viernes, 30 de agosto de 2013

ROSARIO: El Quemadito habría sido entregado a sus asesinos por dos amigos

Maximiliano "Quemadito" Rodríguez no estaba sólo con su novia cuando lo mataron de un disparo en la nuca, en Corrientes y Pellegrini, en febrero pasado. Aunque nunca se supo hasta ahora, iba acompañado por dos jóvenes de su círculo cercano que desaparecieron del lugar tras el ataque.
La Capital | 
El Quemadito habría sido entregado a sus asesinos por dos amigos
 En un giro de la investigación, uno de esos hombres y su hermano fueron detenidos acusados de amedrentar a la hermana de la víctima para que no aportara datos a la causa. Están imputados de enviar mensajes de texto amenazantes y atacar a tiros la casa de los familiares para intentar silenciarlos. Mientras siguen en prisión, se investigan los vínculos que podrían tener con los sicarios y si actuaron como entregadores del crimen.
Los detenidos son los hermanos Marcelo Jesús y Franco Javier R., señalados como quienes abrieron fuego, once días atrás, contra una casa de pasillo de barrio Alvear en la que estaban familiares de Quemadito. Allí se habían refugiado la hermana de Rodríguez, su pareja y su hijo tras recibir amenazas por su aporte a la investigación.
Por qué. La intimidación a tiros ocurrió el 19 de agosto pasado y precipitó la detención, al día siguiente, del líder de la barra de Newell\'s Diego "Panadero" Ochoa como instigador del crimen de Maximiliano Rodríguez. Según el enfoque de la causa penal, Ochoa había ordenado el asesinato en represalia por haber sido corrido de la tribuna, en septiembre de 2010, por gente de su círculo de confianza que quiso copar la conducción.
Los hermanos R. formaban parte del círculo íntimo de Rodríguez e incluso uno de ellos, Jesús, aparece abrazado a Quemadito en la foto que acompaña esta nota. Allí también aparece el otro amigo que lo escoltaba el día del crimen y que no está implicado en las amenazas. Por la balacera a la casa de zona sur están prófugos y con pedido de captura otros dos hombres: Abraham G. y Diego "Ojón" B. Este último salió recientemente de prisión y es padrastro de Héctor David "Porteño" Rodríguez, uno de los dos procesados como coautores del crimen.
El nombre de Jesús R., ahora preso por amenazas, ya formaba parte del expediente porque se constató que Quemadito la tarde del 5 de febrero pasado, cuando un tirador se acercó desde atrás y lo mató de un disparo en la nuca no sólo iba junto a su novia Sofía L. Con el paso de los días llegó al juzgado la versión de que también lo acompañaban dos hombres de su confianza: Jesús R. y Matías "Cali" M.
Tras la ejecución de Quemadito los dos desaparecieron de la escena. No estaban cuando llegó la ambulancia y su presencia en el lugar no figura en las actas policiales.
Cuando familiares de la víctima mencionaron que habían estado allí, el juez de Instrucción Javier Beltramone ordenó un allanamiento a la casa de Jesús R. en barrio Alvear, casi en el límite con Acindar y a sólo cinco cuadras de la vivienda baleada once días atrás. En su domicilio sólo secuestraron un celular.
Luego de ese procedimiento el muchacho se presentó en el juzgado en turno y brindó una declaración espontánea. Dijo que era amigo de "toda la vida" de Quemadito y que el día que lo mataron se fue del lugar ante la tensión del momento y para avisar a los deudos lo que había pasado. El mismo día se presentó en Tribunales Matías M. "Nos fuimos por el quilombo que se armó. Nunca nos escondimos", dijo.
Amenazas. Tres meses más tarde, la hermana de Rodríguez y su esposo comenzaron a recibir amenazas para que dejaran de aportar datos a la causa. La primera intimidación fue una carta anónima, escrita con letras recortadas de un diario: "Te gustó hablar comprá cajón para la muerte de tu mujer y ijo (sic)".
Al día siguiente la pareja recibió mensajes de texto amenazantes en un celular. "Cuidá a tu familia. Pronto se van al otro lado", decía el primero. "Estás de regalo de espalda, ya te voy a dejar tirado en el pasillo", fue otro mensaje recibido cuando el cuñado de Rodríguez jugaba a la pelota con su hijo en el pasillo. "Ahora se declaró la guerra, ya te voy a cruzar en el barrio y te voy a dar vueltas", insistían.
El 19 de agosto ocurrió el ataque a tiros a la casa de barrio Alvear, cuando un adolescente y familiar de los hermanos R. llegó en moto, insultó a la pareja y amenazó con volver. La hermana de Quemadito y su esposo subieron al techo para ver si volvían. Enseguida, según denunciaron, llegaron Franco R., Abraham G. y el menor de edad y comenzaron a patear la puerta en medio de insultos cruzados, hasta que uno de ellos extrajo un arma y efectuó cuatro o cinco disparos. Se fueron en dos motos. Más tarde, a las 15.30, volvieron a pasar en contramano en un Fiat Palio rojo.
Los hermanos R. fueron detenidos el martes y miércoles de la semana pasada por orden del juez de Instrucción Hernán Postma, en turno al momento de la balacera. El juez los indagó por amenazas coactivas calificadas por el uso de armas y por abuso de armas. Franco R. tenía una herida de bala en un hombro y aseguró que fue atacado por el cuñado de Rodríguez, algo que el muchacho amenazado negó al prestar una declaración informativa.
Como la intimidación está ligada al crimen de Rodríguez, la causa se acumuló en el juzgado de Beltramone, que ayer les negó la excarcelación a los hermanos R. mientras se investigan los vínculos que ambos podrían tener con los asesinos de Quemadito. ¿Cuál es el interés de amigos de Rodríguez en entorpecer el esclarecimiento del crimen? Esa pregunta se formulan por estas horas en el juzgado de Beltramone, donde en principio constataron que Jesús R. vive en la misma cuadra que Sergio "Chuno" Acosta, otro de los presuntos coautores del asesinato.

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