miércoles, 27 de julio de 2016

Cómo enfrentar el bombardeo de noticias violentas


Por KATIE ROGERS 25 julio 2016

Soldados de la Guardia Nacional en la Terminal de Autobuses de la Autoridad Portuaria en Nueva York, donde la seguridad ha aumentado después del ataque en Niza, Francia. CreditSantiago Mejia/The New York Times

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Ha sido un año difícil.

Ya parece que la violencia obedece a un patrón y que existe una coreografía de nuestras reacciones.

Un asesino busca un club nocturno, una iglesia, un aeropuerto, una manifestación. Alguien es capturado en video mientras le disparan, a veces es la policía, y los manifestantes llenan las calles. Un ataque se lleva a cabo en Francia, Estados Unidos, Turquía, Bangladesh, Líbano, Túnez o Nigeria, y después un grupo terrorista radical se lo adjudica y lo celebra.

Nuestros celulares vibran con nuevas alertas. Los locutores inundan el aire con cables informativos que gritan “Última hora” en letras rojas. Los rumores y la desinformación se multiplican. Los comentarios explotan en Twitter, en Facebook y en los portales de noticias.

Los periodistas crean historias multimedia centradas en los videos, fotografías, y relatos gráficos de las víctimas y los testigos. Los expertos dan entrevistas y las últimas herramientas de la inmediatez se ponen en acción. Después de los ataques mortíferos en Niza, Francia, el Times invitó a asesores sobre duelos para que fueran entrevistados en Facebook Live. Tan solo días después, la atención ya estaba enfocada en otro tiroteo que dejó tres policías muertos.

¿Qué nos está provocando todo esto?

Depende de la persona, pero vivir en un mundo conectado digitalmente, donde la transmisión de violencia es instantánea y casi un lugar común, nos está insensibilizando según la psicóloga Gadhia-Smith.

“Con la frecuencia de los tiroteos y los ataques terroristas, hay una sensación de ansiedad que se está acumulando en las personas”, dijo, “una sensación de vulnerabilidad e impotencia”.

La Dra. Smith agregó: “Hay un elevado estado de alarma, pero también podría haber un poco de insensibilización”.

El flujo constante de noticias en las redes sociales también puede ser traumático. Un equipo de investigadores de la Universidad de Bradford, Inglaterra, dijo en una conferencia de psicología el año pasado que la exposición a imágenes violentas en las redes sociales puede causar síntomas similares al síndrome de estrés postraumático: una reacción emocional que persiste después de un suceso traumático y afecta severamente nuestra vida.

En una análisis que llevaron a cabo, los investigadores de Bradford le mostraron imágenes a 189 participantes y también los expusieron a noticias de sucesos violentos, entre ellos los ataques del 11 de septiembre, tiroteos en escuelas y bombardeos suicidas.

La investigación reveló que el 22 por ciento de los participantes resultó significativamente afectado por lo que vio.

El estudio también encontró que las personas que vieron sucesos violentos con mayor frecuencia resultaban más afectadas que quienes los vieron menos seguido, y las personas que se describieron como extrovertidos tenían más riesgo de ser perturbadas por las imágenes.

¿Qué podemos hacer al respecto?

La recomendación de cuidarnos a nosotros mismos no ha cambiado. Es natural querer seguir las actualizaciones en las redes sociales y las noticias, pero es importante saber que esto puede aumentar la ansiedad.

Después de los ataques terroristas en París en 2015, Anne Marie Albano, psicóloga clínica y directora de la Columbia University Clinic for Anxiety and Related Disorders, dijo en una entrevista que limitar la exposición a las redes sociales podría ser una buena idea.

Establecer momentos para enterarse de las noticias —revisar Twitter por la mañana mientras bebes café, pero no escuchar la radio mientras llevas a tus hijos a la escuela, por ejemplo— puede ayudarte a manejar la ansiedad.

“Esto te ayudará a distinguir una amenaza realista y creíble de información amarillista”, dijo Albano, “o a no apresurarte a hablar de algo que no tiene el impacto que tú creerías que tiene”.

Si sientes ansiedad a causa de un posible ataque, compara tu miedo con los hechos

Cuando temes lo peor, es difícil recordar que un vuelo o un viaje en tren tienen altísimas probabilidades de ser seguros, pero tienes que tratar.

Los seres humanos son malos evaluando riesgos, dijo el año pasado en una entrevista Martin Seif, un psicólogo que se especializa en tratar los desórdenes de ansiedad y el miedo a volar.

“Cada una de las técnicas de control de ansiedad está basada en la premisa de que tu reacción es desproporcionada”, añadió Seif.

Además, recuerda tomarte un momento para respirar

En una guía que lanzó el FBI para lidiar con el terrorismo se anima a las personas a cerrar los ojos y respirar profundamente para calmarse.

Dar un paseo o frecuentar a un amigo cercano también pueden ayudar.

La guía también aconseja evitar el alcohol y las drogas, ejercitarse con regularidad y comer alimentos saludables, recomendaciones de cuidado básico que ayudan a reducir el estrés.

Asegúrate de tener un plan para ponerte en contacto con tu familia si algo pasa, en especial si las redes telefónicas están saturadas o el transporte se interrumpe, pero recuerda que lo más probable es que no lo necesitarás, dicen los expertos.

Si tienes hijos, la Asociación Estadounidense de Psicología recomienda preguntarles cómo se sienten frente a las noticias. Ten en mente que es posible que los niños reciban la influencia de las noticias y las conversaciones adultas que los rodean.

Por último, sigue tu rutina diaria

La psicóloga Albano dijo que una de las preocupaciones principales en el campo de la psicología son las personas “que hacen tantas cosas para estar seguras que su mundo se reduce”.

“Los terroristas progresan gracias a ese sentimiento”, agregó. “Quieren que la población cambie sus prácticas”.

Poner tu energía en evitar la interacción con extraños —al rehusarte a tomar el transporte público, por ejemplo— aviva el miedo y la ansiedad de los niños, dijo.

La mejor manera de ayudar a que los niños enfrenten los actos de violencia es comenzar por escucharlos, le dijo Sean Rogers, un psicoterapeuta que trabaja con niños y adolescentes, al Times.

“Escuchar es una actividad curativa”, dijo. “Es la base de todas las terapias”.

Nytimes.com

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