viernes, 21 de marzo de 2014

Brutal asalto en Sauce Viejo

Delincuentes armados entraron a robar al hogar de un matrimonio, propietario de un conocido comercio céntrico de nuestra ciudad. Golpearon salvajemente en la cabeza al hombre y a su mascota, un perro raza labrador.
El Litoral | 
 Dos ladrones dieron un violento golpe en una casa del barrio Jorge Newbery de Sauce Viejo. El incidente, que trascendió ahora, ocurrió en horas de la noche del domingo. Por sus características, hizo recordar al sangriento asalto de febrero que tuvo lugar en Colastiné Norte y terminó con el fallecimiento de Digno Fantelli.
“Todo comenzó poco antes de las 22 del domingo -comenzó a relatar Raquel esta mañana-. Terminamos de cenar con mi esposo y decidimos acomodar todo para acostarnos. Yo salí para darle de comer a los perros, mientras él iba a cerrar las galerías. Cuando volví a entrar, me encontré con los dos tipos adentro. Habían roto el alambrado perimetral del frente. Me parecía que se trataba de un sueño”.
La mujer, todavía consternada por lo vivido, siguió recordando: “Uno tenía unos 25 años, un revólver en la mano y su rostro al descubierto. Ese estaba desencajado y seguro que también drogado. Sus ojos se veían completamente enrojecidos. Me apuntó a mí. El otro nunca se quitó el casco de la cabeza y portaba una escopeta recortada. Éste se dirigió corriendo adonde estaba mi marido y lo tumbó de un culatazo en un ojo. En el piso, siguió pegándole a Jorge en la nuca con una violencia increíble, mientras gritaba: ‘¡La plata, la plata, los celulares!’ ”.
Raquel imploró por la vida de su esposo, que estaba desplomado, indefenso y ya “chorreaba sangre por todos lados”: “Por favor, quédense tranquilos. Ahí tienen los dos celulares. Además, les voy a dar todo lo que tengo, pero no lo golpeen más”, les dijo.
Sin “códigos”
“Entonces fui a la pieza, busqué efectivo que excepcionalmente tenía guardado y se lo di a uno de los ladrones. Los perros ladraban, Toro (un labrador) trató de saltar sobre el que tenía la escopeta y él lo encañonó”, señaló la mujer, que nuevamente tuvo que suplicar: “Por favor, no me lo mates”. El malviviente “se apiadó” y no apretó el gatillo, pero giró su arma y descargó una andanada de golpes con la culata contra la cabeza de la mascota.
“Cuando los asaltantes salieron a la galería -agregó- traté de cerrar la puerta. Entonces uno se enojó y me dijo: ‘¡¿Qué hacés!?’. Yo le respondí: ‘¿Por qué no se van si ya les di el dinero?’. Se sorprendió y rápidamente le recriminó a su cómplice. Se ve que no le había dicho nada y terminaron peleando entre ellos por el botín. Finalmente, luego de unos 10 minutos aproximadamente, se fueron, abordaron un automóvil y desaparecieron”.
Raquel buscó ayuda en casa de un vecino, que solidariamente cargó a Jorge en su vehículo y lo trasladó al hospital Cullen, donde recibió asistencia médica. El herido, que sufrió lesiones importantes que llegaron a comprometer uno de sus ojos, permanece en reposo y se recupera en su domicilio.
Sin paz
Raquel tiene 68 años y su marido 66. Son dueños de una mueblería céntrica. Tienen 4 hijos y 10 nietos que ese mismo domingo los habían visitado durante el día.
“Hace años que tengo el negocio y trabajo todo el día. Nosotros vivimos en barrio Constituyentes, pero desde diciembre nos fuimos a quedar en la casaquinta de Sauce Viejo. Pensé que había encontrado mi lugar y eso les comentaba a mis amistades. Me encantaba salir por las noches y disfrutar de la tranquilidad. Ahora todo eso cambió. Lo peor de todo es que uno tiene que conformarse diciendo que ‘gracias a Dios la podemos contar’. No es justo. Estamos a merced de esta gente que no tiene valores. No pueden golpear así a las víctimas. Estamos en una situación muy difícil, que se está complicando demasiado. En nuestro comercio, que está en el centro, trabajamos a puertas cerradas a partir de las 18. Es increíble, pero así estamos viviendo”, manifestó Raquel.

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