Después del partido contra Tigre, Miguel Angel Russo enfrentó los micrófonos y en medio de tantas consultas se le preguntó si el rendimiento de su equipo lo obligaba a buscar variantes de cara a Arsenal, el sábado, a las 20.15. El técnico se expresó de una manera contundente: "Cuando cambiás mucho terminás no cambiando nada".
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A partir de ahí se puede comenzar a escribir una historia de absoluta confianza para quienes estuvieron en cancha en el peor partido del Canalla en lo que va del torneo. El correlato de todo eso apareció en la práctica de fútbol de ayer, en la que el DT paró los mismos once. En este punto la aclaración se torna imprescindible: de aquí al choque contra el equipo de Gustavo Alfaro restan dos días y Russo tiene todavía tiempo para analizar, sacar conclusiones y obrar en consecuencia (léase realizar modificaciones).
Ante semejante puesta en escena había dos caminos para tomar por parte de Russo. O meter un cambio de timón importante desde el punto de vista de los nombres o bien respaldar. Esta segunda opción parece hoy la más cercana a la realidad.
El martes se habían abierto un par de incógnitas por los horarios en los que había citado a varios futbolistas, entre ellos a algunos juveniles. Pero la apuesta quedó ahí.
En esto es importante hacer una mirada retrospectiva y recordar lo que fue la jornada del martes. Por lo general ese día hay movimientos físicos, de los más exigentes de la semana. Russo propuso con un trabajo táctico. ¿Quiénes estuvieron allí? Los mismos del domingo y ayer.
Algunas fuentes cercanas al cuerpo técnico informaron que la idea del entrenador era no meter mucha mano en el equipo. Además, que ese trabajo tuvo, como principal misión, lograr que los volantes centrales, en especial Nery Domínguez, pulieran algunos movimientos puntuales, tanto a la hora de salir jugando como en el retroceso.
La misma fuente dejó entrever que Pol Fernández, que contra Tigre jugó como volante por la banda derecha, seguramente iba a tener una nueva chance y que Ballini venía cumpliendo con los principales requerimientos de parte del técnico. Es decir, si esos dos jugadores recibían el respaldo y lo que se buscaba era que Nery mejorara su performance, en el mediocampo había poco para cambiar.
Después, la realización de varios cambios en medio de la práctica (ingresaron Antonio Medina, Walter Montoya, Jonás Aguirre y Eduardo Ledesma) llevaron a pensar que algo de eso podía tener correlato en el ensayo de fútbol de ayer, cosa que no sucedió.
La producción del equipo dejó preocupados a más de uno en Central. A Russo también. Pero el DT es quien convive con sus jugadores y el que mejor entiende hasta dónde le puede dar cada uno de ellos.
De aquí hasta el partido contra Arsenal hay tiempo suficiente como para reafirmar o rever la postura. Hoy Russo parece estar más cerca de renovarle la confianza a los once que vienen de perder en Victoria que de darle oportunidad a algunos otros, aunque con lo visto en cancha de Tigre es lógico que no esté dicha la última palabra.
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