El trágico hecho ocurrió hace seis meses en la zona noroeste y recién ayer la Justicia logró que se desprendiera de la licencia que lo habilitaba a conducir ómnibus.
Isaías Montonatti tenía 8 años y jugaba a la pelota a pocos metros de su casa, en la zona noroeste de Rosario, cuando el interno 267 de la línea 153 de la Semtur lo atropelló en agosto del año pasado, lo que le provocó la muerte tras una agonía de un día. Recién a seis meses del hecho y tras varios intentos, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) logró en una audiencia que el chofer del colectivo entregara el carné que lo habilitaba a conducir. “Lo habían citado en varias oportunidades y no había concurrido”, afirmó Marcos Cella, abogado de la familia del chiquito, que está constituida como querellante, e incluso detalló que ayer “la defensa seguía anteponiendo cuestiones económicas a la vida misma, lo que debería darles vergüenza”.
Si bien desde la Semtur aseguraron que “el chofer se encuentra con licencia psicológica desde el día del accidente”, y no al frente de una unidad, Cella advirtió: “El punto es que hasta ayer pudo haber manejado” porque continuaba con el permiso profesional para hacerlo, en su poder.
El hecho se produjo el 29 de agosto del año pasado en la esquina de Cullen y Ugarte, en la zona noroeste de la ciudad. El nene jugaba a sólo metros de su casa cuando, según testigos, cruzó la calle repentinamente en el mismo momento en que el colectivo llegaba a ese cruce de calles.
Si bien estuvo internado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, el pronóstico fue poco favorable desde el inicio y falleció 24 horas más tarde por las serias lesiones que el impacto le había provocado.
David Cordi era el chofer al frente de la unidad. Si bien las autoridades de la empresa aseguraron ayer que desde el día del hecho permanece “muy afectado y con licencia psicológica”, recién seis meses después de lo sucedido, a través de una audiencia requerida por la fiscal Valeria Piazza Iglesias y por decisión del juez Hernán Postma, entregó ayer su carné de conducir profesional hasta tanto finalice el juicio.
Resistencia. Para el abogado de la familia, no sólo hubo “resistencia”, sino además “falta total de demostración de arrepentimiento por lo sucedido”. Y señaló que “más allá de la licencia médica, tenía el carné en su poder y podría haber conducido, ese es el punto”.
Cella recordó que el MPA lo convocó en varias oportunidades para que entregara el registro hasta tanto se llevara adelante el proceso; sin embargo, nunca lo hizo. Por eso, la fiscal Piazza Iglesias decidió requerir una audiencia exclusivamente para plantear esta situación.
“Lo vergonzoso fue que la defensa siguió haciendo cuentas y anteponiendo las pérdidas económicas que tendrá el chofer al interés general y a la vida”, consideró el abogado querellante, e incluso señaló que “ya con la decisión del juez tomada, manifestó no haber llevado el carné consigo para poder entregarlo”.
El magistrado lo inhabilitó provisoriamente para conducir y le retuvo la licencia. En estos días, la fiscal presentó la acusación contra el chofer y pidió por el hecho tres años de prisión de ejecución condicional, además de diez años de inhabilitación para conducir —ésta última es la pena máxima prevista—.
No hay comentarios:
Publicar un comentario