jueves, 3 de septiembre de 2015

Violenta entradera con una familia maniatada en Bº Guadalupe Oeste

Fue el martes en una casa de Alberti 1900. Fueron tres ladrones, que maniataron a una mujer y a sus hijas
Organizados. Puede que se trate de una entradera al boleo, pero los ladrones llevaban precintos plásticos.

El martes después de las 21.45, en una vivienda ubicada en calle Alberti al 1900 del barrio Guadalupe Oeste, una mujer, sus tres hijas de 10, 16 y 18, además del novio de esta última, vivieron un mortificante calvario cuando quedaron en manos de tres violentos delincuentes que los mantuvieron privados de su libertad, los maniataron, se llevaron dinero en efectivo, y como broche de oro de la faena criminal, se robaron el auto familiar que luego fue encontrado a pocas cuadras.

Diario UNO de Santa Fe dialogó con el matrimonio de Estela y Juan Carlos Durán. La mujer narró en detalle la secuencia que la tuvo como víctima junto a sus hijas de tres violentos delincuentes.

Ella dijo que llegó en su auto a su casa de Alberti al 1900 junto a su hija de 10 años, que bajó con su perrito, estacionó el vehículo en la cochera, y repentinamente apareció en escena en el garaje un desconocido armado que la apuntó con un arma de fuego y la obligó a entrar a su vivienda por la fuerza.

Cuando entró al comedor, se encontró con otros dos delincuentes, todos entre 40 y 50 años y a cara descubierta, que dominaron la situación, y con precintos maniataron a sus tres hijas, al novio de la mayor que tiene 18 años y a ella. Luego comenzaron a exigirles todo el dinero que había en la vivienda.

Estela reveló que en todo momento trató frente a una situación límite de estas características de mantener la calma por todos los medios, y rogaba que su esposo que había a ido a jugar al tenis hasta un club cercano no regresara a su casa, porque imaginaba que ello haría las cosas más difíciles.

El trío de delincuentes le exigió a la madre de las chicas todo el dinero en efectivo existente. La mujer le dijo que todo el dinero era una mínima cantidad existente dentro de un bolso; después le exigieron las joyas y todo lo que tuviera oro, y esta vez tuvo que aclararle a los ladrones que en su casa solo se usaba bijouterie de poco valor. En cambio, y para que se fueran, les dijeron que se llevaran todos los teléfonos celulares y electrodomésticos. Finalmente, les robaron su auto y escaparon.
Por Juan Trento / jtrento@uno.com.ar

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