jueves, 26 de noviembre de 2015

Santa Fe Inseguridad Ola de asaltos en el parque Garay

Durante el fin de semana se produjeron más de una decena de casos. La policía detuvo a un joven de 18 años. No obstante recuperó su libertad.

La mayoría de los robos se concretaron en la zona del playón de deportes municipal. Foto: Archivo El Litoral.
Danilo Chiapello
La tarde del sábado se presentó con el sol a pleno. María de las Mercedes (19) creyó entonces que sería una jornada ideal para tomar sus clases de conducción automotriz.

Acompañada por su hermana, partieron a bordo de un Volkswagen Gol rumbo al parque Garay donde habitualmente hacían sus prácticas de manejo.

Eran cerca de las 18 y el lugar lucía repleto de personas. No obstante se ubicaron a un costado del playón de deportes municipal, para ensayar maniobras de estacionamiento.

Las mujeres estaban en eso cuando de repente se vieron sorprendidas por dos sujetos que las increparon. “Uno de estos muchachos se metió dentro del auto y me amenazó con un cuchillo. El otro la agarró a mi hermana que estaba sacando una silla del baúl”, dijo hoy María en diálogo con este diario.

De los malvivientes se supo que eran dos hombres jóvenes, de 18 años, los que actuaron a cara descubierta. Tenían un arma blanca y un palo con unos clavos en la punta.
Persecución en Villa Oculta

“El que se quedó adentro del auto conmigo agarró la cartera de mi hermana que estaba en el asiento trasero y salió corriendo. Pero yo no me di por vencida, entonces me bajé del auto y lo empecé a perseguir”, comentó María.

“Corrimos unos metros y cruzamos la vía. Sin darme cuenta me metí en lo que se llama la Villa Oculta. Mientras lo perseguía íbamos llamando a la policía.

“Al rato llegaron unos patrulleros y se sumaron a la búsqueda. Los policías se metieron en una zona de pasillos y lo terminaron agarrando al que tenía la cartera. Después me enteré de que tiene 18 años y concurre a la escuela Cristo Obrero”.

No fuimos las únicas

Los uniformados trasladaron al detenido al destacamento del parque Garay. Pero una vez allí los problemas siguieron.

Un rato después cayeron un montón de familiares y allegados al detenido y comenzaron a hacer desmanes frente al destacamento. La situación se puso muy tensa.

“Yo estaba dentro del destacamento y ahí me di cuenta de que yo no era la única a la que le habían robado. Unas diez personas estaban denunciando que habían sido asaltadas.

“Lo que quiero es alertar a la gente para que no concurra a ese paseo. Y en caso de que lo hagan, que tomen las medidas pertinentes, porque los robos están a la orden del día.

“Para colmo de males, la amargura no se termina. Después me enteré de que el muchacho que se llevaron por mi robo, sólo estuvo unas horas preso y luego recuperó la libertad”.

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