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viernes, 29 de julio de 2011

EN LA CIUDAD CAPITAL-Cuatro policías santafesinos presos por apremios e intento de extorsión

Llevaron a Jefatura a un hombre. Lo golpearon y le pidieron $ 5 mil para no vincularlo a un crimen. Son el jefe de Seguridad Personal y otros tres efectivos de la Unidad Regional I. Están en disponibilidad.
El jefe y otros tres agentes de la sección Seguridad Personal (SP) de la Unidad Regional I de policía, con asiento en la ciudad de Santa Fe, fueron detenidos y pasados a disponibilidad acusados de intentar extorsionar y someter a apremios ilegales a un hombre al que atribuyeron un delito en forma equivocada. Los uniformados, según dijeron fuentes oficiales, apresaron a la víctima en el marco de un allanamiento y le secuestraron una escopeta. Pero una vez en Jefatura, y ante la insistencia del detenido sobre su inocencia, no sólo le pegaron brutalmente sino que también le exigieron el pago de 5 mil pesos en efectivo para no implicarlo en el crimen que estaban investigando.
Todo empezó el pasado 15 de julio cuando una brigada de Seguridad Personal llegó al barrio Yapeyú, en la zona noroeste de la capital provincial, en busca del presunto autor de un homicidio. En el operativo los agentes allanaron una vivienda de Hermanos Figueroa al 1300 desde donde se llevaron preso a Marcos Germán O., a quien le secuestraron una escopeta calibre 36 marca Centauro.
A pesar de que el detenido siempre clamó su inocencia, fue trasladado a Jefatura y allí, según denunció al otro día, "fue sometido a una salvaje golpiza por parte de cuatro policías" que lo quisieron implicar en el homicidio. "Convencidos de que el tipo no tenía nada que ver y que su prontuario estaba limpio, los policías lo liberaron pero le exigieron la entrega de 5 mil pesos en efectivo para no volver a vincularlo a la causa".
La denuncia. Marcos O. llegó a su casa maltrecho y asustado. Le contó a su familia lo sucedido y ésta lo impulsó para presentar la denuncia ante la Dirección de Asuntos Internos de la zona Centro-Norte. Desde esa repartición policial se puso en conocimiento de lo sucedido al juez de Instrucción número 8, Jorge Patrizzi, quien dispuso que se haga una entrega controlada del dinero para pescar in fraganti a los policías extorsionadores y que se intervengan los teléfonos de la víctima y los uniformados bajo sospecha.
Así las cosas, Marcos O. convino con la policía la entrega del dinero solicitado, la que se iba a realizar el miércoles pasado en cercanías de la casa de la víctima. Por eso llegaron al barrio Yapeyú dos móviles con pesquisas de Asuntos Internos para controlar y filmar el pago de la extorsión. Pero algo falló en el camino ya que el policía que se acercó al lugar para hacerse cargo del cobro habría detectado la presencia de los investigadores.
"En un primer momento acordaron la entrega en un lugar, pero cuando la víctima llegó le dijeron mediante un llamado a su celular que lo iban a hacer a unas dos cuadras de allí. Cuando llegó a esa otra esquina lo volvieron a mover a otro lugar", confió una fuente. En ese ir y venir finalmente el pago no se hizo y cuando Marcos O. regresó a su vivienda recibió un nuevo llamado en el que le advirtieron: "La próxima vez mandale saludos a mis amigos de Asuntos Internos y a vos ya te voy a mandar alguna gente para que te visite".
Esa amenaza sufrida por Marcos O. por la denuncia realizada se sumó a la presentación original de tentativa de extorsión y apremios ilegales, por lo que el juez Patrizzi dispuso que se montara una guardia protectiva frente a la vivienda del muchacho.
Identificados. Ante semejante cuadro, el magistrado avanzó con la investigación y dispuso que Marcos O. observara un álbum fotográfico para detectar si en el mismo estaban los policías involucrados no sólo en la golpiza sino también en la extorsión. El muchacho no dudó en señalar a los implicados y entonces el juez dispuso su detención, lo que se concretó en la misma Jefatura santafesina. Se trata del jefe de Seguridad Personal de la Unidad Regional I, comisario principal Jorge Schuck; el sargento 1º Walter Reviglio; y los suboficiales Pablo Sánchez y Javier Domínguez.
Según reconoció el denunciante, los cuatro participaron de la golpiza y fue el sargento Reviglio el que lo llamó por teléfono y fue hasta el barrio Yapeyú a buscar el dinero. Sin embargo, el juez imputó a todos por "tentativa de extorsión y severidades", dispuso su identificación dactiloscópica y que se les tome declaración en Asuntos Internos. También fueron interrogados allí para deslindar responsabilidades el subjefe de Seguridad Personal, oficial Raúl Escudero, y el jefe de la Agrupación de Unidades Especiales, comisario Raúl Ibarra, quienes según el vocero "son ajenos a la causa que se investiga", como así también el resto de los efectivos de SP y cuatro testigos.
Paralelamente, el jefe de la Unidad Regional I de policía, comisario mayor Juan José Mondino, determinó el pase a disponibilidad de los cuatro agentes involucrados hasta que se determine la situación procesal de los mismos.

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