lunes, 25 de julio de 2016

Se recupera un niño que fue atacado por una Pitbull

Thiago, de 3 años, resultó con heridas en la zona de la boca y en el mentón. Entró a quirófano y recibió 5 puntos de sutura. Se programó una segunda cirugía de reparación.
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Foto:Danilo Chiapello
“A raíz de lo ocurrido, el chico fue sometido a una cirugía y más adelante se le hará una segunda intervención”, precisó la directora asociada del Hospital de Niños, doctora Mariela Allassia.

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com

Se llama Thiago, tiene 3 años y bien podemos decir que nació dos veces.

Es que ayer al mediodía Thiago afrontó una dramática situación, cuando una perra Pitbull (propiedad de su familia) lo atacó en el patio de su casa. El pequeño resultó con lesiones de consideración en la zona de la boca y el mentón. 

Desesperada, la madre del chico envolvió las heridas con un paño, lo levantó en sus brazos y salió a la calle a pedir auxilio. 

El destino quiso que justo en ese momento un patrullero pasara por el lugar del incidente (9 de Julio y Esquiú). Las dos mujeres policía que estaban a bordo del móvil detuvieron la marcha y tomaron cartas en el asunto.

La madre y el menor fueron subidos a la unidad, y en cuestión de minutos pudieron llegar al Hospital de Niños, gracias al operativo de tránsito que otros uniformados realizaron, cortando calles y abriendo paso por las avenidas.

Parte médico 
Ayer al mediodía ingresó un niño de 3 años mordido por un perro raza Pitbull, según nos refirió la familia. Como las lesiones comprometían la zona facial hubo que pasarlo a quirófano. Se hizo una limpieza y se le colocaron puntos de sutura. Lo comprometido era la parte de tejido blando, no profundo. Sobre todo en la zona de la boca. Por eso se hizo una primera cirugía que nosotros llamamos de aproximación, y se programó hacer una segunda intervención que será concretada por los cirujanos plásticos. Esta mañana se le permitió el alta domiciliaria y ahora va a seguir con tratamiento ambulatorio”, precisó la directora asociada del Hospital de Niños, doctora Mariela Allassia.

Más adelante agregó que “lo más importante aquí es hacer un llamado a la reflexión sobre el cuidado que hay que tener con ciertas razas consideradas peligrosas. Hay que concientizar que este tipo de situación puede comprometer no sólo a los niños de la familia, sino a otras personas también”.

“Nosotros aquí hablamos desde el punto de vista pediátrico, pero sabemos que también hubo incidentes con personas mayores y adultos.

“Sobre estas opiniones nuestras como pediatras y efectores de salud pública, seguramente muchos van a estar de acuerdo. Pero antes de tener ciertas razas en un hogar, hay que asesorarse. Y si tenemos niños pequeños, hay que tratar de buscar razas que no sean peligrosas”.

“Esto ya está estudiado y hay profesionales veterinarios que pueden opinar sobre esto.

No podemos decidir como mamá o papá, si hay algún pequeño en la casa, de tener la raza que se nos ocurra. Las razas peligrosas son muy complicadas para tenerlas conviviendo con niños”, opinó.

Oportuna intervención
 Cintia Franco y Carolina Verón son las dos mujeres policías que jugaron un papel crucial en esta historia. 

En diálogo con El Litoral, Carolina explicó que “estábamos patrullando, cuando por radio nos mandaron a cargar combustible. Al llegar a la intersección de 9 de Julio y Esquiú, vimos a una mujer que salía corriendo, llevando en brazos a una criatura, envuelta y con abundante sangre. Paramos y le preguntamos qué había pasado. La mujer nos contestó que su perra había mordido al chiquito”.

“Pedimos autorización para hacer el traslado y entonces cargamos a los dos y salimos con dirección al Hospital de Niños. Varios móviles nos fueron abriendo paso, porque la calle era un ‘loquero’. Al llegar al hospital, ingresamos por la guardia y nos recibió la doctora Corvalán, que se hizo cargo de la situación. Después nos dijeron que el chiquito había quedado internado para una cirugía”.

“Lo que yo alcancé a ver, una vez que lo limpiaron, fue que tenía lesiones en la parte de la boca, como que le faltaba una parte del labio.

“El momento fue muy dramático porque una es mamá, y ver a una criatura con la cara llena de sangre... cualquier cosa se te cruza por la cabeza. Pero bueno, gracias al compañerismo de todos mis colegas que nos fueron abriendo paso por la calle, pudimos llegar a tiempo al hospital, sin ningún problema”.

“Tanta fue la tensión que pasamos, que después nuestros compañeros nos decían que cuando hablábamos nos temblaba la voz...”, culminó.

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