jueves, 29 de mayo de 2014

Rosario: Dan por probado el arresto extorsivo de un condenado en la Jefatura

Un preso que gozaba de salidas laborales fue detenido junto a un amigo y lo extorsionaron para no armarle una nueva causa.
.La Capital | 
Dan por probado el arresto extorsivo de un condenado en la Jefatura

 La detención extorsiva de un preso con salidas laborales que denunció que lo privaron de la libertad y le exigieron 50 mil pesos a cambio de no armarle una causa penal existió y a casi un año del hecho "resulta absolutamente clara" en evidencias judiciales. Así lo determinó el juez de Instrucción Juan Andrés Donnola al resolver el hasta ahora oscuro asunto, puesto en duda luego de que el denunciante se retractara de su primera versión. Para el magistrado no sólo ocurrió el arresto sino también el pedido de dinero, aunque los dos policías implicados en el caso sólo fueron procesados por omitir información en el libro de guardia. No pudo demostrarse que ellos concretaran el chantaje.
La decisión alcanzó a dos agentes de la sección Seguridad Personal de la Unidad Regional II que quedaron procesados por incumplir deberes de funcionario público. El juez les reprochó no haber confeccionado el acta para consignar el ingreso a Jefatura del preso extorsionado. Se trata de Carlos Damián "Toro" Escobar, un mecánico que había sido condenado por homicidio y terminó siendo víctima en esta historia de enredos que quedó en evidencia por azar a raíz de escuchas telefónicas que otro magistrado había dispuesto en una causa por asesinato.
Mientras investigaba el crimen de Juan Pablo Colasso, el juez de Instrucción Alejandro Negroni pidió escuchas sobre varios imputados en la causa, entre ellos Luis "Pollo" Bassi, Facundo "Macaco" Muñoz y Milton Damario, un muchacho entonces prófugo y que también está acusado por el crimen del sindicado jefe de Los Monos, Claudio "Pájaro" Cantero. Siguiendo los celulares de este último, el magistrado advirtió que el 24 de julio del año pasado Toro se contactó con Damario para pedirle plata a fin de negociar su libertad en Jefatura.
Al salir del Heca. A partir de las escuchas, Toro fue citado a declarar un mes más tarde en la División Judiciales de la Jefatura y contó lo que había pasado ese día. Dijo que en el horario en que gozaba de salidas laborales para trabajar en su taller mecánico había ido a visitar a un amigo baleado al Heca junto a otro muchacho, Jonatan "Coco" Corales. Y que al salir, alrededor de las 13, los detuvieron a ambos cuando él manejaba un Volkswagen Bora rojo. Fueron interceptados, dijo, por dos ocupantes de un Volkswagen Polo gris.
Mientras le exigían la tarjeta verde, uno de los hombres (que resultaron ser policías) le dijo haber encontrado en su vehículo "dos paquetes envueltos con cinta marrón" (en alusión a drogas) y un revólver calibre 38. Relató que en ese momento llegó una Ford EcoSport negra de la que bajó una mujer rubia que les dijo a los policías: "Ese es, llevalo" y los trasladaron a ambos a la oficina de Seguridad Personal.
En ese lugar, según denunció, le exigieron 50 mil pesos a cambio de no "embagayarlo" con la acusación de llevar un arma y drogas, lo que le haría perder el beneficio de las salidas laborales. Contó que los uniformados lo identificaron por su relación con Milton Damario y le ordenaron que lo llamara para pedirle plata. Toro lo hizo y Damario, entonces prófugo, accedió porque quería iniciar "una llegada" con hombres de Jefatura. Así, Toro viajó con su mujer hasta una estación de servicios de Santo Tomé donde Damario le alcanzó 20 mil pesos para pagar su libertad y con la plata encima regresó a Rosario. Coco fue liberado "a eso de las 18" y comentó a sus allegados que los policías lo habían golpeado.
