miércoles, 27 de julio de 2016

A siete meses de la crecida El municipio desarma los módulos para evacuados

Son las casillas que estaban en la Ruta 168 y en el acceso a Alto Verde. Todavía, hay algunas familias que no pueden retornar a sus hogares por la humedad, el mal estado y la falta de servicios en sus viviendas.

Proceso en marcha. En Los predios del acceso a Alto Verde, ni bien una familia evacuada vuelve a su casa, proceden a desarmar la casilla que habitaba. También están desmantelando el tejido perimetral. Foto: Mauricio Garín

De la Redacción de El Litoral
area@ellitoral.com

Mientras la Municipalidad continúa con el desarme de los módulos que levantó para las familias afectadas por la crecida en diciembre, a la vera de la Ruta 168 y sobre el acceso a Alto Verde, hay evacuados que no pueden retornar a sus hogares. Son aquellos que debido a la humedad y falta de servicios, no pueden acondicionar su vivienda y abandonar el módulo.

Desarman módulos y quedan evacuados

Ése es el caso de Héctor Schutt; es el único que continúa con su esposa, hijos y nietos sobre la vieja traza de la Ruta 168, en el acceso al complejo de boliches. “Vivo en el fondo de La Vuelta del Paraguayo, tengo un hijo con problemas de salud, nietos chiquititos.


El piso de mi casa es de tierra y si bien arriba se ve seco, apenas pisamos empieza a brotar el agua”, explicó el hombre preocupado. En cambio su hijo, Julio Schutt accedió a dejar el módulo —lo estaba desarmando esta mañana— aunque también su casa tiene problemas. “Todavía no tengo luz y hay mucha humedad, pero bueno ya no podemos seguir acá. Además, no quieren que sigamos acá por la construcción de los boliches. Ojalá que el intendente cumpla con las viviendas que prometió en La Vuelta, sino en la próxima creciente, somos muchos los que vamos a tener que volver acá”, dijo el hombre.

Desde el municipio, informaron a El Litoral que el proceso de desarme es progresivo y que aquellas familias que tengan dificultades en sus hogares van a poder permanecer en los módulos.
 

Desde el municipio informaron a El Litoral que el proceso de desarme es progresivo y que aquellas familias que tengan dificultades en sus hogares van a poder permanecer en los módulos.
 

Algunas más

Luciana Ploruti y su familia dejan el viernes la casilla que ocupaban en el acceso a Alto Verde, por calle Demetrio Gómez. Son de las que Municipalidad construyó junto a la Fundación Techo; hacia la margen oeste aún hay 12 estructuras en pie y hacia el este, ocho. A las 11, una cuadrilla municipal procedía a retirar el cerco perimetral de un predio y desarmaban casillas. 

“Yo vivo en el ingreso a La Vuelta. Mi casa está más o menos pero quiero volver, acá tengo miedo por las tormentas y las víboras son un peligro. Aparte, acá nos dijeron que no podemos estar más”, explicó Luciana. 

En cambio, Adriana Peralta está en peores condiciones, según dijo. “Yo tenía un rancho en El Pozo, no puedo volver ahí porque no quedó nada y no tengo luz, ni agua. Tengo seis hijos. Acá nos podemos quedar pero si sacar el tejido, quedamos desprotegidos”, reclamó la mujer. A su lado, otra señora que afirmaba con su cabeza los dichos de Adriana, dijo que estaba en la misma condición. 

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