lunes, 5 de octubre de 2015

Santa Fe En la zona aumentan los locales vacíos Ocupas "vip" usurparon un local en la Recoleta

El inmueble está sobre 25 de Mayo al 3300. Pese a que tapiaron la puerta le hicieron un boquete para ingresar. “Está lleno de ratas”, se queja el vecindario.
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Foto:Mauricio Garín
Kijano Bar. El nombre quedó impreso en la pared de esta vivienda en la que funcionó un local nocturno y ahora es ocupada por intrusos.
De la Redacción de El Litoral
area@ellitoral.com

La zona de la Recoleta santafesina transformó su fisonomía durante el último año y tras la “mudanza” de la movida nocturna hacia las afueras del ejido urbano es menor el movimiento de gente que se observa por las calles durante la noche en algunas zonas puntuales. La esquina de 25 de Mayo y Obispo Gelabert es un caso testigo de ello. Locales vacíos, poco movimiento de gente por el lugar y hasta un ex bar que funcionaba sobre la vereda oeste de 25 de Mayo al 3300 fue invadido por ocupas y pese a que le tapiaron su ingreso, le hicieron un boquete y volvieron a intrusarlo.

Podría decirse que se trata de ocupas "vip" ya que el local intrusado se encuentra en una de las cuadras más codiciadas de la ciudad, en plena Recoleta y a 150 metros de la emblemática esquina de 25 de Mayo y bulevar Pellegrini.

El local en cuestión presenta un estado de abandono. “Dicen que está en sucesión”, aseguró una vecina de la cuadra. “Nosotros vemos que cada tanto viene la policía y los saca (a los usurpadores), pero vuelven y se meten”, describió la mujer.

“El olor que sale de ese inmueble es inmundo y está lleno de ratas”

Al frente tiene pintado un nombre: Kijano Bar. Desde los barrotes de un ventanal que está abierto y desde donde emana un fuerte olor se puede observar la oscuridad en su interior. Al costado, donde había un pórtico de acceso, levantaron un muro con ladrillos huecos para tapiar el ingreso. Es llamativo en el paisaje urbano observar un inmueble sin puerta.

“El olor que sale de ese inmueble es inmundo y está lleno de ratas”, continuó el relato otra vecina. Sobre esa cuadra, un poco más al sur, funciona el pelotero “El Mago de Oz”. Antes tenía su ingreso sobre esa cuadra de 25 de Mayo al 3300, pero por el reiterado reclamo de muchos padres de los niños que iban al pelotero a festejar los cumpleaños y eran amedrentados por los “trapitos” que se juntan al frente de esa vivienda optaron por clausurar ese acceso y abrieron la entrada principal sobre calle San Martín. “No daba una buena imagen”, asegurararon.

Ahora, el muro de ladrillos que tapiaba la puerta del inmueble fue vandalizado. Le hicieron un boquete por el que desconocidos lograron acceder nuevamente al local en estado de abandono. Y los vecinos dicen que es utilizado como “aguantadero” por los “trapitos” de la zona que deambulan por la noche.

La vivienda que está pegada está en refacciones. Los albañiles que allí trabajan comentaron que debieron levantar la medianera para evitar que los intrusos ingresen también a esta vivienda y se lleven sus herramientas.

Zona roja

A pocos metros de allí, en Obispo Gelabert al 2400, el local de comidas Ohashi Saiki fue asaltado cuatro veces en menos de un mes. El último robo fue el domingo 27 de septiembre pasado, cuando manos anónimas se llevaron la caja registradora tras violentar algunas aberturas del negocio.

Los casos anteriores se dieron también los fines de semana y sus autores emplearon una metodología bastante parecida. Casi siempre irrumpen durante la madrugada, rompen o violentan la puerta de ingreso y sustraen lo que tienen a mano en contados segundos. Es que por las noches en la penumbra y ante tantos locales vacíos la zona parece transformarse en tierra de nadie. Muchos bares cerraron sus puertas y los negocios que permanecen funcionan en horario de comercio cuando hay luz natural y movimiento de gente.

También en septiembre pasado, la noche del miércoles 9, ocurrieron varios robos consecutivos. Uno de los locales atacados fue Ohashi Saiki y a una cuadra de distancia, en Obispo Gelabert al 2500, vandalizaron una pilchería. Lo llamativo es que a la vuelta de ese negocio, sobre calle San Martín al 3300, se encuentra la sede local de la Policía Federal Argentina y en la esquina, una dependencia de la policía local.

La nómina de robos en la Recoleta se completa con atracos a viviendas particulares, sustracción de pertenencias de autos particulares estacionados en la calle, el robo de una moto y el asalto a un kiosco de 25 de Mayo y Obispo Gelabert. Justamente esa esquina, antes tan concurrida, es hoy un símbolo del abandono. Los locales comerciales ubicados sobre la vereda sur de calle Obispo al 2500 están vacíos. Hay carteles “en alquiler” donde antes la imagen exhibía ofertas de productos de una casa de fotografías.

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