Sin inversión y con cenizas, en Bariloche temen el peor verano

A casi cinco meses del inicio de la erupción bajaron las consultas en Planeamiento el 70%, sobran locales para alquilar y se cancelan eventos.

 

Cuando el volcán chileno Puyehue - Cordón Caulle entró en erupción el pasado 4 de junio, los pobladores no imaginaron que los efectos de la ceniza durarían semanas, meses y quizás años. Durante los primeros días del fenómeno la gente vació los barbijos de las farmacias; en muchos casos pasaron a costar el triple. Pero a medida que pasó el tiempo, los afectados fueron acostumbrándose al paisaje difuso semejante a un día de neblina. Pero los trastornos ocasionados por el volcán no se reducen a los efectos sobre la salud. Desde la Secretaría de Planeamiento de Bariloche, admiten una brusca caída de los proyectos urbanísticos. “Con un aeropuerto cerrado, los inversores ni siquiera pueden viajar para evaluar posibles emprendimientos. La erupción del volcán generó un freno: un 70% menos de consultas recibidas en nuestra secretaría, y es lógico cuando no se sabe a ciencia cierta qué puede pasar. La baja en la construcción privada sólo se podrá contrarrestar con una importante política de obra pública”, sostuvo Fabiela Orlandi, secretaria de Planeamiento del municipio de Bariloche. Por otra parte, la merma en la actividad turística producto de la ceniza y la falta de vuelos derivó en el cierre de gran cantidad de comercios especialmente en el radio céntrico de Bariloche. “Muchos propietarios de locales han optado por bajar a regañadientes los precios de los alquileres porque entienden que o bien se adaptan o se quedan sin inquilinos. Antes, no era posible encontrar un local vacío en la calle Mitre. No sólo han aparecido sino que continúan vacíos”, señala el arquitecto Eduardo Reddy, asociado a una inmobiliaria. Según un estudio elaborado por el concejal y ex secretario de Turismo Hugo Cejas, el cierre del aeropuerto de Bariloche durante los meses de julio y agosto generó una pérdida económica estimada en $ 635 millones; mientras que el cierre de la frontera con Chile determinó una pérdida cercana a los $ 147 millones entre junio y agosto. Por otra parte, la falta de vuelos derivó en la suspensión de tradicionales eventos de carácter internacional, como la Semana Musical Llao Llao y las Mil Millas Sport, que reúne a unos 150 autos antiguos. También se suspendió el Primer Encuentro anual Lésbico, Gay, Transexual y Bisexual y otros veinte eventos en hoteles cinco estrellas. Salud. Lo cierto es que los efectos crónicos de la ceniza se reflejan en un considerable incremento de las consultas médicas. Reacciones alérgicas, afecciones en la piel especialmente en las zonas del cuerpo expuestas a la ceniza, resfríos, sinusitis, obstrucciones bronquiales en personas previamente sanas, rinitis, laringitis, bronquiolitis en los más chiquitos, conjuntivitis, numerosos casos de irritación y molestias en los ojos. La lista continúa. Los especialistas también se han encontrado con “agravamientos de enfermedades respiratorias crónicas como, por ejemplo, casos de asma”. “Al principio de la erupción, los pacientes no presentaban problemas físicos como vemos ahora. La ceniza era más gruesa y no generaba tantos trastornos como esta ceniza tan fina que es como talco o polvo”, señala el médico Pablo Barco, del Hospital Zonal Ramón Carrillo. Médicos y autoridades de turno coinciden: aconsejan el uso de barbijos y antiparras, y ante la presencia de viento, no salir. Estos consejos, sumados al temor de la gente por el fantasma de la “silicosis” hicieron que en las últimas semanas los barbijos desfilaran nuevamente en las calles. También hubo complicaciones para los procedimientos de ablaciones y trasplantes de órganos. Ante la falta de vuelos, sólo es posible realizar operativos de riñón y córnea, puesto que permiten más tiempo de preservación desde la ablación hasta el trasplante. Las últimas dos décadas, la población de Bariloche creció mucho con la llegada de gente proveniente de grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Rosario o Mendoza, en busca de alguna oportunidad laboral, tranquilidad y naturaleza. Hoy, sin fuentes de trabajo y con un paisaje de cenizas, muchos planifican volver.