SANTA FE: El río continúa bajando y se resiente la captación de agua

En los últimos 15 días bajó 43 centímetros y llegó a los 2,06 metros en el puerto local. Assa garantiza el servicio pero pide un consumo responsable para que todos tengan agua potable.

El dato llama la atención, el río bajó cuarenta y tres centímetros en 15 días y ya roza la barrera de los dos metros en el puerto local (ayer el hidrómetro marcó 2,06). Desde el viernes hasta ayer el descenso fue de cinco centímetros y desde la empresa Aguas Santafesinas SA (Assa) ya encendieron una luz de alerta.


El motivo es que la bajante ya está repercutiendo en la captación de agua cruda –en el orden de un 7 por ciento– y, por lo tanto, también en la distribución por red que realiza la firma, ya que puede producir menos cantidad de agua potable.


Pero el problema de la acentuada baja en los niveles del río se hace aún más notorio por la suma de otros factores como la falta de lluvias y las altas temperaturas propias de la estación del año.
La ecuación es muy simple. Si se reduce la capacidad de tomar agua del río, empieza a llegar menos cantidad de líquido a la planta potabilizadora. Y si se tiene menos agua para potabilizar, finalmente se distribuye, también, una menor cantidad hacia los hogares.


Los valores en los que se redujo el funcionamiento de ese sistema está en un 7 por ciento, aunque de profundizarse la bajante y la falta de lluvias, eso podría ir incrementándose lentamente.


El viernes pasado desde Assa ya se reconocía que en el norte de la ciudad había algunos problemas en el servicio con una merma en la presión. La explicación está en el sistema de distribución. Como es una red, las primeras dificultades siempre se sienten antes en los usuarios que están al final de la cañería.


Por eso el calor juega un papel fundamental. Las altas temperaturas impulsan el consumo de la gente y si no se toma conciencia sobre un uso racional del recurso habrá familias que se quedarán sin agua en los horarios pico.


Durante la semana pasada el consumo promedio en la ciudad de Santa Fe fue de más de 170 millones de litros diarios. Desde la empresa aseguraron que ésa es una cifra elevada, aunque es menor a la demanda que se produjo a principios de enero de este año, cuando se entregaban más de 180 millones de litros. Si esta bajante continúa, seguramente va a haber más restricciones en la capacidad de producción.


Por eso desde Assa se remarcó que si todos toman buenas pautas de consumo, se evita que se resienta el funcionamiento del sistema. En diálogo con Diario UNO el vocero de Aguas Santafesinas SA, Germán Nessier, dijo que se está pidiendo “un uso solidario y responsable del agua potable” y que como “esta tendencia se agudizó y el río va a seguir en baja, es importante solicitar que haya un uso responsable del servicio, porque sino los sectores más alejados de la planta son los primeros que sienten los inconvenientes con una disminución de la presión”.


Sin embargo, Nessier llevó tranquilidad al asegurar que para que la ciudad se quede sin agua potable “debería secarse el río”. Al mismo tiempo aclaró: “No queremos generar alarma, pero debemos estar en alerta”.


Precaución para navegar
Desde la Prefectura Naval Argentina, Delegación Santa Fe, mostraron su preocupación por la situación del río Paraná que continúa en baja y desde hace unos días comenzó a afectar la navegación por los cursos de agua de la región.


Uno de los principales inconvenientes se da en la aparición de los bancos de arena o la escasa profundidad del río en zonas donde normalmente no hay inconvenientes para transitar con las embarcaciones. Las recomendaciones se basan en que los navegantes tomen todas las precauciones necesarias para evitar inconvenientes en el río.


Por otra parte, los santafesinos también tienen que bañarse con precaución en las playas, ya que la bajante hace que el agua esté más encajonada en los cauces naturales de la laguna y del río.


Eso hace que haya poca playa y que la gente cuando va a los balnearios vea a la boya demasiado cerca. Lo que se redujo es el pelo de agua desde la orilla hasta la boya, que es donde la gente puede bañarse con profundidad y con seguridad. Pero próxima al boyado está la barranca del río que tiene mucha profundidad y es un peligro para los bañistas.