lunes, 12 de diciembre de 2011

Unión perdió 2 a 0 con Estudiantes en La Plata

En una lluviosa La Plata, Unión se despidió del Apertura con otra derrota: un injusto 2-0 ante Estudiantes, con goles de Boselli y Cellay. Para colmo, en el Tate se fueron lesionados Paulo Rosales y Juan Pablo Avendaño.

Unión perdió 2 a 0 con Estudiantes en La Plata

Uno de los mejores años en la historia de Unión se cerró de la peor manera, tras una racha de tres caídas consecutivas. Después de llegar a la línea de los 25 puntos, el Tate no pudo volver a sumar y le bajó la persiana al año de su ascenso y del triunfo en el clásico santafesino perdiendo con Estudiantes por 2 a 0. Mauro Boselli (PT 47’) y Cristian Cellay (ST 32’) marcaron los goles del Pincha.


Pese a las tres derrotas al hilo, la gente acompañó y apoyó al equipo que cerró una gran campaña tras volver a la máxima categoría. Ahora, con la base de puntos obtenida, Frank Kudelka y la dirigencia deberán juntarse, llegar a un acuerdo y traer los refuerzos que el DT pide y dice necesitar para cumplir con el pricipal objetivo: mantener a Unión en primera, donde merece estar.


El Tate arrancó como para despedirse de la mejor manera, no sólo del Apertura, sino de un año que quedará en la historia Tatengue. Así fue como en los primeros cinco minutos salió a presionar a su rival y pudo pararse mejor en cancha. Aunque el Pincha, de la mano de Juan Verón, Mariano González y Gastón Fernández no tardó demasiado en emparejar el juego. Sin un dominador claro, el cotejo fue transitando hasta que llegó a su primer cuarto de hora.


Fue entonces cuando apareció Paulo Rosales, secundado por Fausto Montero. El Pichi se hizo cargo de la generación de juego, hizo rotar el balón y permitió que el Tate tenga dos situaciones muy claras para ponerse en ventaja.


A los 17’, el Pichi armó una buena jugada individual y metió un centro mejor para la llegada de Matías Quiroga. El centrodelantero rojiblanco alcanzó a desviar el esférico, que se fue besando el palo izquierdo del uno local. Tres minutos más tarde, Rosales combinó con Montero y llegó el centro para que Emanuel Moreno fusile a Agustín Silva, quien ahogó el grito tatengue.


Mientras que los platenses mostraban poco y nada. Solamente Verón se lucía en mitad de cancha, aunque los problemas para el dueño de casa pasaban por otro lado. En menos de media hora, Juan Azconzábal tuvo que realizar dos variantes obligadas (salieron Modon y la Gata Fernández por lesión). Pero el León se fue despertando y sobre el cierre, niveló el encuentro.


Mala pata
Rosales estaba siendo uno de los mejores en el Único de La Plata. Había sido el comandante de Unión y fue quien generó las dos mejores situaciones de gol para el visitante. Pero después de los 40’, el Pichi sintió una molestia y dijo basta. Después del golpe anímico que significó la salida de su conductor y cuando se moría la etapa inicial, llegó un cambio de frente para Juan Domínguez, quien tiró un centro preciso para la entra de de Boselli quien, sin marca alguna, no perdonó.


En el inicio del segundo tiempo, el Tate tuvo un nuevo golpe bajo en lo que respecta al panorama de lesionados, porque a la salida obligada de Rosales, a los 2’ se fue del campo con una dolencia en su aductor derecho el capitán Juan Pablo Avendaño y con la salida del Pata ingresó Alejandro Pérez y Rodrigo Erramuspe pasó a la zaga.


A pesar de los golpes duros con las lesiones del Pichi y el Pata, Estudiantes no mostró una claridad de juego absoluta, ya que solamente apostó al juego preciso y claro de Verón, pero después la Bruja no tuvo un socio perfecto para marcar superioridad sobre el Tate.


Por el lado de la Avenida, la actitud de presionar sobre el campo rival siguió de la misma manera, tomando como abanderado a Fausto Montero tirado por el carril derecho, jugando bien en a toma de juego Aléxis Fernández.


Cuando el Tate pasaba su mejor momento y tenía un buen manejo de pelota, llegó el segundo gol del Pincha. Cellay recibió un balón sin marca dentro de área y definió con total libertad para cerrar el duelo y para que todos los platenses celebren junto a su ídolo, la Brujita Verón. El Tate, invitado a la fiesta, terminó con dignidad y con la tranquilidad que le daban los benditos 25 puntos, mientras deja atrás un año histórico y ya pone el foco en el que viene. 

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