ROSARIO/Duro reclamo empresario a la EPE para que se eviten los cortes de luz

Plantean que, si es necesario, la provincia debe endeudarse para realizar obras clave. Se reúnen hoy con autoridades de la compañía tras otro día de cortes y malhumor de vecinos.

Los empresarios le pedirán hoy al gobierno provincial que haga toda la inversión necesaria para solucionar el problema de los cortes de energía, incluso aunque tenga que endeudarse. Así lo planteó ayer el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Elías Soso, quien mantendrá esta mañana una reunión con las autoridades de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).

Si bien el dirigente admitió que "hubo inversiones y mejoras", consideró que "no alcanzan con el crecimiento que ha tenido la ciudad y no hay que encorsetar ese desarrollo". El gerente de Relaciones Institucionales de la EPE, Raúl Stival, afirmó que la empresa "está mejor parada que años anteriores", pero también reconoció que "acompañar el crecimiento que tiene la ciudad es una tarea titánica".

Como en la previa de cada verano, el aumento de la actividad ya produjo cortes en varios sectores y en los últimos días le tocó a los vecinos del centro y el macrocentro. El martes pasado, pese que a las temperaturas eran benévolas y no se había registrado un pico de demanda, cientos de vecinos del centro se quedaron a oscuras y muchos comerciantes tuvieron que recurrir a generadores de energía.

Ayer el episodio se repitió en la zona de Montevideo y San Martín, donde el suministro de energía estuvo interrumpido durante unas dos horas por una falla en la red de media tensión.

La explicación técnica corrió por cuenta del gerente de Relaciones Institucionales de la EPE, quien aseguró que "son cortes que nada tienen que ver con las altas temperaturas, sino con el aumento del consumo que se produce por la mayor actividad comercial de fin de año".

Inversión. Más ofuscado, el titular de la Asociación Empresaria señaló que "son reiteradas las quejas de los comerciantes respecto de los cortes". Esta mañana, y junto al secretario de la entidad, Ricardo Diab, se reunirá con el titular de la EPE, Daniel Cantalejo, para solicitarle información sobre las obras realizadas y a realizar en la red de energía. En el cónclave, también reclamarán que "se lleven adelante todas las inversiones necesarias para solucionar el problema de una vez por todas".

En ese sentido, Soso fue contundente al afirmar que "el gobierno provincial debe tomar esta problemática como prioritaria y eso significa que debe hacer todas las inversiones necesarias para darle un corte a esta situación, incluso si eso significa tomar un crédito internacional y endeudar a la provincia para poder llevarlas adelante. Porque no puede ser que todos los años hagamos el mismo planteo y siempre obtengamos la misma respuesta sin una solución definitiva".

El dirigente reconoció "mejoras", pero consideró que "no son suficientes por el crecimiento que tiene la ciudad y que de esta manera se lo está encorsetando". En eso coincidió el gerente de Relaciones Institucionales de la EPE, que puso como ejemplo la situación de los nuevos edificios: "Se están ocupando 300 edificios por año, hablamos desde hasta cinco torres por cuadra. Todo ese crecimiento de la ciudad va sobre el mismo cable y por más refuerzos que se hagan, probablemente haya problemas. Sólo el año pasado se vendieron 70 mil acondicionadores de aire".

Sin embargo, también destacó que "en 30 años es la única gestión que mantuvo un plan de inversión sostenida y no esporádica", y recordó que "años anteriores para esta época ya se habían producido apagones que dejaron a media ciudad a oscuras".

Por eso, para cuando comience el verano y la temperatura deje de dar una tregua, afirmó que la EPE "está mejor preparada para afrontar esas situaciones".

Las frases que rescata el archivo

Durante la última gestión del gobernador Hermes Binner, los problemas con la energía eléctrica se sucedieron a lo largo de estos cuatro años. Con menor calibre que en las administraciones justicialistas que lo antecedieron, quienes están al mando de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) dejaron varias declaraciones en el tintero.
  Apenas asumido en el cargo el flamante titular de la EPE, Daniel Cantalejo, advirtió que se iban a producir cortes de energía eléctrica durante el verano de 2007 y deslizó que el desafío era estabilizar la empresa.
  En noviembre de 2008 los cortes dejaron a oscuras a media ciudad y desató la bronca y el reclamo de los usuarios.

Preventivos. En diciembre hubo comerciantes que debieron interrumpir sus tareas por los primeros “cortes preventivos” y se diagramaron apagones nocturnos. Para el microcentro fue necesario traer un generador móvil.
  “Tendremos un verano con mayor normalidad y menos apagones, con una respuesta rápida y capacidad logística”, presagió el ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, el 16 de septiembre de 2009. En diciembre hubo varios apagones en el centro.
  Ya el 15 de enero de 2010 el ministro Ciancio aclaró que “recuperar la EPE llevará todavía dos años más” y aclaró que “siempre se les va a decir la verdad a los ciudadanos”.
  El 28 de diciembre del año pasado la provincia alcanzó un récord histórico de consumo de energía. Al otro día más apagones recalentaron el ánimo de los rosarinos.

Nuevas torres, viejos cables
(Por Diego Veiga / La Capital). _ Hace cuatro años, en pleno boom inmobiliario y con edificios floreciendo como hongos por toda la ciudad, las autoridades de la EPE le aseguraron a La Capital que estaban realizando inversiones para evitar colapsos energéticos. La empresa venía de un proceso errático donde se había hecho lo imposible para dejarla en manos privadas. En los noventa, años en los que muchos justicialistas comulgaban con el menemismo y el furor privatizador era la meta a seguir, las grandes inversiones se dejaron de lado.
  Hoy, el propio director de la EPE advierte que en Rosario se ocupan cinco torres por cuadra y el que sigue llevando la energía es el mismo y obsoleto cable de antaño. Ergo, colapsa: llegan los apagones, el malhumor y la bronca de comerciantes. Algo que invariablemente sucede todos los años.
  Pasó con el peronismo y ahora con el socialismo, lo que lleva a pensar que la falta de planificación desconoce de partidos políticos. Como un fatídico chiste del destino, todos los veranos los vecinos padecen apagones y hasta enfada escuchar las mismas promesas de los funcionarios.
  Mientras tanto, los empresarios de la construcción hacen lobbys para intentar modificar aún más el Código Urbano y seguir teniendo grandes ganancias con monoambientes que comercializan a precios exorbitantes.
  Así, sin planificación a la vista, el boom inmobiliario va veinte pasos adelante de la inversión pública y, lamentablemente, es lógico que el sistema colapse. Y sí, por más que de bronca, lo único que no colapsa es la factura de la luz, que llega cada vez más abultada.