Ya en Rosario, Toro se encontró con los policías frente a un santuario del Gauchito Gil ubicado al norte de la Jefatura y le entregó la plata a un policía "de chivita, de pelo cortito" que bajó de un Citroën C3 gris. El mecánico también denunció que poco después, a raíz de una deuda, Damario acribilló a tiros su casa y le sacó su VW Bora para cobrarse. Una maniobra por la que el propio Milton ahora fue procesado en una causa conexa a ésta (ver página 33).
Cambio de rumbo. Pero al ser citado a declarar por el juez Donnola, el mecánico cambió sorpresivamente su declaración. Sostuvo que nunca fue detenido ni existieron policías que le exigieran dinero. Que sólo fue demorado Coco. Y que lo detectado por las escuchas fue un invento montado por él para sacarle plata a Damario. Un giro que, para el juez, se explica por el temor de Escobar de complicar a uniformados con su denuncia. "Nunca declaré nada. Eso lo firmé porque me dijeron que me revocaban la salida transitoria", se retractó. Donnola dispuso ahora que se lo investigue por falso testimonio.
Esa explicación de Toro chocaba con un dato concreto: en el libro de guardia secuestrado de Seguridad Personal constaba que, efectivamente, ese día su amigo Coco estuvo detenido allí. A pedido de la fiscal Nora Marull, los agentes Néstor Ortiz y Víctor Hugo Arias fueron acusados de concretar el arresto y cometer la extorsión. Negaron el hecho y se abstuvieron de declarar.
A los mensajes detectados en el teléfono de Damario se sumaron otros que hacían referencia al doble arresto en los teléfonos de su esposa y su cuñada, filmaciones de la salida de los amigos del Heca y la declaración de Coco. Además, una oficial de Judiciales dio cuenta de las condiciones en las cuales Toro había formulado su denuncia.
Probado. Para Donnola, ese relato resultó "corroborado" por los mensajes. Entre ellos los obtenidos del celular de la pareja de Damario: "El Coco y el Toro están presos desde hoy. Encima piden 50 mil, pero ya los pone aquel", dice uno. Otro reza: "Averigüame si Coco sigue preso porque Milton ya mandó la plata y no se sabe más nada". Así, "aún cuando el acta policial diga otra cosa", para el juez está probado que los dos hombres fueron llevados a Jefatura ese día.
No sólo consideró probado que Escobar y Corales estuvieron en la sede regional de la policía sino también que les exigieron dinero. "Toda esta circunstancia de detención y/o arresto y/o demora de estas personas existió. Así lo demuestran las pruebas colectadas", opinó el juez, para quien la situación se intentó "blanquear o corregir" volcando al acta la detención de Corales, pero no la de Escobar porque era quien tenía el contacto con Damario.
"El hecho investigado, por las pruebas colectadas, surge como probable, no obstante que no puede determinar esta instrucción quiénes fueron los encargados de exigir de modo extorsivo a Escobar el dinero". Así, si bien la prueba dio veracidad al suceso, no alcanzó para determinar responsabilidades criminales, "teniendo en cuenta que Escobar no identifica por otras razones (miedo, etc.), quiénes son los autores directos de este suceso".
Por este motivo los agentes Ortiz y Arias no fueron acusados de la extorsión —que se seguirá investigando— sino por no ingresar al acta la detención de Escobar. Una conducta que se considera una "omisión de cumplimiento de actos propios de su oficio" que el Código Penal reprime con multa de dinero e inhabilitación especial de un mes a un año.
El financista de la liberación
El hombre que está bajo sospecha de haber entregado a Carlos "Toro" Escobar los 20 mil pesos que le permitieron lograr la libertad sin que la policía le invente otra causa no es otro que Milton Damario, de 25 años y preso en la cárcel de Piñero desde septiembre pasado. El muchacho está procesado por el homicidio de su vecino Lucas Fabián Espina, ocurrido la madrugada del 27 de enero de 2013 en la esquina de Pavón y Santa Rosa de Lima, en el barrio La Bajada; y también por haber ejecutado a Claudio "Pájaro" Cantero, el 26 de mayo del año pasado frente a un boliche de Villa Gobernador Gálvez.

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