Susana Trimarco, madre de la desaparecida Marita Verón no está atravesando un buen momento ya que se resolvió que devuelva al Estado argentino dos predios que le habían sido cedidos por el Gobierno de Cristina, que tenían que ser destinados uno a la construcción de viviendas para víctimas de la trata y otro para construir un Centro de Desarrollo Materno Infantil y una Casa Educativa Terapéutica.
Pero las construcciones no solo no están terminadas, sino que además nunca se comenzó con el inicio de obras a pesar de los millones que recibió Trimarco a través de su fundación.
El monto de dinero pautado para llevar adelante las obras asciende a unos 22 millones de pesos, y en diciembre del año pasado se realizó el primer pago de 5.6 millones de pesos.
Tras un informe de la secretaría de Vivienda y Habitat de Tucumán se pudo establecer que “A la fecha, dicho pago no ha sido rendido ni se ha presentado el certificado de inicio de obra”.
En su descargo Trimarco dijo que no existió un mal manejo de los fondos, y que los mismos continúan en la cuenta abierta a donde se los enviaron.
Más allá de las explicaciones del caso, lo concreto es que las obras no están ni siquiera comenzadas y la madre de Marita Verón deberá devolver los dos predios al Estado argentino para que les de otro fin.
Sobre el dinero que recibió Trimarco nada se sabe, y lo más lógico sería que, al no haber terrenos donde se realicen las obras, sean devueltos al Estado argentino.
El caso de Trimarco es similar al de la fundación Madres de Plaza de Mayo, donde mujeres que tienen a sus hijos desaparecidos tienen otras inquietudes sociales y recibieron dinero del Gobierno de Cristina para hacer construcciones que nunca se llevaron a cabo, como fue el caso de Sueños Compartidos.
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