domingo, 27 de septiembre de 2015

ROSARIO Padre Juan, el cura que le da pelea al narcotráfico en el Barrio Larrea

Tiempos violentos. El párroco tiene 34 años y desde hace un año y medio está al frente de la parroquia María Reina de ese barrio. Esta semana encabezó un reclamo vecinal.
La Capital | 
Padre Juan, el cura que le da pelea al narcotráfico en el Barrio Larrea
 Juan Pablo Núñez llegó hace un año y medio al barrio Larrea, en la zona noroeste. Hace poco hizo una experiencia de trabajo con los curas villeros del padre Pepe en la villa 11.14 de la ciudad de Buenos Aires. Se muestra decidido a no callar y a ejercer su sacerdocio con un fuerte compromiso social. Se ordenó como cura hace 7 años. Nació en Villa Gobernador Gálvez y es la cara visible de un reclamo —como en tantas zonas de la ciudad— que exige respuestas inmediatas frente al flagelo de la droga y del hostigamiento a los vecinos. Su pedido engloba a los barrios Fisherton Industrial, Larrea, Municipal y Jardín, una barriada populosa de casitas humildes en el corazón del noroeste rosarino.
—¿Ven policías en sus barrios?
—En el radio de nuestros barrios Industrial, Larrea, Municipal y Jardín solamente la policía va de paso, pero no hay una presencia constante. Son lugares humildes, carenciados y foco de la delincuencia.
—Se dice que hay búnker de drogas.
—Lo que comentan los vecinos es que en algunos lugares hay movimientos fijos y estables, se empezaban a juntar grupitos. Tuve que salir varias veces, y se fueron a otras esquinas. Hay un ida y vuelta de gente, con chatas y motos; van a buscar y reparten. Los vecinos por temor no lo quieren decir, pero uno como sacerdote ve todo este movimiento en torno a la droga, que está en paralelo con la inseguridad. La delincuencia está emparentada con el tema de la droga.
—¿A usted le quisieron robar?
—Varias veces. De hecho, en la parroquia, antes de que pudiera cerrar el frente, me entraron dos veces y me rompieron la cerradura del auto. Gracias a Dios y la Virgen, y que uno sale a veces hasta con un machete, no robaron en la parroquia, pero sí en la escuela que queda enfrente (Méjico 1050 bis, entre José Ingenieros y Génova). La Virgen cuida a la parroquia y al cura. No me enfrenté a los ladrones, pero salí con el machete para que me vieran. Me crié en Villa Gobernador Gálvez, y hay ciertos códigos para la convivencia y el límite. Voy a cuidar a la gente que pertenece a mi comunidad y a lo que es de la parroquia.
—¿Es verdad que le robaron los perros?
—Sí, me robaron los dos. Espero que no me los maten. Se los llevaron cuando salí a ver qué pasaba, porque estaba sonando la alarma de la escuela.
—¿Hay mucha droga en los barrios?
—Sí, y hace desastre en los chicos. La semana pasada estuve con una mamá ayudándola para que su hijo de 16 años vaya a un centro de recuperación. Estaba fuera de sí. Es la realidad propia de la droga. Acá el paco no llegó, pero sí el consumo va subiendo muchísimo, y los chicos le están robando a sus vecinos. El pibe drogado no reconoce nada. La droga está haciendo desastres. Vi las consecuencias de los tiroteos. Y estando en el barrio se escuchan los tiros. Uno no se tiene que acostumbrar a vivir así, siendo que podemos hacer algo. Ojalá se pueda tomar una determinación concreta. Cuando vino Gendarmería se habían dispersado los rejuntes de grupitos de chicos en las esquinas. Pero este año volvieron. Cuando hay controles, las barritas se van avisando y no se van a exponer a que les desbaraten algún bunker. Es ahí cuando arman una especie de kiosco de drogas móvil. Rompen una luz y se hace el lugar de repartija.
—¿Los vecinos tienen miedo?
—Totalmente. A la hora de hacer una denuncia, aconsejo como cura que no la hagan. Nunca se hizo nada. Y cuando se denunció, los delincuentes vienen y aprietan a quienes la hicieron. O las fuerzas de seguridad dan el alerta o algo pasa, pero provoca un círculo vicioso donde el vecino la próxima vez no va a volver a denunciar. Mi trabajo es ver la realidad y las dificultades que vive la gente de mi barrio. Creo que, como un vecino más, necesitamos que nos escuchen.

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