Por las dudas sobre cómo fue asesinado, no habrá entierro y el cuerpo del ex hombre fuerte de Libia quedó en un congelador de un viejo mercado. La Corte de la Haya podría iniciar una investigación.
En una síntesis perfecta de la caída en desgracia de Muamar Kadafi, el cadáver del ex dictador libio yacía ayer en un congelador industrial de un viejo mercado de Misrata. Mientras que las dudas sobre las circunstancias en las que murió se vieron alimentadas por la aparición de un nuevo video que lo muestra rogando a sus captores: “¡Tengan clemencia! ¿No saben lo que es la clemencia?”. Los rebeldes se vieron obligados a demorar el entierro del coronel para que se investigue si fue herido de muerte durante un enfrentamiento o si lo ejecutaron a sangre fría. La investigación podría quedar a cargo de la Corte Penal Internacional, según afirmó ayer Mohamed Sayeh, alto funcionario del Consejo Nacional de Transición (CNT). Sayeh anunció que “una tercera parte vendrá del extranjero a Libia para examinar los documentos” referidos a la muerte de Kadafi. Desde la Fiscalía de la CPI, que dirige el argentino Luis Moreno Ocampo, aún no pudieron confirmar si efectivamente las pesquisas correrán por cuenta de esa oficina. Por lo pronto, la difusión de un video amateur sembró más sospechas sobre la versión oficial de las autoridades libias, que sostienen que Kadafi fue malherido en un tiroteo y no logró sobrevivir. En la filmación puede verse al ex líder libio con la cabeza ensangrentada, pero consciente y pidiendo a sus enemigos que le perdonen la vida. Allí no hay rastros, por ejemplo, del balazo en el abdomen que se vio en las imágenes posteriores de su cadáver. Ibrahim Tika, un forense que analizó el cuerpo, dijo a la cadena árabe Al Arabiya que “Kadafi fue capturado vivo, ligeramente herido y asesinado después”. El médico explicó que “recibió una bala en la sien que le salió por la frente, y otra bala en el estómago que penetró en los intestinos y fue la causa principal del fallecimiento”. Las autoridades del CNT no niegan la existencia de esos disparos, pero afirman que ocurrieron durante el tiroteo inicial y que Kadafi murió luego de agonizar en la camioneta ambulancia que lo transportaba a Misrata. Esa explicación no conformó a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU. Su vocero, Rupert Colville, reclamó una investigación para “poder asegurar con certeza si Kadafi murió en algún tipo de enfrentamiento o si fue ejecutado tras su captura; vistos de manera conjunta, los dos videos tomados con teléfonos móviles que han aparecido, en uno de los cuales está vivo y en el otro muerto, son muy perturbadores”. Colville agregó que “las circunstancias que rodean la muerte son todavía muy poco claras, ya que hay cuatro o cinco versiones distintas”. Luego de morir arrinconado en una alcantarilla, el hombre que gobernó Libia durante 42 años fue a parar al congelador de un mercado en Misrata, la ciudad que los rebeldes convirtieron en su bastión durante la guerra. El cadáver, desnudo hasta la cintura y con los mismos pantalones que tenía el jueves, fue fotografiado sobre un colchón ensangrentado dentro de una heladera industrial que restaurantes y comercios utilizan para conservar alimentos. “Les he dicho que lo mantengan en el congelador durante unos días, para asegurarnos de que todo el mundo sabe que está muerto”, se enorgulleció el ministro de Petróleo del nuevo gobierno, Ali Tarhouni. Según Mohamed Sayeh, el cuerpo no será sepultado para que se investigue cómo murió el ex dictador. El funcionario del CNT adelantó que Kadafi será velado siguiendo la tradición musulmana y que el funeral no será público. Otro responsable militar del Consejo dijo luego a los medios que el entierro tendría lugar hoy mismo. Prometió una ceremonia “con dignidad” para Kadafi, cuya imagen implorando por su vida ya dio la vuelta al mundo. Mientras el nuevo gobierno se ocupa de los restos de Kadafi, el secretario general de la Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, anunció ayer que la alianza concluirá su intervención en Libia el 31 de octubre. Al término de una reunión del Consejo Atlántico en Bruselas, donde Gran Bretaña y Francia mostraron algunas discrepancias finalmente saldadas, Rasmussen prometió un “cierre nítido” de las operaciones militares en el país africano. Aclaró que se trata de una “decisión preliminar”, ya que la OTAN seguirá monitoreando la situación en Libia hasta la fecha indicada. La OTAN también dio su propia versión sobre las últimas horas de Kadafi. El ex dictador fue capturado tras un bombardeo aéreo contra su convoy, que lo obligara a esconderse en un desagüe. De acuerdo con la organización, los pilotos de los Mirage 2000 no sabían quién viajaba en esa caravana. Sea como fuere, la OTAN fue partícipe fundamental en la muerte de Kadafi.
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