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sábado, 19 de julio de 2014

Lo que dice el desorden de nuestra personalidad

¿Sabías que el desorden habla mucho de tu personalidad, y que deja al descubierto “señales” que debemos tener en cuenta? Mirá.


El hogar es un reflejo de nuestra personalidad. Es el escaparate donde mostramos quiénes somos, cuáles son nuestros gustos, nuestros intereses. Amamos llegar a casa luego de una ardua jornada de trabajo, pero a veces nuestro hogar dista mucho de aquellos ambientes espléndidos que vemos en revistas de decoración, más bien parece un museo donde se acumulan objetos desde la época de las cavernas.

Papeles viejos de trabajo, revistas que se han puesto amarillas por el uso, ropa que no has utilizado en los últimos dos años. ¡Cuidado! Estás viviendo en el pasado, estás dejando que tus viejos hábitos se apoderen de tu presente. Esto simplemente evita que nuevas oportunidades (trabajo, un nuevo amor, un proyecto) lleguen a tu vida.

Cuando el desorden está “oculto”, por ejemplo, en una habitación cerrada donde acumulamos de todo de manera compulsiva, significa que se le da demasiada importancia a las apariencias, el desorden “no existe” a los ojos de los demás, ¡pero allí está!

Si hay desorden en tu escritorio, en tu espacio de trabajo, el mensaje es de falta de creatividad y energía para cumplir con las tareas.

Capítulo aparte para los objetos rotos, que has guardado por mucho tiempo pensando en repararlos en algún momento, reflejan las frustraciones, los sueños rotos y asuntos que no prosperan.

¿La cama desordenada? Alerta roja para la vida amorosa.

¿Cómo controlar el desorden?
-Si tienes en casa objetos prestados: libros, CDs, ropa, herramientas, regrésalas a sus dueños originales.

-No dejes tiradas cosas en el suelo, colócalas en un canasto hasta que tengas tiempo de ponerlas en su sitio.

-Regala los objetos grandes que no tienen uso: si no usas la bicicleta fija desde hace 5 años, difícilmente vuelvas a usarla; esa maqueta gigante que fue tu primer proyecto en la universidad lo único que hace es acumular polvo, lo mismo que los apuntes y las hojas sueltas, que ya están tan amarillos que a duras penas puedes leerlos.

-¿Eres un coleccionista de medias sueltas? Si no has encontrado a su par en, digamos unos meses, seguramente permanecerá sola y triste en el fondo del cajón. Puedes darle uso para limpiar muebles, por ejemplo, y así harás espacio en los cajones de tu armario.

-¿Y qué me dices de las lapiceras y marcadores que no funcionan? Mmmm ¡al canasto de la basura! Lo mismo con todos esos restos de comida que has ido guardando en papel de aluminio y que terminan en el fondo de la nevera por los siglos de los siglos.

El desorden altera el equilibrio, nos hace perder tiempo, y bloquea nuestros caminos hacia nuevas oportunidades. El hogar es nuestro refugio, nuestro santuario, es el espacio que nos brinda protección en este mundo atribulado en el que vivimos, hagamos de él un reflejo de cómo queremos que sea nuestra vida: limpia, luminosa, y con espacio para un futuro mejor.


Fuente: Contexto.

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