Estuvo 48 horas tirada en el antebaño de su casa, en Barrio Guadalupe. Una vecina escuchó los gritos de auxilio. Finalmente fue rescatada por la policía.
El Litoral |
Los quejidos provenían desde el interior de una vivienda y eran claramente pedidos de auxilio. Con lógica angustia, la vecina llegó hasta la dependencia policial y narró lo acontecido.
Minutos después, el cabo Cristian Gómez, junto a un grupo de colaboradores salió para el lugar. Ni bien llegaron, ellos también pudieron oír los ruegos, por lo que de inmediato tomaron cartas en el asunto.
Como no pudieron abrir la puerta del frente, decidieron ir por el patio de un vecino. Tras sortear un tapial llegaron a una ventana.
Una vez que violentaron la abertura, el misterio quedó resuelto. La autora de los gritos era una mujer de avanzada edad, la que yacía en el suelo, justo delante de un baño.
“¡Hace dos días que estoy así.... por favor ayúdenme!”, fue lo primero que la mujer dijo ante los agentes que fueron a su encuentro.
Como es de rigor, los actuantes corrieron en busca de una manta con el objetivo de que la mujer comience a recuperar algo de temperatura.
Luego quien arribó al lugar fue una médica, también vecina del lugar, quien brindó los primeros auxilios a la infortunada mujer mientras aguardaban el arribo de una ambulancia.
Consultada sobre lo ocurrido, la dueña de casa relató que había ido al baño cuando, por motivos que se desconocen, cayó al suelo sin que pudiese recuperar la vertical.
En dicha situación, permaneció durante 48 horas, lo que la puso literalmente al borde de la muerte.
Una vez que se produjo el arribo de la unidad sanitaria la víctima fue trasladada hasta un nosocomio privado donde ya se encuentra en franca recuperación.
“Es la segunda vez que me toca intervenir en el rescate de una persona”, dijo hoy el cabo Cristian Gómez en diálogo con este diario.
“La verdad es que me asusté bastante cuando abrí la ventana y vi a la mujer. Primero pensé que estaba golpeada, o había sufrido algún ilícito. Luego cuando constaté que no era eso, me preocupé para que reciba atención lo más urgente posible. Estaba helada.... Apenas la toqué me pidió que la tape con algo para darle calor. La vez anterior me tocó intervenir con un suicida que se quería tirar desde el Puente Colgante.
En esa oportunidad, me esposé junto con él. Si te tirás... me llevas con vos, le dije para persuadirlo. Finalmente, pude evitar lo peor y llegamos juntos a tierra firme”, recordó entre risas.
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