domingo, 22 de enero de 2012

Masacre de Mendoza: investigadores dieron con una escalofriante pista sobre las causas

La pericia a la computadora de la familia asesinada reveló que, minutos antes del crimen, el sobreviviente de 13 años, acusado por el fiscal,  jugaba a matar gente brutalmente en un popular videojuego

Matar, matar y matar, de eso se trata el videojuego que jugaban el joven de 13 años y Ezequiel Miguel, de 11, minutos antes de que se desatara una impensada masacre en la vivienda que terminó con la vida de los cuatro integrantes de la familia Miguel, entre ellos el chiquito, hecho ocurrido el 8 de diciembre en el barrio 8 de Mayo de Las Heras.


Así lo detectaron los peritos al revisar la computadora familiar y también descubrieron que los menores estaban visitando en internet un sitio de sexo explícito para adultos.


Sin embargo, aunque el fiscal de Menores Gustavo Farmache ya le atribuyó el múltiple crimen al joven sobreviviente, sigue siendo un verdadero misterio cuál fue el motivo de la masacre y si el juego causó alguna influencia.


El polémico juego
Lo que está claro es que el juego, al parecer bajado de la web, estaba siendo utilizado: se trata del GTA San Andrea, el controvertido videojuego más vendido en el mundo, que fue fabricado inicialmente para la PlayStation II y se hizo famoso por su altísimo grado de violencia, por las críticas y controversias que generó y por los intentos para censurar su utilización.


En  este  juego, matar  todo  el tiempo da puntos y más puntos, y si se mata a un policía, da mucho más.


Es un videojuego en el que el protagonista (el jugador) es un delincuente que roba autos en la ciudad de San Andrea. Toma un auto en la calle y transita la urbe impunemente, arrasando todo lo que tiene a su paso, atropellando gente –lo que  le da 10 puntos–, matando policías –que le otorga 1.000 puntos–, chocando otros vehículos e incluso puede detenerse, bajar del automóvil y balear a quien se le cruce por el camino.


Si tiene armas, puede incendiarlo con el lanzallamas y hasta ultimarlo con un lanzacohetes.


Así va por la ciudad, sembrando el pánico, trabajando para el crimen organizado y, por supuesto, perseguido por la policía y en la mira de otros delincuentes.


Matar es el fin de este popular videojuego, el que ese 8 de diciembre jugaban los menores antes de que uno de ellos apuñalara a toda la familia.


Sin embargo,  los estudios psiquiátricos posteriores hechos al menor sobreviviente y acusado de la masacre han dado muestras de que, con el juego o sin él, el chico posee una personalidad con reacciones extremadamente agresivas y absoluta falta de piedad.



¿Y la causa?
El GTA San Andrea fue duramente años muy criticado por su alto grado de violencia, lo que terminó sirviendo de publicidad para aumentar sus ventas y ser el más solicitado.


¿Fue el videojuego la causa del cuádruple homicidio? Es un misterio para la fiscalía y también para los psiquiatras, quienes no han podido descubrir las razones.


“Él solo sabe lo que pasó y no lo ha dicho”, afirmó un detective al referirse al menor acusado.


Los investigadores especulan un par de hipótesis en las que el videojuego no sería el motivo disparador.


La primera sospecha es la de una discusión entre ambos chicos por razones del momento.


Al principio del caso se afirmó  que los niños estaban manipulando un MP3 con cuchillos.


Alguna desavenencia durante  esa tarea podría haber desatado la ira homicida del menor de 13, quien la descargó sobre el de 11 y después el  resto. De hecho, el adolescente tuvo un corte en la palma de una mano que aún no ha sido explicado.


Esta pista se sostiene sobre una  evidencia que cuesta ignorar: el niño de 11 años es el que más heridas recibió, con un total de 37 puñaladas.


La otra opción es que Mónica Miguel, la madre de Ezequiel, los haya  sorprendido viendo el sitio de internet pornográfico y se haya desatado alguna o discusión entre ellos que provocara la reacción del chico de 13.


A estas alturas, los detectives están convencidos de que los abuelos, Alí Miguel y su esposa Sara, tuvieron muy mala fortuna al llegar al domicilio justo cuando el chico acababa de cometer los primeros dos crímenes y aún no salía de la casa. Esto selló la suerte de los ancianos, a los que el chico eliminó para asegurar su impunidad.

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