funcionaba la
planta de reciclado.
Mónica Villegas, actual autoridad de la
localidad santafesina de Coronel Domínguez, relató a los presentes su
experiencia en la época en la que participó de las movilizaciones de la
ciudadanía por problemas ambientales y de salud que generó la planta
Rowar mientras funcionó en su localidad, desde 2002 hasta su clausura,
en 2008.
Villegas estuvo acompañada por Roberto
Kegel, por entonces jefe de planta de Rowar, quien explicó aspectos
técnicos del funcionamiento y los procesos usados en este tipo de
industria dedicada a la recuperación de baterías, que incluye empleo de
plomo, ácido sulfúrico, y otros elementos altamente contaminantes.
Kegel respondió las preguntas de los
vecinos presentes, y analizó puntos que fueron presentados por la
empresa en una reunión previa.
Los titulares de Rowar pretenden
instalar su planta en un predio ubicado entre Salto Grande y Lucio V.
López, luego de intentar su radicación en otras localidades que
rechazaron la idea, incluido el parque Industrial de Alvear.
Rasetto entregó material informativo a
los presentes, y confirmó un nuevo encuentro con presencia de la
Secretaria de Medio Ambiente de Santa Fe, para seguir brindando
información a los ciudadanos, y definir un método para la toma de
decisiones respecto de la instalación de la fábrica.
La jornada, realizada en el Centro de
Jubilados de Salto Grande, contó además con la presencia de Galassi, y
su par de la comuna de Lucio V. López, Pablo Sullivan.
En la próxima reunión funcionarios de
la cartera de Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe viajarán a
Salto Grande para dar su punto de vista sobre los requerimientos en
materia de legislación y reglamentación vigente.
Clausurada. La fábrica
ubicada en Coronel Domínguez fue clausurada por orden judicial, cuando
un grupo de vecinos reunió firmas y elevó una nota al municipio. Luego,
el Ministerio de Medio Ambiente de Santa Fe ordenó nuevamente la
clausura, ya que detectó altos niveles de plomo en la sangre de 4 niños
que viven cerca de la planta.
Los más de 5 microgramos de plomo por
decilitro en sangre hallados constituyen una cantidad "dañina para la
salud", según admitieron las autoridades santafesinas, ya que pueden
causar "anemia, saturnismo y distorsiones en el neurodesarrollo" de las
personas.
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