jueves, 13 de octubre de 2011

PROV. SANTA FE/Sigue el paro municipal y avanza la tensión social en Villa G. Gálvez

"Estamos a punto de enfrentar una grave emergencia sanitaria porque por la medida de fuerza adoptada —que ya lleva seis días— en la ciudad nadie recoge los residuos", expresaron con clara preocupación fuentes del Sindicato de Trabajadores Municipales local, que sostiene el duro paro con el que enfrenta a la administración de Jorge Murabito ante la falta de pago de la mayor parte del sueldo correspondiente a septiembre y que hoy se reunirán en horas del mediodía en un sitio aún no confirmado con las autoridades provinciales.

Sigue el paro municipal y avanza la tensión social en Villa G. Gálvez

Los municipales villagalvenses recibieron apenas el 40 por ciento de sus sueldos y sobre tan exiguo monto algunos incluso sufrieron el descuento de los vales que pidieron como adelanto. Esto irritó aún más a los trabajadores y para paliar los efectos del conflicto durante la mañana de ayer —y con el fondo de la presión que ejercían los trabajadores que marcharon hasta el lugar e interrumpieron el tránsito sobre calle Santa Fe— se realizó una reunión en la sede Rosario de la Gobernación de la que participaron el intendente Murabito, su próximo sucesor y presidente del Concejo, Pedro González, el senador socialista Juan Carlos Zabalza y el gobernador electo Antonio Bonfatti, pero casi ni se registraron avances, salvo el compromiso de la reunión de hoy. Colapso. La ciudad presentaba ayer un preocupante estado de colapso con verdaderas montañas de basura en todos los barrios y sólo se registraba una mínima actividad en aquellos ámbitos de la administración municipal donde podía percibirse algún tipo de ingreso de dinero, de acuerdo a lo negociado en su momento entre el gremio y el municipio. Al respecto, trascendió que algunas grandes empresas radicadas en la ciudad como Unilever y la cerealera Cargill depositaron importantes sumas en concepto de diversos impuestos, "pero eso no alcanza para pagar", según expresaron desde los trabajadores. "Esto es algo que se repite durante cada medida y casi no aporta nada a la solución" señaló Mónica Cabrera, del sindicato, quien además indicó que la gravedad de la situación en Villa Gobernador Gálvez es tal que "aunque no nos debieran nada y volviéramos a nuestros puestos de trabajo no tendríamos con qué trabajar; no hay dinero para comprar bolsas de basura, ni nada de elementos y todo es caótico, lo que contribuye a que se incremente el clima de tensión social. Los gremialistas recordaron que Murabito —con quien LaCapital intentó infructuosamente comunicarse durante toda la tarde de ayer —había pedido a la provincia meses atrás un adelanto de coparticipación de 5 millones de pesos, que le fue negado y que sólo recibió un millón con el que pudo completar el pago de los sueldos de agosto. También trascendió que las relaciones con el Concejo Municipal tampoco son todo lo cordiales que podrían ser, habida cuenta de que el municipio también adeudaría una importante suma cercana a los 600 mil pesos. Complicaciones que van más allá de la basura (Por Lizi Domínguez / La Capital). _ El problema de la basura es hoy sin duda el más emblemático de esta ciudad, en la que “hay que vivir para dimensionar realmente todo lo que aquí pasa”, al decir de una vecina. “Todos los meses tenemos la misma protesta, la mugre se acumula y cuando el conflicto se resuelve nunca llegan a recolectar todo, y cuando medianamente lo logran, la limpieza dura no más de dos o tres días, porque ya llegó la protesta del mes siguiente”, agregó, y acotó en cuanto a la prestación de servicios, que “no se condice en absoluto con lo que se está cobrando de tasas, que aumentaron entre un 30 y un 40 por ciento”.     Ayer el panorama se agravaba con la lluvia y la acumulación de bolsas de residuos obstruyendo desagües y con escasas perspectivas de resolución inmediata del conflicto de los municipales.    Pero el combo de dificultades es bastante complicado, como complicada es la situación de inseguridad en algunos sectores y una de las consecuencias más evidentes es la que padecen los usuarios de las líneas de colectivos 142 bandera roja y 35/9, especialmente los de la zona del barrio Talleres. Al parecer una serie de incidentes en los últimos días, entre ellos, un ataque a un chofer, determinó a las empresas prestatarias a modificar el recorrido, evitando la zona considerada de riesgo.    Así es como desde hace una semana las líneas no ingresan a la ciudad por calle Santiago del Estero y 17 de Octubre y toman directamente por avenida Perón, y desde allí realizan el recorrido habitual, dejando a toda una barriada condenada a manejarse en remís o caminar demasiadas cuadras para acceder al circuito.    “Yo soy uno de los perjudicados, porque soy enfermero y tengo que tomar un taxi para ir a mi trabajo en Rosario. Lo que estamos pasando es un padecimiento. Todos tenemos miedo, hay cero presencia policial, porque si patrullan las calles no se vende la falopa. A ver si los gobernantes tienen un poco de vergüenza y nos dan una solución”, denunció Juan B., un vecino de 62 años.     En agenda. “El tema de la modificación del recorrido de estas líneas de colectivos está en la agenda de la Comisión de Seguridad, que está integrada por fuerzas vivas de la ciudad y será tratado en la reunión de esta noche (por ayer). También desde el Frente Progresista vamos a impulsar en la próxima sesión del Concejo algún tipo de gestiones para que se restituya el servicio”, señaló el edil Miguel Angel Monte. Colmo Mientras para algunos resulta gracioso, para otros es lamentable: para colmo de males, se robaron hace un tiempo la réplica de una vaca shorthorn, ícono del monumento inaugurado en diciembre de 2010 en el marco de la primera Fiesta Popular de la Carne. El monolito recuerda que Villa Gobernador Gálvez es la Capital Provincial de la Industria Frigorífica, tal como se declaró por ley este año. Ya la habrían hallado y estaría en custodia de una comisaría local, aunque aún no ha sido restituida.

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