El técnico rojiblanco fue claro al realizar el diagnóstico de la derrota ante san Martín de San Juan.
Luego ahondó un poco más en el análisis: “Estuvimos muy pasivos, cansados, indudablemente jugamos mal. El rival hizo sus méritos, pero tampoco hizo gran cosa, no lo vi como un equipo que nos haya superado tanto. Creo que tuvimos déficits en la posesión de la pelota, y nosotros estábamos muy quietos, eso fue evidente”.
—¿Creés que fue falta de actitud o sólo fueron cuestiones futbolísticas?
—En este caso no creo que pase por la actitud, realmente lo que se ve es el gesto corporal, o las decisiones dentro de la cancha. Al equipo lo vi cansado, superado por el rival en los espacios cortos, en los rebotes, en la segunda jugada, no respondimos a lo que necesitamos.
Hace unos días, en uno de los contactos con la prensa, el entrenador había expresado que para que su equipo tenga posibilidades de obtener buenos resultados, debía llegar por lo menos al 80 por ciento de su capacidad, y no se olvidó de eso después de esta caída ante el elenco de Garnero: “Siempre he dicho que necesitamos poner en cancha un porcentaje muy alto en lo mental y físico, en cuanto a la intensidad estoy hablando, y esta vez no lo alcanzamos, y cuando pasa eso, hace que pensemos en que Unión es un equipo vulnerable”.
—¿Pensás que si ellos no hubieran marcado el gol antes de que terminara el primer tiempo, el partido se hubiera dado de otra manera?
—Quizás, eso no se sabe. Nosotros empezamos medianamente bien, pero con el correr de los minutos nos fueron superando mental y físicamente. Es cierto que el gol de ellos llegó justo cuando terminaba el primer tiempo; para colmo, cuando en el segundo estábamos levantando, no jugando bien pero apretando, vino el segundo gol en una contra, y ahí ya no lo pudimos remontar. Es una noche a la que deberemos olvidar rápidamente porque ya viene otro partido en tres días, y lo mejor será descansar y pensar en ese compromiso.
También explicó porqué puso a Quinteros en lugar de Velázquez: “A Quinteros lo puse porque Velázquez no estaba al ciento por ciento en lo físico, entró por la ventana, lo probamos hasta el último día pero indudablemente no podía aguantar todo el partido”.
—Hacía mucho que no se lo veía tan mal al equipo, ¿no?
—Es cierto. La verdad es que no estábamos acostumbrados a jugar tan mal, pero lo importante para nosotros es que ahora viene otro partido muy difícil y en poco tiempo, lo mejor será tratar de recuperarnos de esta derrota lo antes posible.
—¿Encontrás alguna similitud entre esta derrota y la de Boca?
—No, Boca nos bailó, y esta noche no sentí eso. Jugamos un mal partido ante un rival que no hizo tanto como para ganarnos tan fácilmente. Seguramente no hicimos las cosas bien, y por eso perdimos.
“Nos ganaron bien”
“Más allá de que jugamos mal, no le podemos quitar méritos a San Martín, que jugó mejor que nosotros y por eso nos ganó”, reflexionó Paulo Rosales sobre la derrota.
“Cuando jugás mal, el rival te supera, como pasó esta vez. Las cosas en el fútbol son así: ellos jugaron mejor que nosotros y nada más, nos ganaron bien y no hay nada que reprochar, ahora hay que pensar en el próximo partido”, agregó el cordobés.
—¿Pudo ser éste uno de tus peores partidos de los últimos tiempos?
—Puede ser, yo me doy cuenta. No me encontré cómodo, busqué sacarme el hombre de encina que tuve durante todo el partido, adelantándome unos metros para juntarlo con los defensores, pero no fue la solución.
—¿Cuál es la sensación que les queda luego de la derrota?
—Nos volvemos a Santa Fe amargados y tristes por no haber conseguido los tres puntos, o por lo menos un empate, pero tenemos la revancha dentro de tres días, así que hay que empezar a pensar en ese partido.
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