SANTA FE: Tras cuatro meses, “el robo de la Virgen de Colón está archivado en Tribunales”

Pasaron más de cuatro meses desde que la causa que investiga la desaparición de la imagen tuvo sus últimos movimientos. El abogado Ulrich Lehman cuestionó que aún no se haya resuelto.

 

La patrona de Santa Fe. La estatua de hormigón armado desapareció del Estadio de Colón el 7 de septiembre del 2011.

Más de cuatro meses pasaron desde que el expediente sobre el robo de la estatua de la Virgen de Guadalupe del Estadio del Club Colón, tuvo sus últimos movimientos. Fue a fines de diciembre del año pasado, cuando tras más de tres meses de investigación, el juez de instrucción penal Darío Sánchez, pidió las últimas indagatorias. Desde entonces, la causa descansa en algún mueble del subsuelo del Palacio de Justicia.

La historia, que se inició el 7 de septiembre pasado con una presentación del abogado Ulrich Lehman, estuvo teñida de contramarchas por recursos legales interpuestos por la dirigencia de la entidad deportiva.

Sin embargo, las maniobras dilatorias no afectaron el avance del expediente. En las cientos de fojas que acumula, se escribieron las declaraciones indagatorias del presidente de Colón, Germán Lerche, el jugador Ariel El Chino Garcé y el secretario general de la institución deportiva, Marcelo Maglianesi. Todos ellos están siendo investigados por “robo y daño agravado”.

“Pero ahora, la causa está paralizada. Se investigó con muchísima rapidez y agilidad y cuando llegó el momento de decidir, de resolver, el juez no lo hace”, opinó en diálogo con Diario UNO, el abogado Ulrich Lehman.

De esta manera, la causa en la que se investiga qué fue lo que sucedió con la imagen de la virgen de Guadalupe que estaba entronizada en el Estadio de Colón desde diciembre de 2001 y que fue bajada el pasado 7 de septiembre, está esquivando el fin y la dilucidación de los diferentes grados de responsabilidades de quienes intervinieron en el hecho.

Mora judicial, a favor del acusado
“En esta causa ya transcurrió un tiempo razonable como para que el juez pueda pensar y expresar una resolución. Tiene que decidir si las personas imputadas van a ser procesadas o no. Es inevitable cuestionarse por qué el magistrado no toma la decisión. Si él mismo realizó la investigación y lo hizo con tanta agilidad, la pregunta no es extraña: ¿Qué está pasando? Y en realidad, ése es el interrogatorio que escucha de parte de los santafesinos cuando hablan del tema. La verdad es que es incomprensible tanta demora”, indicó Lehman.

“Pienso que el problema más grave –continuó– es que en estos casos, o en realidad casi siempre, la mora judicial actúa en beneficio de los imputados, que después logran terminar impunes por el paso del tiempo. El problema es que después, por diferentes motivos –más cuando son personas que están muy bien asesoradas– empiezan a hacer planteos que van entorpeciendo y termina después prescribiendo la causa”, agregó.

—¿Cómo se puede valorar el plazo que tiene disponible un juez para resolver una causa?
—Bueno, si uno se guía por los plazos del Código, ya están súper excedidos. Pero si uno toma como referencia un plazo basado en la razonabilidad y teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que hay en cada uno de los juzgados, que un magistrado se tome un par de meses para resolver no está mal. El problema es que acá ya transcurrió demasiado tiempo siendo que el caso está practicamente cerrado. Y más cuando uno va a averiguar por qué se está demorando y el juez no tiene respuestas concretas.

—¿Cuál es el efecto que produce en la sociedad que una causa que tuvo tanta exposición pública no se resuelva?
—Termina pasando lo que uno suele escuchar como comentarios generalizados. La gente piensa: «Al final, todo queda en la nada y no se castiga a los culpables». La información que se conoció en este caso es lo que pudo publicar la prensa. Pero fuera de eso, no hay novedades.

—¿Cuando inició la denuncia, se imaginó que podía durar tanto tiempo la investigación?
—En realidad, creí que la etapa de búsqueda de pruebas iba a ser más complicada y que una vez obtenidas sería simple la decisión final. Hoy, con las pruebas que cuenta el juez, considero que ya tiene todo para resolver. De las declaraciones testimoniales y de las indagatorias surge cómo se produjeron los hechos y quienes son los autores.

—¿Hay maneras de controlar el accionar del juez?
—Sí, existen mecanismos de control aplicados por órganos superiores. El fiscal, por ejemplo, podría actuar. Él tiene la facultad de requerir al juez que se expida y eventualmente recurrir ante la Cámara. Y me parece que ya es momento de que empiecen a ponerlos en funcionamiento.