ROSARIO/Balearon al dueño de una conocida pizzería de Pichincha

El dueño de la pizzería Maddalena, de Alvear y Jujuy, fue asaltado y baleado -felizmente sin puntería- en un intento de asalto en plena calle después de cerrar el local en horas de la madrugada. Reclama más custodia policial para la zona.

"No tengo. No tengo. No tengo. Se lo repetí y en un descuido corrí a esconderme en un estacionamiento de mitad de cuadra. Empecé a correr y me tiraron. Sentí el balazo. Me habrá pasado a un metro de la cabeza". Oscar, propietario de la pizzería Maddalena II, en Jujuy al 2300 en barrio Pichincha, sufrió el último fin de semana una tentativa de robo que por mínima distancia no terminó en tragedia. "Acá viene Tránsito a llevarse los autos de los clientes que no están bien estacionados pero la policía no circula. Este barrio debería estar más custodiado", indicó Oscar. Los últimos dos años el barrio de Pichincha se consolidó como un polo gastronómico con bares, restaurantes, parrillas y pizzerías. Y con ellos se afianzaron los robos a los comercios. "En esta zona no hay bar que al menos no haya sufrido un robo. Ya no sabemos qué pensar. No es fácil trabajar así. Pensando que te pueden robar mientras trabajás o cuando te vas", indicó un empleado gastronómico que trabaja en un bar de la zona. Sobre finales de julio pasado, dos hombres armados robaron el bar Chinchibira, de Jujuy y Santiago, donde había alrededor de 60 clientes. Chinchibira está a una cuadra de Maddalena II. En enero pasado, tras los robos al bar Life de Alberdi y el desaparecido restaurante La Pérgola de Balcarce y Wheelwright la Unidad Regional II dispuso reforzar controles sobre unos 200 bares y restaurantes de los corredores más concurridos de la ciudad a fin de prevenir hechos de inseguridad. EL ROBO FRUSTRADO El domingo pasadas las 4 de la mañana, Oscar y una encargada de Maddalena II se retiraron de la pizzería ubicada en la esquina de Alvear y Jujuy. Oscar llevaba en una de sus manos una bolsa y se dirigía hacia su auto, estacionado por Jujuy entre Alvear y Santiago. "Salimos con una de las encargadas, a la que iba a llevara a su casa, y nos sorprendió un muchacho armado con un revólver. Me pidió la recaudación y le dije que no tenía dinero encima. Y él me seguía insistiendo", rememoró Oscar. A la hora señalada, el cruce de Alvear y Jujuy, es una zona de tránsito ligero. En medio de esa charla tensa, el dueño de la pizzería aprovechó un descuido y empezó a correr. En ese momento pasaba una Traffic de la Dirección Municipal y Oscar se valió de ella para poder cruzar la calle y guarecerse en un estacionamiento sobre Jujuy, a mitad de cuadra, frente a una concesionaria de autos importados. "Ahí escuché sentí el tiro. Me habrá pasado a un metro de la cabeza", recordó el comerciante. El robo no llegó a concretarse.