El patio donde forman los alumnos, clausurado por el temor de la aparición de un socavón.
Directivos, docentes y miembros de la cooperadora de la institución educativa manifestaron su intranquilidad por el estado edilicio"crítico" que presenta la escuela Nº 95, Simón de Iriondo de Alto Verde.
Hace un mes, directivos del establecimiento educativo que se encuentra a la vera del riacho Santa Fe y del terraplén principal del distrito costero, clausuraron por medios propios el patio donde a diario formaban los más de 500 alumnos del nivel primario que asisten tanto al turno mañana como tarde.
Según relató una docente de la escuela, ya cansada de la "desidia y abandono" que sufre la institución por parte de las autoridades, "estamos a la buena de Dios esperando que no pase ninguna catástrofe con los chicos o con los trabajadores". "En el patio principal comenzamos a observar hundimientos, grietas en el piso y humedad que brotaba de las mismas. Por ese motivo clausuramos la zona por temor a la aparición de un socavón. Estamos a menos de 50 metros del río y con las crecientes no sabemos en que estado se encuentra la estructura edilicia de la escuela", continuó relatando la docente.
"Elevamos informes al departamento de Infraestructura de la Región IV para que nos asistan y se hagan cargo de la situación, pero no obtuvimos respuestas. Lo cierto es que nos sentimos totalmente abandonados. En definitiva, ninguna autoridad se hizo presente al día de hoy. Hace más de un año sufrimos la voladura de los techos de dos aulas y durante todo el 2015 le dimos clases a los alumnos en la biblioteca y la sala de informática. Recién hace unos días comenzaron con los arreglos", sostuvo la trabajadora de la institución educativa de Alto Verde.
"En el año 2011 ya sufrimos el antecedente de un supuesto socavón, por lo cual nos trasladamos a otro establecimiento educativo a dar clases. Nunca supimos de arreglos realizados y un día regresamos nuevamente a dictar clases a la escuela", recordó la docente.
Una situación que se repite
La escuela Nº 95 Simón de Iriondo, posee un comedor escolar donde asisten sus alumnos. Son reiterados y repetidos los reclamos sobre un basural barrial que existe solo a escasos metros de la entrada a dicho comedor. No es dato menor destacar que a mediados de 2015, se registaron serios problemas por la presencia de roedores en la cocina, como así también, la detección de cucarachas dentro de las mesas, que en ese momento eran de aglomerado. Por tal motivo, los alumnos recibieron durante gran parte del año pasado una dieta fría.
Matias De Philippis / UNO Santa Fe
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