Colón acariciaba la victoria y la cima del Inicial por el gol de Rubén Ramírez (24' ST). Pero a los 42', Germán Pezzella puso el 1 a 1 definitivo. El Sabalero quedó como único escolta, a un punto de Boca.
Lo tenía y se le escapó en el último momento. Por eso el sabor amargo después del 1 a 1 con River. Sufriendo por momentos el desgaste propio de jugar tres partidos en una semana, al Sabalero se le escapó la victoria en el final y, consecuencia de ello, dejó de ser el líder del Torneo Inicial para quedar como uno de los escotas, a un punto de Boca.
Tras un primer tiempo aburrido y poco interesante, las emociones llegaron en el complemento, momento en el cual Colón parece sentirse mejor. Rubén Ramírez (ST 24’) abrió el marcador con una violento cabezazo apenas un minuto después de ingresar desde el banco de suplentes. Pero a los 43’, Germán Pezzella puso la igualdad definitiva.
Como en otros encuentros, el Sabalero mostró poco en la primera parte ante el Millonario. Puede ser que el conjunto de Roberto Sensino haya sentido el desgaste de la seguidilla de partidos por la competición en el torneo local y la Sudamericana. Con la idea de conservar energías, el dueño de casa esperó a la visita y atacó en cuentagotas, intentando sorprender a su rival.
Sin el Colón que sale a presionar y ahoga a su rival en el medio, fue River el que manejó la pelota y quien tomó mayor protagonismo. Sin embargo, poco pudieron hacer los conducidos por Matías Almeyda, no sólo por la solidez defensiva del local, sino también por la falta de capacidad propia para llegar al arco de Pozo con peligro.
Lo más interesante del Rojinegro, se vio por el sector derecho, donde se recostó el equipo para atacar a los de Núñez. Con las subidas de Caire, la participación de Moreno y Fabianesi y la velocidad de Curuchet, Colón intentó. Pero cayó en los mismo errores que River.
Sólo tuvo un cabezazo de Gigliotti y algunas aproximaciones por la velocidad de Curuchet, buscando el fondo para meter el centro. Pero extrañó a un Mugni impreciso y aun Prediger que tampoco tuvo el peso de los últimos partidos en el medio. Por suerte, abajo no pasó demasiados sobresaltos.
La única clara de River fue a los 33’, cuando Cazares recibió una pelota cruzada, le dio a la carrera y el balón se fue cerca del palo. La primera parte pareció un partido de ajedrez, en el cual ambos movieron una pieza a la vez. Tanto estudiarse y tanto miedo a equivocarse hicieron que los dos regulen, se cuiden en exceso y ofrezcan 45’ para olvidar rápidamente.
En los primeros minutos del complemento, Colón mostró una mejoría interesante y pudo jugar en terreno rival. Inclusive, en pocos minutos estuvo cerca del gol. A los 5’, Gigliotti, después de una falta a Pezzella que Pitana no cobró, trabó con Barovero y le quedó la pelota para definir. pero apareció Maidana para cerrarle el camino e interceptar el pase a la red.
Con el pasar de los minutos, el cansancio obligó a bajar el ritmo y fue entonces cuando River inclinó la cancha a su favor. Sobre los 21’, Trezeguet atropelló y de ello salió un pase para la llegada de Sánchez, que obligó, con su remate, a que Pozo mande la pelota al tiro de esquina. Antes había avisado Rojas, pero Raldes llegó para salvar.
Pasados los 20’, Tito Ramírez volvió de su lesión. Y a Rubén Darío le bastó un minuto para escribir un poema. Centro de Urribarri y teztazo del centrodelantero para clavar el balón en el ángulo superior derecho de Barovero, que no pudo hacer más que mirar. Cuando peor la pasaba, Colón tiró y pegó demostrando que es un equipo que deja todo y aún en la adversidad se mantiene firme.
En la recta final, se notó un desgaste importante que hizo difícil controlar el partido. Aunque daba la sensación de que el Millonario, pese a terminar jugando con tres puntas, no tenía las herramientas necesarias para empatar. Hasta que Ponzio sacó a relucir toda su calidad y, con un pase en cortada, dejó mano a mano a Pezzella, que no falló. Sobre los 45’, Cairea salvó providencialmente cuando Trezeguet buscaba su primer gol en la máxima categoría del fútbol argentino.
A pesar de que se escaparon dos puntos, Colón volvió a sumar, se mantiene en el lote alto y soporta la doble competencia. Pero lo más importante es que conserva su idea de juego y la profundiza cada día más.
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