Foto:Gentileza de vecinos afectados
Agencia Santo Tomé
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Un grupo de vecinos residentes en el sector este de la Vecinal General Paz, encabezados por Esteban Trujillo y María Teresa Arzaloza, documentaron, fotográfica y secuencialmente la situación que les tocó vivir entre los días 8 y 17 de febrero últimos, debido a lo que ellos califican como “negligencia del gobierno de la ciudad de Santo Tomé”. “En ambas oportunidades nos inundamos más de 80 centímetros en nuestros domicilios”, enfatizan, a la vez que adjuntan imágenes para dimensionar lo que les ha pasado, porque siguen “sin recibir ningún tipo de respuesta y solución por parte del Estado”.
Este martes, Trujillo y Arzaloza se hicieron presentes en Concejo Municipal, donde presentaron una nota en la que describen sus “problemas no resueltos” (como ellos los llaman) y pedirles a los concejales una reunión en la que puedan “describir las penurias que debieron atravesar”.
Los afectados viven en la zona adyacente a la conjunción de calles San Juan y López y Planes, en las cercanías de la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales. Son trece familias en total. Según lo aclarado por el propio Trujillo a este medio, la mitad de las mismas ya empezó a ser consultada por las autoridades municipales por las pérdidas sufridas durante las referidas jornadas, pero el resto no. Y esta última es una de las preocupaciones de una parte de los vecinos, la falta de resarcimiento económico.
Además, reclaman por el alumbrado público de calle San Juan, “que está a oscuras”; por mejoras en el estado de las calles San Juan y López y Planes, “previo estudio de niveles”; por el entubado de zanjas y por la recolección de residuos en forma diaria, ya que si bien actualmente se recolecta, “lo hacen con intermitencias”.
Los detalles
A modo de agenda puntual y detallada de lo ocurrido durante los días de inundación, los vecinos elaboraron un informe, que forma parte de la presentación hecha hoy en el Concejo. En la primera de ellas, la del lunes 8 de febrero, “la lluvia comenzó a la 0.30; el agua empezó a subir una hora después aproximadamente y las bombas no se prendieron hasta las 3.30”. “Una de nuestras vecinas estaba presente en las bombas a las 3 y el operario recién iba a buscar gasoil; además, una de las familias damnificadas vive a cincuenta metros de las bombas, por lo que se escucha perfectamente cuando arrancan”, describen a continuación.
“El agua se escurrió por completo en la calle a las 17 del lunes; la luz eléctrica nunca se cortó en los domicilios particulares, aunque todos ellos estaban con más de 70 centímetros y electrificados, con las luces de la calle también prendidas”, prosiguen los vecinos.
“Absolutamente nadie de Defensa Civil, Municipalidad de Santo Tomé o algún organismo público fueron a auxiliar a las familias damnificadas, ni esa noche ni el día siguiente. Por supuesto, esto abarca desde contención humanitaria (salud, medicamentos, soporte psicológico), higiene (productos de limpieza, agua potable), como cualquier necesidad que tenían los vecinos frente a semejante tragedia, producto de la negligencia municipal”.
Sobre llovido, mojado
En otro pasaje de su informe de situación, los vecinos damnificados explican: “El 17 de febrero de 2016, a las 12.30, luego de una lluvia persistente toda la mañana, el Reservorio Nº 3 se desbordó nuevamente y las bombas no dieron abasto, puesto que había pasado una semana de la inundación anterior, sin que se tomara ninguna medida en cuanto al bombeo”. “Por supuesto, las trece familias nos volvimos a inundar y terminamos de perder lo poco que nos había quedado, especialmente porque, dada la hora de la inundación, la mayoría estaba en su trabajo, o volviendo del mismo, por lo que no pudo llegar a tiempo”, añaden.
“El reclamo, que creemos justificado, se basa en que con diferentes alturas del río y lluvias más copiosas que esta, nunca nos había sucedido ni el diez por ciento de lo que pasó esta vez”, acotan. Para finalizar, completan: “Es evidente que la inundación sufrida en los domicilios particulares fue producto del rebalse del reservorio y el mal funcionamiento de las bombas. Más allá de que se prendieron tarde, están tan destruidas o inutilizadas que no llegan a cubrir la demanda de bombeo para el semejante caudal de agua que recibe el Reservorio Nº 3.
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