Este lunes se cumplieron 90 días de la ausencia física del menor oriundo de la localidad de Ceres. Hubo cambios en la investigación
Sin noticias. El menor estaba en casa de su abuela, salió con sus amiguitos y nunca regresó.
Desde hace tres meses que el barrio Juan Pablo II, en la periferia de la ciudad de Ceres, no sale de su asombro y se pregunta una sola cuestión: ¿Dónde está Maximiliano Sosa? El niño de tres años, desapareció el 21 de diciembre del 2015 y por el momento no hay resultados positivos en torno a su paradero. El caso sacudió a la localidad límite con la provincia de Santiago del Estero durante todo el verano. Tal situación generó que el mismo ministro de la provincia, Maximiliano Pullaro, visite a los padres del menor de edad y al resto de su familia y se ponga a disposición para la búsqueda.
A ruido muy silencioso, la investigación continúa. De hecho la semana pasada, la causa tuvo un pase de manos ya que desde la Fiscalía Regional de Rafaela se dispuso que sean los fiscales, Emilce Fissore de la ciudad de San Cristóbal y Diego Vigo de Rafaela, quienes continúen al frente de la causa.
A su vez, también se hizo cargo el personal de Trata de Personas dependiente de la cartera de Seguridad provincial ya que en el principio del suceso había comenzando a investigar la Policía de Investigaciones (PDI) pero a los 10 días, el área del Ministerio estuvo en el lugar y realizó trabajos con el equipo interdisciplinario –compuesto por asistentes sociales, abogados y psicólogos– y los familiares del niño.
En cuanto a las hipótesis de su desaparición, los investigadores no descartan ninguna teoría. Vale recordar, que en un principio se decía que había sido secuestrado por personas vinculadas al tráfico de chicos, luego se sospechó del propio seno familiar y también de que habría tenido un accidente y no había podido ser localizado. También circuló la versión de que el menor de edad había sido visto de la mano con un hombre en un subte de la ciudad de Buenos Aires y además, de que pudo haber sido raptado por unos gitanos que se habían radicado en Ceres, los días previos a la desaparición.
Con una luz de esperanza
Previo a cumplirse los tres meses de su desaparición, durante la noche del domingo, la abuela Maximiliano Sosa, Patricia Sayago, publicó en la red social Facebook: “Mañana se cumplen 3 meses que no está Maxi el hijo de Ceres, les pido un gran favor, que prendan una velita en nombre de Maximiliano Sosa para que esa lucecita ilumine su camino a casa y también nos dé buenas noticias”.
El pedido de la abuela del niño no deja de causar dolor en la comunidad ceresina, ya que fue ella quien lo vio por última vez, cuando el 21 de diciembre el menor salió con amigos del barrio a jugar y nunca más volvió a la vivienda donde se encontraba su abuela. Vale recordar, que el pequeño se encontraba en lo de su abuela debido a que su madre estaba por dar a luz en el hospital ceresino.
Al ver que el niño nunca regresó, Sayago realizó la denuncia en la comisaría del pueblo unas horas más tarde. Fue así, que el barrio y luego toda la comunidad comenzó la búsqueda para dar con el paradero pero los resultados no llegaron a buen puerto. Posteriormente, se realizaron operativos de rastrillajes con más de 100 efectivos repartidos en todas las zonas adyacentes al barrio Juan Pablo II y de la misma ciudad.
La oferta sin resultados
Unos cuatro días después de que Sosa no apareciera, la Junta de Defensa Civil que se conformó en aquel entonces, decidió ofrecer una suma de $50.000 para quien aporte información certera sobre el paradero del menor. Una vez chequeados dichos datos, la suma de dinero iba a ser entregada. Posteriormente, se incrementó el monto de recompensa y trepó a $100.000 pero la información sobre dónde estaría el niño de tres años, nunca llegó.
Meses después, la búsqueda de Maximiliano Sosa sigue siendo una incógnita en la ciudad norteña y la misma región. Sus familiares y allegados mantienen una luz de esperanza de que el niño aparecerá sano y salvo pero a tres meses de su desaparición no hay novedades concretas en torno a lo que fue de su vida después de aquel mediodía del 21 de diciembre.
Ignacio Mendoza / ignaciomendoza@uno.com.ar / De la Redacción de UNO
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